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lunes, 18 de diciembre de 2023

ANDREU NIN - STALIN ASESINA A OTRO TROSTKISTA

 


Hoy, que tan en boga está la manipulación histórica de nuestro pasado en beneficio de tesis disparatadas de la Izquierda socialista y Comunista, que quieren hacer buena la II República y terriblemente mala la reacción de los llamados “Nacionales”, creo que es un buen momento para que nos acordemos de Andreu Nin.

Andreu Nin i Pérez (El Vendrell, Tarragona, 4 de febrero de 1892 - Alcalá de Henares, Madrid, 20 de junio de 1937), fue uno de los personajes más importantes del marxismo revolucionario del ala Trotskista en España de la primera mitad del siglo XX.

De orígenes modestos —era hijo de un zapatero y una campesina—, consiguió llegar a ser maestro y trasladarse a Barcelona, poco antes de la Primera Guerra Mundial. Aunque fue maestro durante un tiempo, en una escuela laica y libertaria, pronto se dedicó al periodismo y a la política.

Si bien se integró primero en las filas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pronto abrazó la causa del sindicalismo revolucionario, ingresando en la CNT.

En 1919 sustituyó a Evelio Boal, secretario del Comité Nacional de la CNT, que había sido asesinado.

Vivió durante un tiempo en Moscú. A partir de 1926, perteneció a la Oposición de Izquierda dirigida por Trostski para oponerse al ascenso de Stalin dentro del Partido Comunista de la Unión Soviética ─idea que compartía con Lenin─, teniendo que abandonar la URSS en 1930.

A su vuelta a España, Nin fue clave en la formación de un grupo de orientación troskista (bolchevique-leninista antistalinista).

Sus distintas iniciativas y gestiones cristalizaron en la formación del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) en 1935.

Al estallar la Guerra Civil Española se convirtió en el máximo dirigente del POUM, ala comunista trotskista anti estalinista, lo que le llevaría a la muerte.

        La versión del Partido Comunista ─estalinista─ es que fue liberado tras su encarcelamiento, por agentes de la Gestapo, bulo que fue sostenido incluso por Juan Negrín, jefe del Gobierno de la República.

        La verdad es muy otra, e implica a Comunistas estalinistas, anarquistas y socialistas, que luchaban por el control del Frente Popular.

En junio de 1937 en Barcelona, como consecuencia del aumento de las tensiones entre comunistas estalinistas (PCE y PSUC) y troskistas fue detenido por la policía política soviética a las órdenes de Stalin, que actuaba clandestinamente en la zona republicana con la connivencia de los mandos comunistas en la policía y el gobierno.

Fue trasladado a Valencia y luego a Madrid, donde fue finalmente torturado y asesinado en Alcalá de Henares el 20 de junio de 1937, por orden del general Orlov, que actuaba en nombre de Stalin, según documentos de la GPU dados a conocer por Mª Dolors Genoves y Llibert Ferri en su película documental "Operació Nikolai".

Los intentos por localizar sus restos, que posiblemente se encuentren en terrenos de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares, han encontrado, siempre, la oposición de la izquierda comunista y socialista, implicados en su asesinato.

Nin es otra de las muestras de la “Guerra Interna” que se desató entre diversas facciones de la izquierda frente populista durante la guerra Civil 1934-1939 relatados en mi reflexión  Guerra civil dentro de la Guerra Civil que provocaron numerosos, miles, de asesinatos, no sólo de izquierdistas españoles, sino también de, al menos, 2.000 brigadistas internacionales ─asesinatos entre los que llama la atención el de Buenaventura Durruti─ guerras intestinas que según muchos analistas, fueron una de las causas de la derrota del bloque republicano en la guerra civil.

        Y ya que relatamos esta guerra intestina de la izquierda frente populista, amenicemos esta reflexión con un vídeo en que se recoge una popular canción de los milicianos, “Ay, Carmela”, a cuyo ritmo no les importaba matarse entre ellos mismos.


© 2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana



viernes, 15 de diciembre de 2023

¿LOS MEJORES Y LOS PEORES?



Me impresiona la expresión de serenidad, incluso de alegría que refleja la cara del Sacerdote Martín Martínez momentos antes de ser fusilado en 1936, siendo conocedor de su inmediato destino.

Solamente la fe verdadera, la esperanza en la resurrección, la creencia sincera, pueden mantener a un hombre en esa actitud de paz ante la proximidad de la muerte.

Se ha escrito mucho a cerca de esta foto y del sacerdote en cuestión, pero yo la traigo aquí solamente como ilustración de la crítica que quiero dirigir a las palabras recogidas en el suelto periodístico “LOS MEJORES Y LOS PEORES” de Javier Marías, que al amparo de un apellido ilustre, nos ha castigado el pasado 20 de abril de 2014, en las páginas de El País, con un escrito cargado de sofismas, en el más puro concepto del término: de falsedades revestidas de apariencia de certidumbre.

Decir en su escrito “Los peores y los mejores” que:

“…no hablemos de las fuerzas que acabaron imponiéndose en España durante la Guerra Civil y relegando a los mejores a la condición de meros espectadores horrorizados, o de exiliados prematuros, o de leales al bando de la República por ser el único legal parcialmente a su pesar, es decir, por decencia pero sin convicción”

es, en puridad una falacia, pues ni fueron los mejores quienes defendieron no ya a la República, sino al “Frente Popular” bolchevique, ni fue la República —derribada por esos mismos bolcheviques—  “legalidad” de género alguno, ni por su origen en unas elecciones municipales ganadas en computo nacional de votos por los Monárquicos, ni por la perpetración del fraude electoral masivo en las elecciones de 1936.

Por otra parte es lamentable el ataque de Marías a las religiones y su falta de respeto a quienes puedan profesarlas, al afirmar tan arteramente, en una nueva perfidia del autor, que:

“Mucho me temo que esa ha sido una de las principales funciones de las religiones: encender mechas, ofrecer coartadas, prometer dichas ultraterrenas a los asesinos por vocación.”

¿Asesinos por vocación amparados por las religiones?

No olvidemos que en España entre 1936 y 1939 y en la retaguardia del bando republicano, se produjo una autentica, pavorosa y cruel persecución religiosa que acabó con el asesinato, por mano de esos “mejores” republicanos, de al menos 13 Obispos, 4.254 sacerdotes, 2.489 frailes y religiosos, 283 monjas, 249 seminaristas y más de 3.000 seglares, cifra sin embargo difícil de cuantificar. En total, unos 10.000 muertos por el delito de ser católicos y no renegar de ello [ii] [iii] [iv] [v] [vi]

Y todos ellos murieron pensando que es una impostura afirmar que

“…todos tenemos solamente una vida, y que ninguna puede arruinarse por un abstracto Bien Futuro.”

pues las suyas las entregaron en búsqueda y defensa de ese “Abstracto Bien Futuro” —que los creyentes llamamos Resurrección y Gloria— ante pelotones de milicianos que, sin creencia ni fe en ese, ni en ningún otro “abstracto bien futuro”, sí que fueron asesinos, a secas, sin tan siquiera vocación, ni respeto alguno hacia sus víctimas, a muchas de las cuales torturaron antes de su muerte o cuyos restos profanaron después de ella.




[i] Fotografía de  Hans Gutmann Guster, también conocido como «Juanito»,o «Juan Guzmán»  (Colonia, 28 de octubre de 1911 – Ciudad de México, 1982), EFE. ed.; Siétamo (Huesca), agosto de 1936.- Sacerdote capturado por las fuerzas republicanas, instantes antes de ser fusilado.  efespseven981585

[ii] Andrés-Gallego, J., y Pazos, A. M., La Iglesia en la España contemporánea, voL 11, 1936-1939. Madrid 1999, p. 12.

[iii]  CARCEL ORTÍ, V.; Historia de la Iglesia en la España Contemporánea (ss. XIX  y XX). Madrid 2002, p. 147

[iv]  García Villoslada, R.; La Iglesia en la II República y en la guerra civil 1931-1939.; Historia de la Iglesia en España, Madrid 1979. pp. 370-372.

[v] Montero Moreno, A.; Historia de la persecución religiosa en España 1936-1939, Madrid 1999, pp. 749-768.

[vi] Enrique Somavilla Rodríguez; LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN ESPAÑA DURANTE LA II REPÚBLICA Y  LA GUERRA CIVIL; RELIGIÓN Y CULTURA, UV (2008), 191-526

martes, 12 de diciembre de 2023

OPERETA DEL LENGUAJE INCLUSIVO




     Me considero "incorrecto políticamente" pero intento ser correcto lingüísticamente.

    Por ello me repatea, me duele al oído y a la cordura, el absurdo uso que se hace en España de las llamadas "lenguas vernáculas" muchas de las cuales, como la "fabla" aragonesa, el "bable" asturiano, no son más que meros dialectos del español que es como se llama en todo el mundo o castellano, como lo llama la Constitución por un absurdo complejo de sus redactores de que la primera forma diese alas a los nacionalistas a considerar sus lenguas como no españolas.

    Cuando yo hablo de países o ciudades situadas en lugares donde no se habla español, no se me ocurre hacer la estupidez de pronunciarlas en su idioma original, y así, efectivamente hablo de Inglaterra y Londres y no de England o London, igual que no se me ocurre decir Deutschland o München y digo Alemania y Munich.

    Pero aquí, rizando el rizo se ha puesto de moda, de moda "correcta políticamente" es decir de estupidez, decir A Coruña por La Coruña, Lleida por Lérida, Ondarribia por Fuenterrabia, etc.

    Al igual que, siempre la izquierda, y algún bobo de derechas como el senador Fabra, saltándose las normas de la RAE, dicen "todas, todos y todes" machacando el principio de economía del lenguaje y el masculino genérico, o nos entretienen pateando el diccionario con palabros como "Portavoza" "Presidenta" o "niñes"

    Todo este batiburrillo lingüístico absurdo, es lo que están haciendo con nosotros los políticos con la disculpa de "proteger sus idiomas" es decir sus lenguas vernáculas, que estaban al borde de desaparecer a finales del s. XIX y que reconstruyeron los movimientos nacionalistas burgueses protofascistas y oligarcas, en defensa de sus privilegios y con el deseo de tener controlada a la población a la que explotaban y explotan.

    Hoy las revoluciones ya no se hacen con violencia —salvo para Pablo Iglesias, para quien el derramamiento de la sangre de los oponentes contrarrevolucionarios sigue siendo el rito mágico de las revoluciones— sino mediante el lenguaje, al que se dota, con intención política manipuladora, de significados distintos al consagrado por su uso, ratificado por la RAE, con el objetivo gramsciano de forzar la "supremacía" comunista en todas las esferas de influencia social existentes en la Sociedad.

    Y para concluir un nuevo video, en esta ocasión no es musical, pero es apropiado

© 2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana





viernes, 8 de diciembre de 2023

LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

 


Hoy es el día de la Inmaculada Concepción de María, y es una constante indicativa del escaso conocimiento de los fundamentos de la fe cristiana ―que profesa nuestro pueblo mayoritariamente, pues un 80 % de los españoles se declara católico, sin perjuicio de que mayoritariamente se declaren, también, no practicantes― la confusión que se produce entre el Dogma de la Inmaculada Concepción de María y la Encarnación Virginal de Jesucristo.

Si se pregunta a la gente de la calle que es la Inmaculada Concepción, la respuesta mayoritaria es que se trata de la referencia a la concepción sin macula de Jesús.

La confusión refleja una idea subconsciente, fruto de una desviada educación sexual ultra conservadora, de que el sexo es impuro, y que dado que Jesús fue concebido por María sin pérdida de su virginidad se trató de una concepción “Pura”.

Sin entrar en consideraciones más profundas a cerca de dicho disparate, lo cierto es que el dogma de la Inmaculada Concepción se refiere a otra cosa.

El Papa Pío IX proclamó el 8 de diciembre, de 1854, en su bula “Ineffabilis Deus”, que era verdad revelada por Dios y que todos los fieles tenían que creer firmemente que:

"La Beatísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original por singular privilegio y gracia de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del genero humano".

Es decir, que María gozó de la plenitud de la Gracia, de la total ausencia de pecado desde el momento de su concepción, momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica preparada por los padres.

La razón de esa inmaculada concepción es que Dios preparó en María un lugar puro donde su hijo se encarnaría.

Y la consecuencia de ello es que María, no afectada por el pecado original, se mantuvo inmune de todo pecado personal durante el tiempo de su vida.

Esta es la grandeza de María, propugnada por la fe católica, que siendo libre, nunca opto por nada que la manchara o que le hiciera perder la gracia que había recibido.

En atención a que el Papa Pío IX declaró el dogma de la Inmaculada el 8 de diciembre este día es festivo, lo que unido a la fiesta que se ha establecido para recordar el hecho de que la Constitución Española fue aprobada en referéndum el día 6 de diciembre, los españoles gozamos de un magnifico “puente” a principios de diciembre, que constituye la antesala de las navidades y que se han convertido en unas mini vacaciones muy apreciadas por los españoles y por lo que veo en la prensa, en peligro de extinción si prospera la petición formulada en el Senado por el PSC, ERC e IU.

Efectivamente, la izquierda radical catalana pidió en su día en el Senado que todas las fiestas nacionales, salvo el 25 de diciembre, el 1 de enero, y como no el 1 de mayo, se pasasen a lunes para evitar los puentes, y a cambio que se incrementasen las vacaciones de 30 a 35 días naturales al año y se estableciese la jornada semanal en 35 horas.

Naturalmente el día 6 de diciembre les importa una higa, no en balde la Constitución no es precisamente el santo de sus devociones, y es gracioso que mezclen como inamovibles una fiesta profana, el 1 de enero Año Nuevo, la fiesta Cristiana por excelencia, el 25 de diciembre día de la Navidad, y la fiesta socialista y reivindicativa por excelencia, el 1 de mayo, día del trabajo.

Nuestros políticos son especialistas en mezclar churras con merinas, y la selección de fiestas inamovibles de la propuesta comentada, así lo corrobora.

Puestos a ello me pregunto porque no declarar fiestas nacionales inamovibles el Viernes Santo, el 15 de agosto (aunque no, claro, porque está en el mes por excelencia de las vacaciones veraniegas), o el 14 de abril, ya que la propuesta es republicana. Y ya de paso, finalmente y en consonancia con el pensamiento “alicia” de la Alianza de Civilizaciones inventarnos una nueva fiesta en la primavera, en conmemoración de la entrada de los moros en la península.

Pero volvamos al asunto que quería tratar en este escrito, el del “Pecado Original”.

Según la tradición cristiana el pecado original es el pecado cometido por los primeros padres de la humanidad (Adán y Eva) al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal.

El pecado, cometido por tentación del demonio bajo la forma de una serpiente, fue castigado con la expulsión de la humanidad del jardín del Edén y su sujeción a la muerte, la enfermedad y el trabajo, dañando también de manera perdurable la naturaleza humana.

Desde el punto de vista teológico, la doctrina cristiana del pecado original se fijó en el concilio de Cartago, y se precisó posteriormente en los de Orange y Trento.

Los detalles de su forma actual probablemente procedan de la influencia de la doctrina maniquea de la maldad innata de nuestra naturaleza y su semejanza superficial con la doctrina del pecado original, a través de los escritos de san Agustín de Hipona, el cual formuló la noción de una corrupción fundamental de la naturaleza humana por consecuencia del pecado original que ha tomado carta de naturaleza en la Iglesia.

La teología escolástica distingue entre el pecado original originante —el acto concreto de desobediencia cometido por Adán y Eva— y el pecado original originado —las consecuencias que el mismo provocaría sobre la constitución de la especie humana—, en cuya virtud no sólo se perderían los dones preternaturales de la inmortalidad y la exención del sufrimiento, sino que las capacidades del espíritu humano —tanto las morales como las intelectuales— carecerían de su vigor natural, sometiendo la voluntad a las pasiones y el intelecto al error. De acuerdo a la doctrina fijada en el concilio de Trento, la condición de "naturaleza caída" se transmite a cada uno de los nacidos tras la expulsión del Edén.

La doctrina teológica disidente (protestante) considera que es injusto que a causa del pecado de un hombre se haya originado la decadencia de toda la humanidad, y que el concepto del pecado lleva implícito el elemento de “voluntariedad” que no se da en el caso del Pecado Original.

Y aunque la doctrina católica considere dogma de fe la existencia de ese pecado, la verdad es que resulta difícil aceptar sus formulaciones.

El arzobispo Angelo Amato, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Iglesia Católica, afirmó el 3 de marzo de 2005, que la figura del pecado original solo puede entenderse como desobediencia a Dios cuya consecuencia es la muerte, entendida como perdida de la gracia santificante de la que disfrutaban los primeros hombres, concluyendo que:

«La doctrina católica sobre el pecado, en último término, se resume en la solidaridad de los hombres en Adán, contrapuesta a la solidaridad de los hombres en Cristo»

Por causa del pecado de Adán con el que todos nacemos, sufrimos la privación de la santidad y justicia originales. El pecado introduce en el mundo una cuádruple ruptura: la ruptura del hombre con Dios, consigo mismo, con los demás seres humanos y con la creación toda.

Producto de estas rupturas, las consecuencias que tiene el pecado original para nosotros serían: el debilitamiento de la naturaleza humana, que ha quedado sometida a la ignorancia, al sufrimiento, a la muerte y a la inclinación al pecado.

Y solo por la acción de Jesucristo obtenemos la redención y la gracia.

Hasta aquí la formulaciones teológicas oficiales católicas.

Tal vez una formulación diferente podría partir de la idea de que Adán y Eva perdieron, como consecuencia del Pecado Original, de su desobediencia a los mandatos Divinos, aquellas características preternaturales de la inmortalidad y de la exención del sufrimiento de que disfrutaron en el Edén, y que una vez afectados por la muerte, fruto de su distanciamiento de Dios, sus descendientes, nacidos ya mortales y sufrientes, vienen marcados por aquella “privación de la gracia” en palabras de Santo Tomás de Aquino, más para enfatizar la labor salvífica de Cristo, respecto del hombre “esencialmente” pecador, que como mácula pecaminosa e impura.

No se trataría de “pecado” en fin, con todas sus características de acto de distanciamiento de Dios realizado por el hombre en uso de su libre albedrío, sino de privación de la gracia divina con la que aquel fuera primigeniamente creado, y que solo podrá recuperar por la intercesión de Jesucristo, a través de Su sacrificio.

En resumen y simplificando, el concepto de “Pecado Original” haría referencia a la condición del hombre como ser imperfecto por libre, que se equivoca, que peca, y cuya salvación no se lograría por sus meritos propios, pues su propia imperfección la haría imposible o inalcanzable, sino que sólo es posible por la intervención salvadora de Dios mediante Su propio sacrificio en la persona de Su Hijo.

La consecuencia sería que la Iglesia manifiesta como dogma de Fe que María fue concebida y creada perfecta, pese a ser libre, sin pecado alguno ni imperfección, ni propensión alguna al pecado, como condición “sine qua non” para engendrar al Hijo de Dios por mediación del Espíritu Santo.

Y de ahí dos hechos reflejados en nuestra fe: 

María no murió sino que se produjo su "Dormición" que fue seguida de su "Asunción" a los cielos, por el Espíritu, en cuerpo y alma, pues al no estar tocada por el "Pecado Original", gozaba de aquellas características preternaturales de la inmortalidad y de la exención del sufrimiento, de las que gozaron Adán y Eva hasta que las perdieron con su desobediencia a Dios.

Y para concluir, os traigo un video de la canción más bonita, a mi juicio, dedicada a la Virgen, la “Salve Marinera” cantada en Santiago para  el Papa Benedicto XVI en su visita de 2010


© 2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana 

 

viernes, 1 de diciembre de 2023

EL RAPTO DE EUROPA

El Rapto de Europa- Rubens                                       

La mitológica historia del rapto de Europa -cuya representación por Rubens copiando una obra previa de Tiziano que se encuentra en el museo del Prado, traemos como ilustración de este post- nos sirve para tratar de reflexionar acerca de lo que, realmente, está siendo un “Rapto de Europa”, si por rapto entendemos con el DRAE la acción violenta de secuestro o retención de alguien contra su voluntad. 

Y Europa, la vieja comunidad de Reinos y Estados que ha sido centro del universo mundo desde los albores de la civilización está, efectivamente, siendo raptada, sometida a múltiples acciones tendentes a arrebatarle su esencia, sus principios, sus valores, en fin su ser esencial. 

¿Y porque esta, a fuer que para algunos, excéntrica afirmación en mi reflexión heteróclita de hoy? 

El hombre de Vitruvio - Leonardo Da Vinci

La Europa que conocemos, que hemos conocido hasta el presente, se ha fundado en dos herencias esenciales e irrenunciables, el Cristianismo y el espíritu revolucionario francés, con sus orígenes Ilustrados liberales y masónicos. 

Pues bien, hoy en día y en aras de un multiculturalismo fundamentado en el más puro relativismo, esa identidad está siendo permanentemente puesta en cuestión en defensa, no del sentir de las mayorías, sino del respeto, excesivamente infiltrado de “corrección política”, hacia las minorías religiosas o étnicas que conviven con la mayoría europea en los países de la Unión y siempre en perjuicio de estas mayorías autóctonas. 

Para explicar este fenómeno hemos de partir de una idea elemental: Occidente y el islam tienen visiones incompatibles del hombre. 

El humanismo europeo, de raíz cristiana y revolucionaria, como hemos dicho, concibe un hombre erguido en su propio orgullo y autoconciencia, consciente de su propio YO individual y asumiendo el carácter trágico de su condición libre y trascendente. 

Por el contrario el islam considera al hombre como un ser sumiso, carente de iniciativa y libertad individual, sometido en todo, hasta los más nimios aspectos de su vida pública o privada, al mensaje divino del Corán (Islam significa sumisión). 

La diferencia entre ambas concepciones no está sino en el concepto de “literalidad”, pues mientras los musulmanes creen que el Corán debe ser tomado al pie de la letra porque es la palabra de Dios dictada a Mahoma por el Arcángel Gabriel, los judíos y los cristianos hace mucho tiempo que han aceptado y comprendieron que no hay nada literal en la Biblia ni en los Evangelios, sino que son relatos de su fe realizados por hombres, lo que da lugar a una posible interpretación, diversa y fecunda, que ha acrisolado el ser de la cultura occidental. 

Ante esta disyuntiva de conceptos lo realmente asombroso es que los europeos tengan miedo del mundo musulmán y no se atrevan a afirmar, frente a él, la concepción libérrima y de universalidad del hombre que le son propias. Es como si nuestra Sociedad tuviese un miedo reverencial a la defensa de su identidad, cediendo ante los demás, ante los “distintos”, sin pudor ninguno. 

El cristianismo, tamizado hoy por la influencia revolucionaria, y previamente por sus movimientos de catarsis interna que fueron la reforma y la contrarreforma, es muy diferente del islam en ese punto: no es una doctrina de sumisión, sino de libertad y de responsabilidad. 

La idea occidental de libertad del individuo ha sido lo que ha permitido a Europa construir la idea de que el destino del hombre es su emancipación. 

Por el contrario, el hecho de que el Islam signifique sumisión ha impedido al mundo musulmán desarrollarse en el sentido de la emancipación, lo que unido a la inexistencia de procesos evolutivos doctrinales y al enfrentamiento de sus distintas ramas teológicas ─Chiitas, Sunitas, Wahabitas, etc…─ que más luchan por ser los herederos legítimos del Profeta que por cuestiones puramente doctrinales, y sin la existencia de autoridades unificadoras, ha abocado al Islam a una visión cada vez más radical de su mundo y de su deseo de imponerse, como única verdad, a los demás, aún por la violencia de la guerra santa o Yihad. 

Hoy en Europa, la confusión conceptual del respeto a los demás, unida a la corrección política que deriva hacia la idea de la alianza de civilizaciones, definida por Gustavo Bueno como “Pensamiento Alicia” en el artículo que podéis leer haciendo click AQUÍ y la estrategia de la izquierda marxista de aliarse con el islam para derribar el mundo capitalista, ─sin que esa izquierda se dé cuenta de que pactar con los enemigos de tus enemigos es como dijera Churchill del apaciguamiento “Dar de comer al cocodrilo asumiendo el riesgo de que te acabe devorando”─ es aprovechado por el islam para debilitar aún más el humanismo social cristiano occidental y tratar de imponer la modificación de las leyes y el modo de vida de los países occidentales en los que se asientan, hacia formas más acordes con el mundo musulmán. 

Y no hablo de futuribles o temores quiméricos, pues recordemos que el ejecutor sanguinario de los periodistas Steven Sotloff y James Foley ha sido un musulmán nacido en Inglaterra, hijo de inmigrantes musulmanes; que el 20% de los musulmanes nacidos en Inglaterra y menores de 30 años quieren que la “Sharía” o ley islámica sea prevalente sobre las leyes británicas; que el ISIS y Al Qaeda se nutren de musulmanes europeos descontentos con su destino en sus países de nacimiento y presas fáciles del proselitismo de los agentes de tales movimientos; que la izquierda europea no ha manifestado condena alguna ante la actitud de movimientos terroristas como Hamás en Gaza, o de las matanzas de Cristianos por el ISIS; que la presión de los grupos musulmanes en Europa van desde exigir la devolución de la mezquita de Córdoba al culto musulmán, a que en los colegios públicos la comida de los alumnos sea supervisada como Halal, o que en las piscinas públicas las mujeres musulmanas puedan bañarse vestidas con sus velos, en la modalidad que usen; o que, según el CIS sólo un 16% de los jóvenes españoles menores de 25 años estaría dispuesto a tomar las armas para defender a España, sin considerar siquiera el riesgo contra el que hubiera de ser defendida. 

Parecen cuestiones baladíes, pero son la muestra de una marea de imposición del modo de vida musulmán que constituye una amenaza real para nuestra sociedad y frente a la que, de alguna manera, debemos reaccionar. 

Sólo he visto reacción en políticos tan dispares como el Primer Ministro australiano John Howard y el Presidente Ruso Vladimir Putin, manifestándose expresamente frente a los inmigrantes que quieran asentarse en sus países, advirtiéndoles que deberán renunciar a sus pretensiones de invasión cultural, de aplicación de la sharía, y de imponer sus hábitos culturales a la generalidad de sus sociedades de acogida, posición que se resume en la frase “Le damos la bienvenida a quien se quiera instalar en nuestro país, pero que respeten nuestra cultura y no traten de imponernos la suya”, tal y como ya he relatado en mi post “Historia del Croissant o Cruasán”.

Esperemos que cunda el ejemplo.

Y para ratificar nuestra fe en la esencia Cristiana e Ilustrada de Europa aqui les dejo una muestra cultural de sus logros: El "Gloria" de Vivaldi


2023 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA