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martes, 30 de junio de 2020

FUEGOS DE ARTIFICIO



La gran crisis sanitaria, social y económica provocada por la negligente gestión de la epidemia de COVID 19, por parte de nuestro Gobierno y los miembros de su “banda” ha hecho que los profesionales del sector ya sean políticos profesionales, o profesionales del panegírico, calienten el ambiente con reiterados fuegos de artificio.

Se trata de declaraciones, actuaciones, gestos y comentarios que tienen por objeto definir posiciones, o acotar el terreno de la controversia anticipando las materias que serán objeto de atención prioritaria, política, judicial y social, en el caliente otoño político que se avecina tras la apertura y fin del “Estado de Excepción” impuesto por el Gobierno en forma de falso “Estado de Alarma”.

Sin embargo, las más de las veces, aquellas declaraciones, actuaciones, gestos y comentarios, no dejan de ser payasadas. 

Así, el Presidente Sánchez, conocido popularmente como “Pedro El Sepulturero” nos ha dejado varias frases memorables en su última intervención parlamentaria del día 3 de mayo, como la de afirmar que:

“Existe una preocupante crisis sanitaria, pero la verdaderamente importante es la crisis climática”

con lo que deja arrinconados y sin importancia a los casi 50.000 fallecidos por el COVID19, pese a que estamos en declarado luto nacional.

    Aunque no se si es peor decir que;

“El Ministro Marlaska, con los ceses y reorganización de la cúpula de la Guardia Civil, ha desarticulado lo que se podría llamar ˂˂Policía Patriótica››”

dando a entender que los cesados, entre ellos varios tenientes Generales, eran unos “fascistas” que no se merecían otra cosa, y tapando, al tiempo, el delito de inducción a la revelación de secretos cometido por el propio Marlaska al presionar al Corones Pérez de los Cobos para que revelase el contenido del informe elaborado en calidad de policía judicial, sometido a reserva legal absoluta.

          Todo ello viene adobado por dos mantras del AGITPROP comunista

Por una parte, se sostiene que la responsabilidad de los fallecidos por el COVID19 no es de la gestión del Gobierno, si no de los recortes, inexistentes en la realidad, realizados por la derecha en la Sanidad Pública durante los gobiernos de Rajoy.

Y en segundo lugar se jalea de modo obsceno, la idea de que los partidos de la derecha son golpistas, como han afirmado Iglesias, Echenique o la Montero, lideres de UNIDAS PODEMOS.

Es curioso que esta apología del crimen y de las posiciones totalitarias de la izquierda encaje perfectamente en la definición de los ciudadanos inmersos en sociedades cerradas sometidas a una ideología incontestable ─muy propio de los movimientos nacionalistas─ que con su peculiar lenguaje realiza Unamuno en su ensayo ”La Ideocracia”, donde nos dice:

“La ideocracia desemboca irremisiblemente en una ideofobia. Dicho en otras palabras, el imperio absoluto de unas ideas determinadas en una sociedad lleva aparejado el odio a todas las demás que no estén de acuerdo con ellas. Cada uno de los ciudadanos de esa colectividad impersonal ideocratizada seguirá, así, el expediente bien fácil de juzgar falsas y malas a cuantas ideas no estén de acuerdo con las propias”

No olvidemos como Jacinto Benavente ya nos decía que

“Lo peor que hacen los malos es obligarnos a dudar de los buenos.”

       Y así, los comunistas en su campaña desestabilizadora se centran en sembrar dudas a cerca de la legitimidad, buena fe y carácter democrático de todas las fuerzas que no forman parte de su “banda” es decir, de los partidos de derechas.

       Pero no faltan analistas que ven en la actitud radicalizada de los miembros del Gobierno y de los partidos que conforman su “banda de malhechores” una reacción de temor ante el incierto futuro judicial que pueda acosar a todos estos políticos de la izquierda y partidos separatistas y terroristas, como consecuencia de su negligencia en la gestión económica, social y sanitaria de la epidemia.

       Decía Sun Tzu, en su clásica obra «El arte de la guerra» que la mejor defensa es un buen ataque, y las baterías políticas y mediáticas al servicio de aquellos, están lanzando todo el fuego que son capaces para evitar que ese escenario llegue a producirse.

       Y así, nuestro firmamento está plagado de fuegos de artificio, tendentes a lograr la distracción de los que, inauditamente, continúan saliendo a sus ventanas a las ocho de la noche a aplaudir al Gobierno, al tiempo que se trata de silenciar a los cientos de miles de ciudadanos que, diariamente y a las 21 horas, salen a las calles, o desde sus casas, protagonizando caceroladas acompañadas del flamear de banderas rojigualdas, y muchas veces al son de la Marcha Real, o de canciones patrióticas como el “Que viva España” de Manolo Escobar.

            Pieza musical que hoy protagoniza el vídeo de cierre de esta reflexión.


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