Hay un dicho muy español, según el cual "la cara es el reflejo del alma"
Vayamos pues a comprobarlo en esta reflexión.
El primer rostro a que quiero referirme es al de Maximilien Robespierre, que reproduzco en el comienzo de este Post.
Robespierre fue uno de los más destacados lideres de la Revolución francesa, jefe del ala más radical de los jacobinos y miembro destacado del "Comité de Salvación Pública" que protagonizó durante los axos 1793 y 1794 una etapa de represión conocida como "El Terror".
Ninguno de los retratos de Robespierre realizados en vida y menos aún tras su muerte en 1794
muestra con realismo revolucionario, pero hoy contamos con una reconstrucción facial muy exacta realizada por el especialista
francés Philippe Froesch con la ayuda del patólogo Philippe Charlier.
Así, en la iconografía de su época no se ven
las más de cien cicatrices de viruela que tenía su rostro.
Robespierre era un hombre peligroso y se ve que los pintores de la época
tomaron sus precauciones,
La recreación realista de su rostro, realizada por los especialistas de Virtualforensic muestra el
rostro de una persona cansada, con marcadas ojeras y de tez pálida, picado por
la viruela que, según apunta Froesch, padeció probablemente en su niñez.
Las huellas de la enfermedad quedaron
marcadas en el molde de yeso de Robespierre que realizó justo después de su
decapitación Madame Tussauds, cuando todavía era soltera y se llamaba
Anne-Marie Grosholtz.
La copia conservada en el Museo de
Historia Natural de Aix en Provence de esta máscara, cuyo original se exhibe en
la Cámara de los Horrores del museo de cera londinense, ha servido a Froesch
para esta reconstrucción en 3D.
Madame Tussauds realizó la máscara del rostro
post mortem, tumbado y con los ojos cerrados, tras haber sido decapitado el 10
de Termidor» del calendario revolucionario (28 de julio de 1794), relata el experto,
que explica cómo hubo que corregir la posición de los ojos para mostrarlos tal
y como estarían abiertos en posición vertical.
«Elegimos a Robespierre por ser una
figura polémica que podía despertar interés y no cabe duda de que lo hemos
logrado», señala Froesch, que ha recibido críticas en Francia por intentar
atentar contra la imagen del conocido como «El incorruptible».
«Es absurdo. Solo hemos querido
mostrar al hombre, no al político», subraya.
En todo caso su trágico destino continúo incluso más allá de su muerte, pues tanto Robespierre como el resto de ajusticiados, hasta un total de 1.119, fueron enterrados en una fosa común en el cementerio de Errancis, en la que vertieron cal viva para eliminar todo rastro de ellos.
Otro rostro que merece la pena analizar es el del líder de UNIDAS PODEMOS, ese partido comunista de ultra izquierda, de tan peculiar nombre, que está protagonizando acciones incompatibles con un sistema democrático, como ya he relatado en otras de mis reflexiones, y que es el que continúa.
Parafraseando al propio personaje, apodado el "Vicepandemias", Pablo Iglesias estaría encantado de implantar un "Terror" similar al de Robespierre, pero no se atreve, y ello por varias razones.
En primer lugar porque pese a su voluntad, un régimen democrático como el que aún conservamos, le llevaría directamente a la cárcel.
En segundo lugar porque es tremendamente cobarde; mucho habla pero poco hace.
Y en tercer y último lugar porque sabe que ello llevaría a una reacción de las derechas que, muy posiblemente, acabarían con su vida.
Sin embargo, de lo que no cabe duda, es de que su rostro sólo nos transmite el odio y resentimiento que anida su putrefacta alma, con esa dentadura descuidada, esa cola de caballo, ese rictus y su total apariencia de falta de higiene.
Vamos, que se puede facílmente comprobar, que efectivamente "La cara es el reflejo del alma"
Ya sabéis que me gusta terminar estas reflexiones con un apunte musical, en este caso nada mejor que la "Lacrimosa" de la Misa de Requiem de Mozart
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