¿Porque será que todo lo referente a la Iglesia Católica, o
a los valores de la ética cristiana, o a las instituciones defendidas desde
esos valores, como lo es el matrimonio, sea analizado o presentado por la
totalidad de los políticos de izquierdas y la práctica totalidad de los medios
de comunicación de forma sesgada y manipulada?
¿No estaremos cayendo, desde esas posiciones, en el viejo
anticlericalismo de la izquierda representado por el cartel de la UGT de los
años 30 del siglo pasado que reproduzco al principio de este escrito?
¿Acaso la izquierda no se ha liberado de los tópicos
marxistas conforme a los cuales la religión es el opio de los pueblos?
Y mientras se fomenta, desde el Gobierno y como peaje a
favor de la izquierda más intolerante, la inhumación de los restos de Franco
del Valle de los Caídos, y de los “fusilados por el franquismo” y su
reconocimiento histórico, la misma izquierda se sigue escandalizando porque la
Iglesia canonice a los religiosos asesinados en España, por las izquierdas,
durante la II Republica y la Guerra Civil.
La opinión mayoritaria de esa ultraizquierda hoy encaramada
al poder, es la del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de
Zaragoza Julián Casanova que en un artículo publicado en El País y en actitud de
propagandista político más que de académico, la resume, en este párrafo:
“Hace más de 80 años del comienzo de la guerra y han transcurrido ya más de cuatro décadas desde la muerte de Franco. La Iglesia católica española pasó ya factura a los "rojos" y vencidos y consumó una larga y cruel venganza. Nada de ejemplar hay para ella en ese pasado. Sería un buen momento para hacer un gesto público, para pedir perdón por bendecir y apoyar aquella masacre de infieles y a la dictadura que de ella emergió. Puede seguir la Iglesia beatificando a sus "mártires de la Cruzada", pero las voces del pasado siempre le recordarán que, además de mártir, estuvo también con los verdugos. Mientras que muchos de esos mártires han sido ya beatificados y la jerarquía eclesiástica reclama que sean elevados a los altares muchísimos más, las familias de miles de republicanos asesinados sin registrar, que nunca tuvieron ni tumbas conocidas ni placas conmemorativas, andan todavía buscando sus restos. Es uno de los legados irresueltos que nos queda todavía de la Guerra Civil.”
Deberían entender estos “progres” intelectuales de pacotilla
que los casi 10.000 religiosos asesinados en España durante la II República y
la Guerra Civil son auténticos “mártires por la Fe” cuyo sacrificio la Iglesia
no solo tiene el derecho, sino la obligación de reconocer, procediendo a su
canonización.
¿Acaso difiere en algo la canonización eclesiástica de los religiosos
asesinados por la izquierda por causa de su fe, del reconocimiento pretendido de
la cualidad de “héroes del pueblo” que la izquierda quiere para los fusilados
por la derecha?
En cualquier caso, la frase en cuestión demuestra que el
“talante” anticlerical y anticatólico de los socialistas españoles no es un tic
propio de épocas pasadas y ya superado, sino una realidad presente y cotidiana en
el seno del PSOE, y por descontado en IU, ERC, POTEMOS y demás movimientos de
izquierdas.
El anticlericalismo de las izquierdas no es sino una
manifestación de su deseo de coartar la “Libertad Religiosa y de Culto” que
proclama nuestra Constitución, en un paso más hacia la conquista de la “hegemonía
social” gramsciana, como nueva imposición política para instaurar una “Dictadura
del Proletariado”, que hoy no es sino la dictadura de partido único.
Y el “Estado de Excepción”, disfrazado de “Estado de Alarma”
impuesto por el Gobierno social comunista de Sanchez e Iglesias ha servido de
coartada para cercenar ese derecho prohibiendo los funerales o la asistencia a
entierros, de fallecidos por la epidemia de COVID19, así como de toda clase de actos
de culto ─con una sospechosa permisividad hacia los musulmanes o hacia lideres
comunistas fallecidos─ en un intento de privar a los creyentes cristianos ─que
son una mayoría social─ del sustento litúrgico de su Fe.
Son práctica habitual de las izquierdas totalitarias, que hoy campan a sus anchas por España, rememorar las persecuciones religiosas anti cristianas del s.XX, con la reiterada interrupción de ceremonias religiosas, la destrucción de lugares de culto o estatuas religiosas, los gritos de "Arderéis cono en el 36" o "Vamos a quemar la Conferencia Episcopal", el trato preferente a la religión musulmana en detrimento de la mayoritaria Católica, y cualesquiera otras manifestaciones de persecución de la religión cristiana.
El ABC, que hoy traigo al margen como NOTICIA del día es claro y contundente al denunciar esta persecución.
Pero no olvidemos, en cualquier caso, que la religión cristiana
es la más perseguida e el mundo contemporáneo.
Según el periodista y escritor italiano Antonio Socci, en el
siglo XX han sido asesinados unos 45,5 millones de cristianos por sus creencias
religiosas, lo que representaría el 65 % del total de cristianos asesinados por
su fe en dos milenios desde la venida de Cristo.
En España, desde 1931 a 1939 —periodo que va desde la instauración
de la II República hasta la Guerra Civil Española—, se contabilizan alrededor
de 10 mil católicos (sacerdotes, religiosos y laicos) asesinados por motivos
religiosos, posiblemente por su corto espacio de tiempo y su intensidad, una de
las peores persecuciones sufridas por el cristianismo.
Mario Mauro, representante de la Organización para la
Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) afirmó, en agosto de 2010, que de cada
100 personas que mueren al año por persecución religiosa, 75 son cristianos.
En el mapa adjunto
podemos ver los países en donde la persecución a los cristianos, hoy en día, es
más alarmante (2016).
No obstante, y pese a la actitud de políticos y periodistas,
y dejando aparte la anomalía democrática que supone el abuso del Gobierno en
las declaraciones de los Estados de Alarma, y las absurdas, por excesivas,
consideraciones hacia la minoritaria fe musulmana, hemos de reconocer que en
España el respeto a la religión se encuentra dentro de los estándares propios
de los países de nuestro entorno, aunque a veces se produzcan actos lamentables como la decapitación de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús en la Roda de Andalucía
Se empieza con pequeñas profanaciones y se acaba asesinando a más de 10.000 religiosos como en los años 30 del s.XX
En cualquier caso y para endulzar esta terrible reflexión, escuchemos el Madrigal "Lamento della Ninfa" de Monteverdi
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