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viernes, 30 de septiembre de 2022

SABINO ARANA «ESPAÑOLISTA CON TODA EL ALMA»

 



Una de las historias más negras del PNV es la ocultación de la renuncia, por parte de Sabino Arana, su fundador, a la soberanía nacional del País Vasco y su deseo de integración de las provincias vascongadas, plenamente, a España.

 Pero todo en el PNV no es más que mentira, ocultación y ruindad moral, en beneficio de la oligarquía empresarial que representan y en perjuicio del pueblo vasco, al que han mentido y manipulado desde el momento de la muerte de Arana.

Efectivamente, los últimos escritos de Arana confirman su voluntad de renunciar a la independencia, disolver el PNV y crear la Liga de de vascos españolista

     Año y medio antes de su muerte ocurrida en el pueblo que Sabino Arana siempre llamaba «Pedernales» y que el PNV de hoy llama «Sukarrieta», el fundador del PNV e inventor de la idea de la «patria vasca» anunció su intención de disolver el Partido Nacionalista Vasco y fundar la «Liga de vascos españolista» con el fin de, como ha quedado escrito, «que los estados vascos que son de hecho españoles, reconozcan y acaten en derecho esta anexión y alcancen dentro de esa situación de derecho, dentro de la unidad de España, la mayor felicidad moral y material que puedan».

     La enfermedad que, sin saberlo, consumía a Arana, además de la labor de los ultraortodoxos nacionalistas que desobedecieron las directrices de ese «testamento vital» porque pensaban que Sabino se había vuelto loco, dio al traste con lo que hubiera sido, como escribió Arana: «La renuncia del nacionalismo a la independencia».

      El 23 de junio de 1902, Sabino Arana envió una carta a su hermano, Luis Arana, en la que le decía: 

«Mi consejo es este: hay que hacerse españolistas y trabajar con todo el alma por el programa que se trace con este carácter. A mi modo de ver, la Patria nos lo exige. Esto parece un contrasentido; pero si en mí se confía debe creerse. Es un golpe colosal desconocido en los anales de los partidos. Queda empañada toda mi reputación. Deshecha la obra de muchos años, levantada a costa de grandes sacrificios. Tú ya me comprenderás. Tu hermano, Sabin».

 Previamente, el día 22 de junio de 1902, el semanario vasco «La Patria» publicaba un artículo titulado «Grave y trascendental» en el que se decía: 

«Corre el rumor de que el señorArana-Goiri convencido ya de que continuar la campaña nacionalista sería gastar inútilmente preciosas energías que los vascos pudieran aplicar a la consecución de fines más asequibles, más prácticos, se propone desistir de continuar llamando a sus compatriotas al nacionalismo, recomendar a los que hasta ahora han acudido, reconozcan y acaten la soberanía española y pedirles un último voto de confianza para redactar y exponerles el programa completo de un nuevo partido vasco que sea a la vez español, que aspire a la felicidad de este país dentro del estado español, que camine hacia ella sin quebrantar la legalidad vigente, que aspire a restaurar del pasado vasco lo que bueno y a la vez compatible con la unidad del estado español y con las necesidades de los modernos tiempos»   

     Cuatro días después, Sabino Arana publicaba en «La Patria» una carta extensa en la que confirmaba «el rumor» con estas palabras

«De realizarse lo que anunciaba el artículo de La Patria, el nacionalismo tiene que dejar de serlo, si ha de ser patriota: por esto el más nacionalista, el más patriota, es el primero que acude a los pies de la patria a ofrecer en holocausto su nacionalismo, su mismo patriotismo, en interés de la patria misma… los buenos vascos seguirán trabajando por su pueblo, pero sin considerarlo aisladamente, sino dentro del Estado español»

          Por aquellas fechas un redactor de «La Gaceta del Norte» entrevistó a Arana a propósito del «rumor» recogido en «La Patria». Entrevista de la que merece destacar este pasaje.

 ― ¿Qué plan o programa trazaría usted al nuevo partido?

 ― El de una autonomía lo más radical posible dentro de la unidad del estado español, y a la vez adaptada al carácter vasco y a las necesidades modernas.

          Pero el colmo del giro españolista que Arana preparaba para el PNV llega en una carta que envía el 4 de julio de 1902 al director de la publicación «Euskalduna»: 

«Muy señor mío: Agradezco a V. en lo que vale la adhesión que presta su semanario a mi proyectado plan. Debo aplaudir la franqueza con que declara Vd. que su semanario ha sido españolista desde su primer día, puesto que queda, sin moverse en el mismo terreno político al que, según proyecto, va a parar el partido nacionalista al trocarse en españolista».

            Y el PNV desobedeció las órdenes del fundador, de modo que sus biógrafos nacionalistas intentaron desprestigiar su giro diciendo que fue un delirio de enfermo

         No olvidemos que hubo, y así está documentado, un «padre» del PNV racista, xenófobo, iluminado y, por supuesto, profundamente anti español e independentista.

  Pero también existió, por más que los documentos que lo prueban sin duda alguna sean cuidadosamente relegados al olvido, otro Sabino Arana que, en sus postreros años, en la última madurez intelectual, pasó revista a su triste obra y abominó de ella.

 La versión oficial nacionalista rechaza este extremo y trata de desvirtuar, y ocultar por tanto, que Arana se declaró al final vasco españolista y optó, sinceramente por renunciar a toda veleidad independentista como el mejor camino para el futuro del pueblo vasco.

 El plan último de Sabino, que sus seguidores más próximos intentaron incluso llevar a cabo, pasaba por defender un País Vasco en el seno de España y de su Corona, con una fuerte autonomía que destacara los rasgos esenciales y mejores de los vascos.

Está escrita, en cartas, en entrevistas y en artículos periodísticos de la época, una visión de Arana que recapitula ante su obra, y plantea ni más ni menos que el proyecto de Autonomía que los españoles aprobaron en la Constitución de 1978.

Por eso se oculta, porque lo que sus pretendidos discípulos quieren hacer ahora con la Carta Magna no habría gustado, en modo alguno, al Sabino Arana de su última época.

         Acabemos, como de costumbre, con una pieza musical, es esta ocasión un “Aurresku” en honor de Felipe VI, Rey de España y Señor de Vizcaya, en una visita a Ermua.




martes, 27 de septiembre de 2022

HACIA EL OTOÑO…




El pasado día 23 comenzó el otoño, y quien iba a decirme que el otoño de la vida, a fuerza de imponer sus colores, iba a presentarse tan pronto ante mí:

 

Puedes contemplar en mí esa estación del año

en que las hojas amarillas, unas cuantas

o tal vez ninguna, penden de las ramas

que tiemblan bajo los vientos fríos,

coros desnudos y desolados,

donde ha poco cantaban gentiles ruiseñores.

Ves en mí el crepúsculo del día,

cuando se funde en el ocaso

tras la puesta del sol,

y que extingue poco a poco la sombría noche,

segunda persona de la muerte,

que sella todo con el reposo.

Ves en mí el resplandor de un fuego

que yace sobre las cenizas de su juventud,

como hacía sobre el lecho mortuorio

en que debe expirar,

consumido por la llama que le nutría.

He aquí lo que percibes,

que robustece más tu amor

para amar tiernamente

lo que habrías de abandonar dentro de poco.

 WILLIAM SHAKESPEARE  [1]

      La poesía de W. Shakespeare encierra, pese a que en su traducción al español pierda su ritmo y su cadencia, una belleza evidente.

     El hombre envejece y con ello se le plantean situaciones nuevas, sensaciones distintas, experiencias imprevistas.

     Caben dos interpretaciones del poema que reproduzco.

         La primera sería la reflexión del propio anciano en relación consigo mismo. Recuerda que fue árbol cuajado de hojas en que cantaban los ruiseñores y que ahora tiembla desnudo bajo los vientos fríos, y se contempla como ocaso del sol abocado a la noche o fuego que se extingue sin llama, para acabar con un canto al amor hacia lo que uno mismo es, que se refuerza pese a que haya de abandonarse al no ser, dentro de poco.

     Otra interpretación sería la del lamento dirigido a la amada, recordándole lo que uno fue y ya no es, esperando acaso que, pese a ello, y percibida la decadencia de la ancianidad, se ame lo que se ve, el hombre avejentado, digno de un amor robustecido, pese a que se habrá de abandonar en breve tiempo.

     Un joven jamás hará una reflexión parecida. Su insultante gallardía, fuerza y decisión, le hacen inmune al paso del tiempo, que inexorable, habrá de llevarle a la pronta tumba o a una vejez inevitable.

     Hoy, en una sociedad hedonista, maleducada y oportunista, se desprecia la ancianidad como a una lacra, sin valorar ni la experiencia acumulada con los años, que atempera el buen juicio y el criterio, ni el sosiego que impone contemplar la vida desde una atalaya en la que ya nada sorprende.

     Que cierto es que con el paso de los años uno ríe menos, pues la carcajada sólo la produce una ocurrencia sorprendente y a la experiencia le sorprenden ya pocas cosas.

     Pero también es cierto que se llora menos, pues el alma se ha venido curtiendo de momentos amargos, tristes experiencias y luctuosos sucesos, haciéndose más dura, más resistente.

     Efectivamente, el hombre mayor, como nos decía Cicerón “Alíos ego vidi ventos; alias prospexi animo procelas”, ha visto otros vientos y afrontado otras tempestades [2], y ello le hace ver la vida con otros ojos, otras actitudes y otros valores o prioridades.

     La vejez y la cercanía de la muerte y su próxima e incluso afectuosa contemplación ─cuestión que mis lectores saben que he tratado en múltiples ocasiones─ es algo tan generosamente consustancial a la vida, que, aunque cada día más frecuente ─pues los hombres mueren cada vez con mayor edad─ merece respeto, consideración y análisis, que quiero dedicarle en esta reflexión heteróclita, pues generosidad de la vida, y no otra cosa, es permitir al hombre alcanzar el estado de vejez.

     Qué duda cabe que la madurez, en innumerables ocasiones, produce una inevitable nostalgia del pasado “O témpora! O mores!” Oh Tiempos, Oh Costumbres [3] ─ pero también es cierto que en ella se acrisolan todas las experiencias vitales, que, siempre que el individuo haya tenido inquietudes intelectuales, habrá de haberle enriquecido de modo sustancial llenándole en plenitud.

     Y no quiero caer en la petulancia de pensar que la vejez implique plenitud, satisfacción o felicidad. No quiero ser como esos personajes descritos por Zweig, que efectivamente resultan difíciles de soportar por la manera sonora y ostentosa que tienen de ser permanentemente felices [4].

     No, la vejez es, qué duda cabe, decadencia, pues el cuerpo pierde su potencia, los achaques asedian al sujeto y pese a ello, salvo que el destino castigue al anciano con una demencia senil o un Alzheimer, mantendrá, en su envoltura doliente, un espíritu vivaz, capaz y alerta.

     Ya lo decían Chateaubriand: Es un suplicio conservar intacto el propio ser intelectual aprisionado en una envoltura material desgastada” [5]; o La Rochefoucauld “La vejez es un tirano que prohíbe, bajo pena de muerte, todos los placeres de la juventud” [6].

     Sin embargo, y pese a ello la vejez tiene también sus ventajas y sus momentos dulces. Recordemos a tal efecto la frase “Vieja madera para arder, viejo vino para beber, viejos amigos en quien confiar, y viejos autores para leer” [7].

     Pensarán, por otra parte, mis lectores que hablo desde la experiencia, pues naturalmente para escribir lo que estoy escribiendo debo ser un anciano.

     No crean, tengo más de 60 años, pero me falta cumplir algunos para llegar a los 70 años, aunque a ellos me vaya acercando, pero hoy en día, eso no es ser anciano, aunque el diario ABC en su día publicase, ya hace años, la noticia de un “Anciano de 60 años muerto al ser arrollado por un tranvía”

     Pero tampoco se es joven a esta edad, y ya se comienza a vislumbrar no el invierno, pero si el otoño de la vida.

     Y uno empieza a ser consciente, como Montaigne de que “Nadie te devolverá los años, nadie te entregará otra vez a ti mismo, la vida seguirá por donde empezó, no revocará su curso ni lo suprimirá. No hará ruido ni avisará de su velocidad. Fluirá en silencio. No se alargará por orden del rey ni en favor del pueblo. Correrá tal como empezó el primer día, no se desviará ni detendrá. ¿Qué sucederá? Tú estás ocupado, la vida se da prisa. Con todo, vendrá la muerte, a la que, quieras o no, hay que entregar el tiempo” [8]

     Sé que a muchos molesta cualquier reflexión sobre la vejez y la muerte, pues les aterra el sólo hecho de que inevitablemente se aproximen ambas, incluso solo la parca sin ser acompañada de la vejez. Sin embargo creo que es tema digno de ser tratado, pues como dijera Jean Jaurès, “Le courage, c’est de chercher la vérité et de la dire” [9], es decir, que el verdadero coraje está en buscar la verdad y decirla, y que nada más cierto que nuestra vida está abocada a la muerte, vejez o no de por medio, y mejor que lo sea con una vejez sana, larga y digna.

     Nada hay peor, sin embargo que el envejecimiento inconsciente, el no darse cuenta del paso de los años. Y así no hay nada más ridículo que un viejo juvenil en modos y modas, como las jóvenes Ladies a que se refería Chateaubriand “Recordaba los versos que escribía entonces a dos jóvenes ladies que se habían hecho viejas a la sombra de las torres de Westminster; torres que volvía a encontrar erguidas como las había dejado, mientras que al pie de ellas habían quedado enterradas las ilusiones y las horas de su juventud, sin que se percataran de ello” [10]

     De todas formas, dejémoslo ya, no vaya a ser que alguien me recuerde, como La Rochefoucauld que “A los viejos les gusta dar buenos consejos, para consolarse de no poder dar malos ejemplos” [11].

         No quiero concluir esta reflexión heteróclita sin referirme a algo que mis críticos me manifiestan muy frecuentemente frente a mis escritos cuando en ellos abundan las citas a otros autores, llegándome a decir, incluso, que no por muchas citas que realice refuerzo mis argumentos, sean o no aceptables, y en este punto solo quiero mediante una nueva cita justificar esta, según algunos, malhadada costumbre, pues como Montaigne con tales citas “hago decir a los demás, no como guías sino como séquito, lo que yo no puedo decir con tanta perfección, ya sea porque mi lenguaje es débil, ya sea porque lo es mi juicio” [12] aserto que no quiero dejar de completar con una última afirmación, como chanza, pues es de todos conocido que “Quid latine dictum sit, altum videtur” que en román paladino significa que cualquier cosa que se diga en latín, suena más profunda, y así mi escrito, si no lo fuere, al menos parecerá culto.

     Sin embargo, pese a la aparente tristeza de este POST, no quiero despedirme sin otra nueva cita, en este caso de Albert Camús, que hago mía con dos correcciones que le introduzco (entre paréntesis):

 “Tengo en mi (alma) demasiada juventud para poder hablar de la muerte (y de la vejez)”

     Y pensemos como Victor Hugo, en frases que me ha pasado un íntimo amigo asturiano

 "Te estás volviendo viejo -me dijeron-, has dejado de ser tú, te estás volviendo amargado y solitario. No, respondí; no me estoy volviendo viejo, me estoy volviendo sabio. He dejado de ser lo que a otros agrada para convertirme en lo que a mí me agrada ser, he dejado de buscar la aceptación de los demás para aceptarme a mí mismo, he dejado tras de mí los espejos mentirosos que engañan sin piedad. No, no me estoy volviendo viejo, me estoy volviendo asertivo, selectivo de lugares, personas, costumbres e ideologías. Si he dejado ir apegos, dolores innecesarios, personas, almas y corazones, no es por amargura es simplemente por salud. No, no me estoy poniendo viejo, estoy comenzando a vivir lo que realmente me interesa”.

      Y para concluir una preciosa Canción del payador argentino, Nelson Luna, dedicada a su padre, a quien le dice "...que se te viene la noche... y se te va yendo el día"









[1] William Shakedpeare. Poesías completas edición bilingüe 
[2] Marco Tulio Cicerón –Familiares, 12,25, 5,12
[3] Marco Tulio Cicerón - Primera Catilinaria
[4] Stefan Zweig - ¿Fue él?
[5] François Renè de Chateaubriand: Memorias de Ultratumba, Ed Acantilado
[6] La Rochefoucauld - Máximas: reflexiones o sentencias y máximas morales; introducción, traducción y   notas de Carlos Pujol. Barcelona: Planeta (Clásicos Universales Planeta; 86), 1984. XXX + 127 páginas.  ISBN 84-320-3917-9.
 [7] Sir Francis Bacon
[8] Montaigne “Discursos” versión de 1595
[9] Jean Jaurès, Discurs à la jeunesse, 1903, à Albi - Anthologie de Jean Jaurès, Louis Lévy, Calmann-Lévy, 1983, ISBN 2826605771, p. 273.
[10] François Renè de Chateaubriand: Memorias de Ultratumba, Ed Acantilado un
[11] La Rochefoucauld - Máximas: reflexiones o sentencias y máximas morales; introducción, traducción y notas de Carlos Pujol. Barcelona: Planeta (Clásicos Universales Planeta; 86), 1984. XXX + 127 páginas.  ISBN 84-320-3917-9.
[12] Montaigne “Discursos” versión de 1595

viernes, 23 de septiembre de 2022

EL NIÑO Y LA NIÑA

 


    Las terribles olas de calor y la sequía que hemos padecido durante este verano, han propiciado incendios forestales terroríficos, que según el Tirano Sánchez 一en un nuevo ejercicio de estulticia progre politicamente correcta一 han sido provocados por el cambio climático, que según sus propias palabras "Mata".

    Sin embargo, los expertos, además de señalar el abandono de los bosques por una nefasta política forestal social comunista,  hablan de la influencia de un efecto climático cíclico conocido como "LA NIÑAque provoca desastres climáticos tanto en Latinoamérica como en el resto de nuestro planeta, con efectos demostrados en la península Ibérica.

          Durante el fenómeno de "LA NIÑA", que es el efecto contrario al de "EL NIÑO", los vientos alisios se fortalecen y las anomalías en la temperatura de las aguas superficiales del mar son precisamente más frías de lo normal en el Pacífico.

     En consecuencia, la atmósfera se enfría por el contacto con las frías aguas superficiales del océano y, por ello, el agua no se evapora y el aire no se eleva ni se crean nubes, así que el nivel de lluvias y tormentas disminuye de forma anómala en amplias extensiones del planeta.

     Las predicciones de los modelos indicaban que había una probabilidad de que persistieran las condiciones de La Niña durante 2022,  y ahora parece que se extenderá incluso hasta la primavera de 2023.

     En el caso concreto de la Península Ibérica, y tras varios meses sin apenas lluvias, se puede empezar a pensar que LA NIÑA es la que provoca este patrón tan seco y persistente, explica Juan Jesús González, físico, investigador en dinámica atmosférica y portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

     Para González, esta situación de escasez de lluvias, no se puede atribuir al cambio climático: "la sequía es una característica intrínseca del clima peninsular y este periodo de ausencia de lluvias es más o menos normal; lo que es anormal es lo que apuntan las predicciones de que no se ve un claro escenario de lluvias".

    El actual periodo de sequía en España es la consecuencia de un bloqueo anticiclónico que provoca una ausencia prolongada de precipitaciones, además de una fuerte oscilación térmica, con más de 25ºC de diferencia entre la temperatura máxima y la mínima en algunos puntos.

        De momento, las proyecciones climáticas apuntan con claridad a que en "España habrá un aumento de la persistencia y frecuencia de la sequía", lo que se podría aplicar en este contexto.

            González hace hincapié en que esta situación de sequía puede afectar a otras zonas del globo, incluso de manera "más notable que en España", porque están más cerca del Océano Pacífico, como pueden ser el oeste de los Estados Unidos y países de hispanoamérica; en el otro lado, Marruecos es otro de los países afectados por la sequía. En el reino alauita, al estar tan cerca de España, se encuentra fuertemente influenciado por los patrones climáticos peninsulares, y, a día de hoy, ante la falta de lluvias de este otoño e invierno, el país afronta su peor sequía de las últimas tres décadas con un déficit de precipitación del 53% respecto a la anterior temporada.

         Diversos medios de comunicación ya apuntaban, a finales de la primavera, que La Niña es la posible causa de la sequía en España, donde no llueve de forma regular desde Navidad, y todo apunta a que este evento oceánico podría mantenerse activo el próximo otoño por tercer año consecutivo

         Las implicaciones de un fenómeno atmosférico de este calibre son múltiples ya que afecta a toda la cadena de producción y distribución de muchos de los productos más demandados globalmente.

        Arruina cosechas por exceso o defecto de agua; aumenta los incendios en plantaciones y bosques ─como ocurre ahora mismo en la península─ y la aparición de plagas en las zonas secas ─como la plaga de langosta sufrida hace poco por Extremadura─; frena la explotación minera, especialmente al aire libre, provoca destrozos y cortes en las infraestructuras que impiden la generación eléctrica y la salida de la materia prima al mercado.

     Y todo ello desemboca en un aumento de los costes de aprovisionamiento, que se traduce en un incremento de la inflación de bienes y en una reducción de los márgenes empresariales en las naciones e industrias perjudicadas.

         Pero tan importante como el efecto económico de El Niño y La Niña, son las consecuencias sociales que, de su aparición, se derivan para muchas naciones en las que los productos negativamente afectados constituyen la base fundamental de su dieta cotidiana.

          Gran parte de las revueltas internas en áreas en desarrollo que se produjeron en el pasado (el caso de las tortillas en México o el pan en Egipto) están ligadas a un aumento del precio del trigo, el maíz, el arroz o similares, todos ellos en riesgo como consecuencia del impacto meteorológico de estos fenómenos que afectan principalmente a las grandes zonas productoras de grano a nivel mundial.

      Eso por no hablar de las consecuencias que la ausencia o el exceso de lluvia tienen sobre las regiones económicas más deprimidas del planeta, esas que, lamentablemente, no importan a nadie.

      Por otra parte el fenómeno de la Niña provoca mayor frecuencia en la aparición de Huracanes Atlánticos, como el Danielle, cuyos restos nos han llegado en forma de borrasca que afectó con sus lluvias a la península, mientras que el calentamiento generado por La Niña sobre las aguas del Mediterráneo, auguran lluvias torrenciales muy dañinas sobre nuestra costa levantina, que ya han comenzafo a producirse.

        Algunos climatólogos han afirmado que durante este tiempo se ha producido un poco frecuente fenómeno de "El Niño Atlántico", que es el que ha provoca el estancamiento de La Niña en el Pacífico.

     Finalmente, no quiero dejar de referirme a los “científicos clima alarmistas” que permanentemente nos dan la paliza con sus predicciones de calentamiento global, a quienes me gustaría formular una pregunta:

 ¿Cómo es que en un período teóricamente de calentamiento del planeta, se produce un persistente enfriamiento del Pacifico como el que implica el fenómeno de “La Niña”?

en resumidas cuentas 

¿El planeta se calienta o se enfría?

     Nadie lo sabe, y hay científicos que pronostican una nueva glaciación, frente a los defensores de la teoría del calentamiento.

     En atención a todo lo comentado, podemos concluir que toda previsión de los analistas no deja de ser ingenua porque si “El Niño o La Niña” se junta con la “Tormenta Solar” a que hemos hecho referencia en uno de nuestros anteriores POST "CITAS LITERARIAS DE UN CLIMAESCÉPTICO", eso querrá decir que la Madre Tierra «Gea» y sus camaradas estelares, nos van a jugar no una, sino varias malas pasadas y todas ellas a la vez en lo que queda de 2022 y años siguientes.

 O sea, que Dios nos pille confesados.

         Concluyamos, como de costumbre con una pieza musical, en este caso la pieza de canto gregoriano “Vidi Aqua”

 


 

 

martes, 20 de septiembre de 2022

HACER COLA


 

        Hay un divertido libro llamado “Como ser un alienígena en Inglaterra”, escrito por el húngaro George Mikes, que es una parodia de los hábitos y costumbres de los ingleses, en el que describe su pasión por hacer cola con estos párrafos:

 

        «Hacer cola es la pasión nacional de una raza por lo demás desapasionada.

        Los ingleses son bastante tímidos al respecto, y niegan que lo adoren.

        En el continente, si la gente está esperando en una parada de autobús, merodean aparentemente aburridos y medio dormidos.

        Cuando llega el autobús, corren hacia él; la mayoría de ellos salen en autobús y una minoría afortunada es llevada por una elegante ambulancia negra.

        Un inglés, aunque esté solo, forma ordenadamente una cola de uno.

        Los anuncios más grandes y atractivos frente a los cines le dicen a la gente:

Haga cola aquí por 4s 6d; Haga cola aquí por 9s 3d; Haga cola aquí por 16 s 8 d (impuestos incluidos).

        Los cines que no pongan estos carteles de colas no hacen ningún buen negocio.

        Los fines de semana, un inglés hace cola en la parada del autobús, viaja a Richmond, hace cola para un barco, luego hace cola para el té, luego hace cola para el helado, luego se une a algunas colas extrañas solo por el gusto de hacerlo, luego hace cola en la parada de autobús y pasa el mejor tiempo de su vida. Muchas familias inglesas pasan agradables veladas en casa simplemente haciendo cola por unas horas, y los padres se ponen muy tristes cuando los niños los dejan y hacen cola para ir a la cama.»

 

        Y prueba de ello, son las inmensas colas que se han formado estos últimos días en Londres para rendir homenaje ante el féretro de la fallecida reina Isabel II.

 


        Sin embargo, no nos engañemos, ese “hacer cola”, en el fondo, no significa una perpetua e indestructible adhesión a la monarquía.

        Efectivamente, en 1975, tras la muerte de Franco se formaron inmensas colas en Madrid para rendir honores a los restos del General expuestos en el Palacio Real.

 


     Pero tan solo tres años más tarde ─Transición mediante─, los españoles se olvidaron de Franco y el franquismo, y abrazaron una democracia parlamentaria pluripartidista ─incluyendo a PCE y PSOE, vencidos por Franco en nuestra Guerra Civil 1936/1939─ con una abrumadora mayoría de votos en el referéndum para la aprobación de la Constitución.

      Así que el significado de estas colas no es más que una expresión de luto en un momento determinado, que no interfiere en el común pensar de los ciudadanos, y que no implica, como ya he dicho, adhesión o compromiso político de clase alguna.

      Y despidámonos, nuevamente con un video musical, en esta ocasión, ya que vamos de muertes y funerales, el “Confutatis Maledictis” de la Misa de Requiem de Mozart



viernes, 16 de septiembre de 2022

DESCANSO SOBRE EL JARDIN

 


Algunos conocéis mi afición por la fotografía, y que conservo un archivo fotográfico de negativos, ya de cierto volumen.

Hurgando en él, encuentro esta fotografía que tomé en el palacio del Maharajá de Jaipur, en la India, en la que un miembro de su personal se solaza, contemplando despreocupadamente el horizonte del jardín, desde un historiado balcón de mármol.

Su expresión de placidez, la riqueza ornamental del propio balcón, y el aire de intemporalidad de la fotografía me encantan.

Espero que a vosotros también os guste, y dada la brevedad de esta pequeña reflexión os acompaño una pieza de música de sitar, el tradicional instrumento hindú de cuerda, tocado por la famosa interprete Anoushka Shankar



 


miércoles, 14 de septiembre de 2022

OTRA VEZ LA MUERTE

 

El beso de la muerte, Tumba Del joven Llauvet. Cementerio de Poblenou. Barcelona

         He tenido siempre una reiterada tendencia, incluso en ocasiones con el manifiesto desagrado de algunos amigos, al análisis de la “Muerte” como única realidad incontestable e ineludible de la condición humana, que se ha concretado en diversos escritos publicados en relación con “ella”.

La psiquiatra americana Pema Chodrom afirma:

“Quienes aprenden a conocer la muerte, más que a temerla y luchar contra ella, se convierten en nuestros maestros sobre la vida.”

        Al final la reflexión a cerca de la necesidad de no temer a la muerte aparece en muchos clásicos, entre ellos quiero destacar a Shakespeare, quien pone en boca de Cesar, ante el aviso de los riesgos a cerca de su próxima muerte, las siguientes palabras:

“¡Los cobardes mueren varias veces antes de expirar! ¡El valiente nunca saborea la muerte sino una vez! ¡De todas las maravillas que he oído, la que mayor asombro me causa es que los hombres tengan miedo! ¡Visto que la muerte es un fin necesario, cuando haya de venir, vendrá!”

O cuando hace decir a Macbeth:

“Había de morir tarde o temprano: alguna vez vendría tal noticia. El mañana se arrastra con paso mezquino, día tras día, hasta la sílaba final del tiempo escrito y la luz de todo nuestro ayer nos guía hacia el polvo de la muerte. ¡Apágate, breve llama!”

    Escuché a Gabriel Albiac, hace algún tiempo en TV, decir que "la única ventaja de la ancianidad es la de permitir una sosegada contemplación de la cercanía de la muerte".

El debate en que dicha afirmación tuvo lugar se desarrollaba en torno a la existencia del hoy, del pasado y del mañana, y la conclusión de los contertulios, basada en el origen filosófico de la reflexión en Parménides, es que solo existe el “es”, el instante que vivimos, pues el pasado no existe más que como memoria y el futuro tan solo como expectativa o esperanza, como proyección de nuestros deseos más allá del “es” que actúa de realidad única.

    Chateaubriand, con otras palabras, dice lo miso:

Solo el presente nos pertenece, y solo a Dios corresponde decidir si viviremos el próximo minuto.

También Quevedo lo hace en su poema ¡Ah de la Vida!

Ayer se fue; mañana no ha llegado;

hoy se está yendo sin parar un punto:

soy un fue, y un será, y un es cansado.

    O Gabriel Albiac en su preciosa frase:

No hay realidad humana sin la danza laberíntica, cruelmente hermosa, del miedo y la esperanza. Lo demás es barbarie.

Pero ¿Porqué esta fijación con la muerte? Me preguntarán algunos de mis lectores.

Pues sencillo.

La muerte es la única verdad incontrovertible que tenemos en nuestra vida, y por ello todos, lo reconozcamos o no, nos preguntamos sobre ella y sobre lo que nos encontraremos después de sufrirla.

Algunos la temerán, otros, como es mi caso, no la desean, pero no la tememos.

Ya lo he explicado en otras de mis reflexiones, pues como creyente me enfrento a la muerte con el pensamiento de que la bondad divina, que es infinita, me permitirá acompañar al Padre en alguna de las moradas que el Hijo nos tiene preparadas, como anunció Jesús a los apóstoles.

Y si no hay nada después de la muerte, tampoco hay que temerla, pues la nada implicaría ausencia de sufrimiento, de memoria y de conciencia de la propia muerte. Y tal eventualidad me entristece, pero no me asusta.

En la literatura bíblica ciertos números tenían un significado especial más allá del puramente aritmético, así cuarenta era el período de tiempo de una generación y significa el paso de un tiempo largo.

     Puede también significar un período de prueba, de maduración, que acaba en una nueva situación: los 40 días y 40 noches del diluvio, con no promesa de una nueva vida sobre la tierra; los 40 años de los israelitas en el desierto que acaban con la entrada en la Tierra Prometida; los 40 días y noches de ayuno de Jesús que acaba con su “triunfo” sobre el diablo.

Según San Lucas, Jesús acaba su paso por la tierra a los cuarenta días de su Resurrección, significando la consumación de su trabajo de redención y entrada en el cielo.

 Ojalá que Dios no nos haga esperar 40 días para comunicarnos su decisión de si nos deja o no que entremos en el cielo a disfrutar de Su contemplación y compañía.

Y como final de este POST os traigo el video de la canción “Elegía”, versos de Miguel Hernández cantados por Serrat



lunes, 12 de septiembre de 2022

LOS BOSQUES

 

    La Historia de España, de lo que hoy entendemos por España, empieza en los bosques asturianos.

      Allí se refugiaron los hispano romanos y los visigodos qque huyeron de la veloz conquista musulmana de la península Ibérica, que se produjo entre los años 711 (Batalla de Guadalete) hasta el 718 (Batalla de Covadonga), tan sólo 7 años.

Y allí, en los bosques del monte Auseva y la Gruta que en él se encuentra, labrada en la roca por el rio del mismo nombre, que se precipita por la misma cueva después de desaparecer, peñas de arriba, en las cimas de Orandi, se produjo en el 718 la “Batalla de Covadonga” que supuso el comienzo de la Reconquista y del Reino de Asturias, bajo la bendición de la Virgen que desde entonces es adorada en su Cueva Como la “Santina” de Covadonga,  Reina de España, y con una cruz de roble con la leyenda ” HOC SIGNO VINCITVR INIMICVS” (Con este símbolo venceremos al enemigo), hoy conservada en La Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, enriquecida con oro y joyas por los Reyes Asturianos.

      Ya en tiempo de los romanos los bosques sirvieron de cobijo a las tribus Astures; Así, cuenta Estrabón que, tras acabar con su resistencia armada, primero Augusto en el año 25 a.c. y posteriormente Marco Vipsanio Agripa, el general más prestigioso de Roma, en el 19 a.c. obligaron a los supervivientes de las rebeldes y belicosas tribus astures a abandonar sus “castros” de los montes y  vivir en las llanuras y los valles, donde su capacidad de resistencia o levantamiento era menor que si habitasen en sus bosques. [i]

      Existe, en nuestro acervo popular, el mito de que una ardilla, en épocas pretéritas, podría cruzar la península sin bajarse de los árboles.

Sin embargo, el mito de la naturaleza boscosa a la Península Ibérica es una cuestión controvertida, pues mientras que el geógrafo Estrabón, en el tercer libro de su “Geografía” (siglo I a. C.), describe Iberia como “una gran extensión de montañas y bosques”, en la misma época de Estrabón, Plinio el Viejo describía así a Hispania: “los montes de Hispania, áridos y estériles y en los que ninguna otra cosa crece, no tienen más remedio que ser fértiles en oro.”

      El cuadro que presento muestra la evolución anual de la superficie forestal total en España de 1990 a 2016. En el año 2016, la superficie forestal de España ocupaba aproximadamente 184.500 kilómetros cuadrados.



        En lo que llevamos de año, especialmente durante el verano, se han quemado [ii] según ECOAVANT del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, más de 220.000 hectáreas, por lo que nos encontramos con una reducción de la superficie forestal, durante el verano, de 2.200 Km2, aproximadamente, con lo que volvemos a cifras del año 2012, lo que significa que hemos perdido la superficie forestal que habíamos ganado durante los últimos 10 años.



    Sin embargo, y pese al “cambio climático” al que recurre Sánchez, con su habitual mentira, para explicar su nefasta gestión forestal, no es la mayor cifra de nuestra historia de pérdida de superficie forestal, como demuestra este otro Gráfico, siendo los años 1976 a 1996 los más terribles, llegando a incendiarse más de 400.000 Ha en los años1977, 1985 y 1993.

       En consecuencia, podemos decir que la “Alerta Climática contra el Fuego de nuestros Bosques” no es sino otra mentira manipuladora de la izquierda radical que nos gobierna, que oculta su desastrosa gestión, con sus políticas medioambientales ecologistas y absurdas, que prohíben la limpia de los montes, el pastoreo intensivo, la creación de cortafuegos y toda actividad que pueda hacer bueno el refrán “Los incendios de los veranos se apagan en los inviernos”

    En este punto recuerdo la entrevista hecha por Sostres a Abel Matutes Jr. en ABC del 2/8/2022, en la que el empresario ibicenco nos dice:

Luego están los ecologistas, los tontos más caros del mundo.

Yo distingo entre el ecologismo bien entendido que ayuda al empresario turístico a preservar el encanto de la isla, que al final es por lo que los turistas vienen a vernos; y el ecologismo mal entendido, que toma la bandera del medio ambiente para ir en contra del negocio y cargarse el bienestar de muchas familias que viven del turismo.

Y se cargan los bosques, también.

Las personas inteligentes entienden que los países ricos son los que mejor cuidan sus bosques. Una economía sana cuida la naturaleza.

      Pero todo ello es consecuencia de poner en manos de los movimientos ecologistas urbanitas y pisapraderas, desconocedores de las realidades de la naturaleza y de la vida en el campo, con todos sus complejos y maravillosos aspectos, la política medioambiental, agrícolas, ganadera y cinegética, en donde hoy prima el "bienestar" y la vida de las plantas y los animales silvestres, por encima de la de sus habitantes humanos.   

     Y en este despropósito se encuentra el origen de los incendios forestales sufridos este verano; En la desastrosa política forestal y de la naturaleza en general, del gobierno Frankenstein del Tirano Sánchez que soportamos, sin perjuicio de que las altas temperaturas sufridas hayan ayudado a la difícil extinción de los mismos.

     Cualquiera que se de un paseo por el campo y hablé con sus habitantes, llegará a la misma conclusión.

    Concluyamos así con un nuevo video musical. En esta ocasión el tercer movimiento de la Simphonia Nº 6 de Beethoven, la "Pastoral" 一pues es pastoreo lo que entre otras cosas falta en los montes一 por la London Symphony Orchestra




[i]   BELLVM ASTVRICVM. Una hipótesis ajustada a la historiografía romana y al marco arqueológico y geográfico de la comarca de “Los Valles de Benavente” y su entorno.  José Luis Vicente González* https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3155646.pdf

[ii] https://www.ecoavant.com/medio-ambiente/incendios-forestales-en-espana-18-julio_8823_102.html