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viernes, 9 de septiembre de 2022

EL LENGUAJE



       Publico hoy un post antiguo, que ya conocerán algunos de mis antiguos lectores, pero ninguno de los nuevos.

    Siento que para los primeros sea una reiteración, pero entiendo que será interesante para alguno de los nuevos.  

    Desde muy pequeño me enseñaron que se aprende a hablar y escribir correctamente a través de la lectura, y he cultivado con esmero esa dedicación a los libros.

Los libros son una fuente permanente de conocimiento, de perfeccionamiento de la escritura y la ortografía, y como nos dijera Quevedo, permiten “conversar con los difuntos y escuchar con los ojos a los muertos”.

Por eso no hay mejor colección que una buena biblioteca, ni mayor tesoro.

Un viejo amigo ya fallecido, uno de los más importantes bibliófilos de España, me dijo en cierta ocasión:

         “Hay que leer a los clásicos; en los clásicos esta todo”

y no le faltaba razón.

         Pero la lectura aporta mucho más, nos permite, casi, vivir la vida de otros, sus aventuras o desventuras, sus pensamientos y sus reflexiones, otros paisajes, otras vidas que son las de los personajes dibujados en letra por sus autores.

         Y al final nos deja, en cada experiencia leída, un poso de riqueza sensitiva, intelectual o filosófica, que de otro modo difícilmente alcanzaríamos.

         Y de la lectura a la riqueza del lenguaje, hablado o escrito, sólo hay un paso.

         Aunque nuestras reflexiones puedan parecer ininteligibles para los demás, pues en ocasión nos sucede lo que nos relata Ovidio en sus “Tristes” (V12,58), que

“Barabarus hic ego sum, quia non intellegor ulli.

Aquí soy extranjero porque nadie me entiende.”

O nos entienden demasiado, por lo que deberíamos hacer lo que afirmaba el Cesar Carlos, para precisar lo que debemos decir a cada uno, y de que manera, sin que los demás se enteren.:

“Hablo en latín con Dios, en español con las mujeres, en italiano con los Músicos, en francés en la Corte, en alemán con los soldados y en inglés con mis caballos.

         Antiguamente, entre las asignaturas enseñadas a los miembros de la sociedad que podían permitirse el lujo de una educación, se incluían la Retórica, es decir al arte del bien decir, de dar al lenguaje, escrito o hablado, eficacia bastante para deleitar, persuadir o conmover; y la Oratoria o arte de hablar con elocuencia.

         Hoy esa costumbre se ha perdido, baste con ver la forma en que se expresan nuestros políticos y periodistas, salvo honrosas excepciones, o incluso como se legisla, sin corrección lingüística, semántica o incluso gramática.

         La belleza del lenguaje, su corrección y su efectividad retórica han pasado de moda.

Hoy se habla una extraña jerga entre nuestros jóvenes, los políticos y los periodistas patean nuestro idioma en aras de decir con corrección política lo que sería más sencillo decir en buen español, y los anglicismos o galicismos están a la orden del día.

E incluso hablar o escribir con corrección es sistemáticamente condenado cuando se ofende a la corrección política del progresismo cultural de la izquierda, como si nos encontrásemos  ante la "neolengua" impuesta por el "Ministerio de la Verdad" del "1984" de Orwell.

Y todo ello mientras algunos escritores, como la fallecida Almudena Grandes, militante comunista que se permitió la licencia, asquerosa, de decir que las monjas violadas el los años 30 del siglo pasado, disfrutarían de los cuerpos sudorosos de los milicianos que las violaron y asesinaron, hacen de nuestra lengua instrumento de AGITPROP comunista, desde la fealdad, la zafiedad, el resentimiento o la ofensa, convirtiendo nuestra lengua en la prolongación de sus sentinas morales o muladares ideológicos.

Recordemos que Rousseau, nos dijo:

“Quitad de los corazones el amor por lo bello, y habréis quitado todo el encanto a la vida.”

         Por otra parte, la escritura tiene la virtud de dejar para la posteridad, si alguien nos lee, el relato de los sucesos del presente, como hiciera Chateaubriand, al que tengo una indisimulada devoción, al describir momentos de su vida y su época que hoy disfrutamos, como este pasaje de su obra “Memorias de Ultratumba” dedicado a la escritura y la sorprendente brevedad que a veces tiene la vida:

“Castelnau escribió una parte de su vida en Londres. Al final del libro VII le dice a su hijo “Trataré de este hecho en el libro octavo” y el libro VIII de las memorias de Castelnau no existe: lo que es un aviso de que he de aprovechar la vida.”

relatando el inexorable y cruel paso del tiempo y la definitiva consecuencia de nuestras vidas, que es la muerte.

         Pero mientras tanto, aprovechemos la vida, vivamos y bebamos, recordando la broma de Julio Cesar, que decía de los Hispanos, que no diferenciaban en su pronunciación la B y la V como hacían en Roma

“Beati hispani quibus vivere est bibere.”

Felices los hispanos para quienes vivir es beber.

          Pero tiempo es ya de concluir esta breve reflexión, así que hagámoslo lamentando que, a nuestras edades, ya casi provectas, comencemos a notar los primeros síntomas de ese suplicio que es mantener un intelecto ágil dentro de una envoltura material que ya comienza a desgastarse.

    Así que, mientras ese desgaste progrese sin derribarnos, no renunciemos a los placeres de la vida, los físicos y los intelectuales, pues como ya he dicho en otro Post, la suma de pequeñas alegrías reiteradas, nos acercan a la felicidad, que es atributo exclusivo de Dios y sus almas redimidas.

         Y ya que estamos hablando de alegrías, disfrutemos la “Alegría de Vivir” de Chopin




miércoles, 7 de septiembre de 2022

NO ES QUE YO SEA DIFERENTE, ES QUE SE PRETENDE QUE TODOS SEAMOS ABSURDAMENTE IGUALES

 


Vivimos en una sociedad absolutamente igualitaria, que valora a los sujetos por responder a un estereotipo identitario “políticamente correcto”.

    Ser diferente no es solamente un atentado al uniformismo ideal creado por la mayoría política marxista, sino que se califica, incluso, de antidemocrático.

    Por eso de lo que se trata —ya que no podemos hacer a los hombres iguales— es de perseguir no la diferencia, sino el trato distinto a los diferentes.

    Tomas Jefferson al respecto, advertía —en 1781— que:

“Reiterados intentos de establecer la uniformidad ideológica, material o de ambos tipos, han atormentado a incontables seres humanos desde el principio de los tiempos. El resultado ha sido hacer de una mitad del mundo estúpidos, y de la otra mitad hipócritas; pedir otra igualdad distinta de la “Igualdad ante la Ley” tan solo conduce al lecho de Procusto [i], pues como hay peligro de que los hombres grandes ganen a los pequeños hágase a todos del mismo tamaño, estirando a los segundos y cortando a los primeros”.

     Así pues, partiendo de esa imposibilidad de igualar a los hombres, los “progresistas dogmáticos intolerantes” que conforman la secta que tiene secuestrado al PSOE, pretenden proscribir la diferencia de trato a los distintos.

     A esto responde La Ley de Igualdad del Gobierno para evitar seis tipos de discriminación por razón de: sexo, religión, edad, discapacidad, orientación sexual y origen étnico, aunque un estudio de la Fundación Socialista Ideas Para el Progreso propone al Gobierno que la nueva Ley dé un golpe de efecto ampliando los aspectos susceptibles de discriminación a otras cinco barreras: características genéticas, apariencia física, patrimonio, origen nacional y lengua.

    La pretensión del gobierno no deja de ser “utópica”, otra muestra más del Pensamiento Alicia de los socialistas, inspirada en ese “buenismo antropológico” que se trata de imponer a los ciudadanos legislativamente.

    En el mundo real tan solo merece la pena la defensa de la libertad sobre la base del principio de igualdad ante la ley, pues solo ella permitirá al hombre su completo y feliz desarrollo.

    Sin embargo, la pretensión no es fácil, y tal vez por ello el proyecto cuenta con el máximo secretismo por parte del Ejecutivo, que ha venido retrasando su presentación una y otra vez sin explicación alguna.

    La mayor dificultad aparece en relación con la exclusión por apariencia física. Son casos difíciles de demostrar ante un tribunal, cuya protección jurídica no resulta del todo efectiva y que socialmente pueden conllevar un alto grado de desgaste psicológico.

     No se trata de que no haya gordos, feos, bajos o personas que no sepan hablar castellano, sino que cualquiera de ellos no sea discriminado por razón de serlo.

    En cualquier caso, no me parece mal la pretensión, pero solo en tanto y cuanto que lo que se trate de evitar sea la discriminación legal, es decir que por cualquiera de aquellas razones se vulnere el principio de “igualdad ante la Ley” de un ciudadano.

    Y que además impere el sentido común en su aplicación, lo cual no es sencillo.

    Imaginémonos algunos supuestos:

    En Londres, y como consecuencia de la violación de varias mujeres por taxistas, se creó una compañía de coches de alquiler con conductor, “Pink Taxi”, conducidos exclusivamente por mujeres y para àsajeras mujeres, con la finalidad de minimizar aquel riesgo. ¿Podría un varón considerar que es discriminado por la referida compañía como consecuencia de su sexo al no ser contratado como conductor precisamente por ser hombre?

    “Victoria Secret”, una de las firmas más famosas de lencería del mundo, selecciona cada otoño a las modelos que participan en su famoso desfile anual, y este año ha rechazado contratar a algunas candidatas por su obesidad.

    ¿Existe discriminación a las gorditas o mero sentido comercial en tal actuación?

    Lo cierto es que siempre habrá seres humanos altos y bajos, gordos y delgados, guapos y feos, calvos y peludos, atractivos y repelentes, y no por tratar de evitar que nos refiramos a su existencia, van a dejar de existir, o tener mejores alternativas vitales, ni ser mejor o peor aceptados por el resto de sus semejantes.

    Pero eso parece que no les basta a nuestro Gobierno Tiránico ni a su Ministra ―por cuota matrimonial― Irene Montero.

     Dios me libre de que la discordancia pueda ser considerada también discriminatoria en tanto y cuanto no sea conforme a la “opinión mayoritaria” de la Sociedad según el criterio, claro está, de nuestros actuales gobernantes.

En cualquier caso, si ya es grave establecer el “igualitarismo” por ley, más lo es, desde el punto de vista técnico jurídico, la inversión de la carga de la prueba que establece el Artículo 28 de la Ley de Igualdad, al establecer que:


De acuerdo con lo previsto en las leyes procesales y reguladoras de los procedimientos administrativos, cuando la parte actora o el interesado alegue discriminación y aporte un principio de prueba sobre su existencia, corresponderá a la parte demandada o a quien se impute la situación discriminatoria la aportación de una justificación objetiva y razonable, suficientemente acreditada, de las medidas adoptadas y de su proporcionalidad.


    Es decir que el discriminado tan solo con alegar la existencia de una “presunción razonable” o mero “principio de prueba” de la existencia de una discriminación no está obligado a su prueba, sino que el acusado debe probar que no ha existido discriminación frente a la presunta víctima.

    O sea, el mundo al revés legitimando la llamada "Probatio Diabólica" por imposible.

    Concluyamos, así 一ya que vamos de igualdad de "todos y todas"一 con una nueva pieza musical, “Todas las criaturas de Dios Nuestro Señor”, por la orquesta y Coro del "Mormon Tabernacle Choir".






[i] En la mitología griega, Procusto era un hermoso bandido y posadero del Ática que invitaba a los viajeros solitarios a tumbarse en una cama de hierro donde, mientras el viajero dormía, lo amordazaba y ataba a las cuatro esquinas del lecho. Si la víctima era alta, Procusto la acostaba en una cama corta y procedía a serrar las partes de su cuerpo que sobresalían: los pies y las manos o la cabeza. Si por el contrario era más baja, la invitaba a acostarse en una cama larga, donde también la maniataba y descoyuntaba a martillazos hasta estirarle.

lunes, 5 de septiembre de 2022

PROHIBIENDO, QUE ES GERUNDIO

 


    En un ejercicio de violación flagrante de las libertades individuales e incluso de las Leyes y la Constitución, los políticos social comunistas han adoptado la actitud de prohibir a la ciudadanía, totalitariamente, todo aquello que no es de su agrado, o que va en contra de su ideología particular.

    También los catalanes separatistas son expertos en eso de prohibir cosas a la gente.

    Como ejemplo la decisión de prohibir las corridas de toros en Cataluña.

    En primer lugar dudo mucho que uno de cada dos catalanes esté por la prohibición de las corridas de toros, pero, es más, en segundo lugar afirmo que la decisión de los políticos no se ha adoptado por un afán de protección de los animales o de evitar su sufrimiento, pues están exentos de la prohibición acordada festejos taurinos arraigados en Cataluña, como los toros embolados de fuego [«Bou embolat», «bous al carrer» o «bous capllaçats»] que son una tradición muy catalana y más cruel, si cabe que una corrida y si no recuerden ustedes al toro embolado de fuego al que se le rompió una pata en el momento de embolarlo.

    ¿De qué se trata entonces? Pues de prohibir las corridas por su cualidad intrínseca de festejo español por excelencia, es decir por su españolidad.

    Según el abogado Joaquín Moeckel, asesor jurídico de los toreros, el artículo 148.1.17 de la Constitución permite a las comunidades autónomas asumir competencias sobre el fomento de la cultura y la investigación, pero no sobre los espectáculos. La Constitución «olvidó» los espectáculos públicos. Además el artículo 149 le atribuye al Estado la competencia exclusiva sobre la defensa del patrimonio cultural, artístico y monumental. Como se ve, los toros están implicados en todo ello. ¿Cuántas plazas de toros son monumento histórico artístico? Pero no es el único precepto que pude ser vulnerado, ya que la norma aprobada va contra el artículo 20, que habla de la creación y difusión artística; el 44 y 46, que obliga a los poderes públicos a promover y preservar los fenómenos culturales; o el 38, que habla de la libertad de empresa. No olvidemos que la Fiesta es una actividad económica.

    Vamos que ya tenemos pendiente otra asonada del Tribunal Constitucional en ciernes.

    Pero como eso les ha parecido poco, ahora han prohibido fumar en las playas de Barcelona.

    Aquí me remito a las palabras de un catalán, Juan Carlos Girauta, ya repetidas en mi REFLEXIÓN anterior, para quien:

“«Hacer bien» a la gente consiste principalmente en privarles de algún placer: bebida, juego, ociosidad, etcétera. En este caso aparece un elemento que es típico de nuestra moralidad social y es la envidia a quienes pueden cometer faltas de las que nosotros debemos abstenemos si queremos que nuestros amigos nos respeten. Los que votan, por ejemplo, una Ley para que no se fumen cigarrillos […] son no fumadores para quienes el placer que otros obtienen del tabaco es una fuente de dolor.” [i] 

    Pero quien se lleva la palma en el tema de las prohibiciones es el Gobierno Social Comunista del Tirano Sánchez, que prohíbe con fruición y con la finalidad de eliminar a todo aquel que discrepe de sus ideas, esencialmente con las inconstitucionales Leyes de Memoria Histórica y Memoria Democrática, que conculcan los derechos a la libertad de pensamiento y expresión, con la finalidad de imponer la idea de la II Republica como un paraíso democrático que nunca fue, y tratando de esconder los abusos criminales de toda la izquierda desde 1931 a 1939. 

    Destaco entre otras las prohibiciones que el Tirano quiere imponer a los ciudadanos con normas como las de ahorro energético, las del bienestar animal, la censura a los medios, etc... que trataré de ir tratando en mis próximas reflexiones. 

    Al final, el postmarxismo, el falso progresismo de la izquierda, consiste en imponer su ideología como la única aceptable y prohibir a los ciudadanos todo aquello que no se ajuste al concepto de “vida aceptable” conforme a esa ideología, que no es tal, sino un mero método de desintegración, mediante su desvertebración, de las sociedades de democracia liberal, con la final de alcanzar y perpetuarse en el poder, así como la utopía clásica marxista de crear una nueva sociedad ─con criterios de dudosa legitimidad y éxito─ y un hombre nuevo ─concepto manido y nunca satisfactoriamente explicado

    Y en ese paroxismo de la prohibición, nuestros políticos que ocupan el poder, caen frecuentemente en el absurdo denunciado por el genial Quino en la viñeta que abre esta reflexión.

    Y tal obsesión por prohibir es incluso mayor que la existente respecto del pecado en la más puritana concepción de cualquier religión.

    Concluyamos esta reflexión con el video musical "Prohibido Prohibir" de Sandra Mihanovich 



[i] SENTIMENTALES, OFENDIDOS, MEDIOCRES Y VIOLENTOS; J.C. Girauta (2022)

sábado, 3 de septiembre de 2022

TIRANÍA


 

"El bienestar del pueblo siempre ha sido la excusa de los tiranos"

Albert Camús

      Por otra parte, Juan Carlos Girauta, en su libro “SENTIMENTALES, OFENDIDOS, MEDIOCRES Y VIOLENTOS” nos dice:

“«Hacer bien» a la gente consiste principalmente en privarles de algún placer: bebida, juego, ociosidad, etcétera. En este caso aparece un elemento que es típico de nuestra moralidad social y es la envidia a quienes pueden cometer faltas de las que nosotros debemos abstenemos si queremos que nuestros amigos nos respeten. Los que votan, por ejemplo, una Ley para que no se fumen cigarrillos […] son no fumadores para quienes el placer que otros obtienen del tabaco es una fuente de dolor.” 

       Pues bien, a esas dos citas se ajusta, perfectamente la actitud del “TIRANO” Sánchez Castejón.

¿Y por qué digo Tirano?

Pues muy fácil. Empecemos por lo más sencillo que es la definición del DRAE que en la segunda acepción del término nos dice:

“Dicho de una personaQue abusa de su poder, superioridad o fuerza en cualquier concepto o materiao quesimplementedel que impone ese poder y superioridad en grado extraordinario”

y Sánchez se caracteriza por ejercer su poder abusando de él e imponiéndolo en grado extraordinario.

Para la mentalidad moderna, la tiranía se identifica con un uso abusivo y cruel del poder político.

Sin embargo, Rousseau, en su obra “El Contrato Social”, diferencia entre Tirano, que es quien accede al poder ilegítimamente y Déspota, que sería quien se hace superior a las leyes en el ejercicio del poder.

En Sánchez se conjuga la ilegitimidad del Tirano ─al menos moral─ de su acceso al poder apoyado por comunistas, terroristas y separatistas (los mayores enemigos de España) tras haber repetido decenas de veces, antes de su ascenso al poder, que nunca gobernaría con los comunistas de PODEMOS ni con los herederos de ETA HE-BILDU; y su comportamiento como un Déspota, situado en su mesiánica autocomplacencia, por encima de la Ley, de la Constitución e incluso del Rey.

Así, durante la pandemia, ninguneó hasta el insulto a las Cortes con dos fraudulentos e inconstitucionales estados de alarma con la finalidad de poder gobernar por decreto sin rendir cuentas al Congreso.

Los verdaderos motivos de estas acciones los manifestó en el Senado dirigiéndose a Feijóo en un claro “acto fallido freudiano” diciéndole que «la oposición estorba», frase que parece sacada de la biografía de algún tirano, o de la película de Chaplin “El Gran Dictador”.

Y abusa de su típico discurso frentepopulista, afirmando que la derecha es culpable de todos los males, y que él defiende a la clase trabajadora, mientras pondera al asesino líder socialista y frentepopulista Largo Caballero, manifestando que le gustaría hacer lo mismo que este hizo, o a los exministros socialistas Chaves y Griñán, pese a haber sido condenados por el escándalo de los EREs andaluces.

En cualquier caso, ya Polibio afirmó en su obra “Historia Universal bajo la República Romana” que:

«Es propio de un tirano aborrecer y ser aborrecido de sus súbditos, y a fuerza de malos tratamientos exigir por el miedo un vasallaje forzado» y que todo tirano «reputa por sus mayores enemigos a los promotores de la libertad»

y así contemplamos en Sánchez la permanente retórica de amedrentar a los ciudadanos, con el fin de controlar a los mismos mediante el miedo, al tiempo que es personaje odiado por el pueblo ─no hay más que ver los permanentes abucheos a que es sometido en cada aparición pública─ al tiempo que odia a quienes, como Isabel Díaz Ayuso, contraponen la actitud despótica y procomunista del presidente, con el deseo de vivir en libertad de los madrileños.

Otra genialidad del Gobierno del Tirano ha sido la prohibición de incrementar la velocidad en los adelantamientos. La DGT asegura que el aumento de muertes en carretera este mes de julio tiene que ver con el calor, cuando los expertos en seguridad vial apuntan a que tiene más que ver con la eliminación del margen de 20 km/h para adelantar, critican al organismo porque se basa en "ocurrencias sin sentido", o su permanente incongruencia, bajando el IVA del gas  ─por imperativo de la exigencia de medidas para frenar el alza del coste de las energías promovida por la UE─ por oportunismo pues y no por consistencia política. Recordemos que, además, esta bajada de impuestos fue propuesta por Feijoo en su reunión de abril con el Tirano, y provocó la critica mordaz del propio Sánchez y de varios de sus ministros, por lo que su aprobación ahora ha desconcertado a los propios socialistas.

      Y todo ello se adoba con el odio a todos los que no siguen, como mensajes de un mesías, las paparruchas de Antonio el Tirano.

Odio que se extiende al poder judicial, pues Sánchez abomina del hecho de que sus medidas puedan ser fiscalizadas por el Parlamento o por los Tribunales.

De hecho, sus maniobras para controlar los órganos judiciales han sido duramente criticadas por la Unión Europea.

De toda esta nefasta consideración de la Tiranía surge, desde época griega y romana, la doctrina de la legitimidad del “Tiranicidio”.

Así, Cicerón, en su obra “De officis III” nos dice que:

«La más bella de las acciones era matar a un tirano»

       Esta legitimación del “Tiranicidio” se va ponderando con el tiempo, de modo que Santo Tomás de Aquino nos dice en su obra “De Regimine Principum ad Regem Cypri” que:

«Así como el gobierno del Rey es el mejor, así es el peor el del tirano», « […] de donde nace que de los gobiernos injustos el más tolerante es la democracia, y el peor la tiranía» Y afirma que se debe proceder contra la crueldad de los gobiernos tiránicos por medio de la autoridad pública, más que por presunción particular. Si pertenece al pueblo el elegir Rey, puede justamente deponer el que habrá instituido y refrenar su potestad, si usa mal y tiránicamente del poderío Real, en otro caso, «cuando totalmente no se pudiera hallar socorro humano contra el tirano, debemos acudir a Dios, que es Rey de todos y es el que ayuda a tiempo oportuno en la tribulación, y en su poder está el convertir el corazón del tirano a mansedumbre»

La doctrina sobre el tiranicidio irá desapareciendo de los libros. El 23 de mayo del año 1767 el Rey de España, Carlos III ─monarca que encarna la Ilustración y el "Despotismo Ilustrado" que se define en la frase "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo", dictará una norma mandando a los prelados eclesiásticos, a los superiores de la Órdenes y a las Justicias, graduados catedráticos y maestros de la Universidades y Estudios hacer observar y enseñar la doctrina contenida en el Concilio de Constanza, que  condenó como herética la proposición por el que un particular cualquiera pudiera matar al tirano o estuviese obligado a hacerlo: «La tiranía de los malos príncipes se ha de mitigar con paciencia y oraciones cristianas»

      Esta tendencia a la deslegitimación del tiranicidio se incrementa durante el z XIX, en donde demócratas y liberales condenan tal figura en todos aquellos regímenes políticos en donde esté previsto un sistema legal para apartar al Tirano del Poder ─como son las elecciones─ pero decae durante el final del s XIX y primera mitad del s XX, con el nacimiento de una estrategia basada en la violencia y el terror, que no son originales, aunque si lo son su justificación ideológica y su metodología, que encuentra su fundamento esencial en el socialismo nacionalista (Fascistas y Nazis) o internacionalista (Comunismo y Anarquismo) que justifican la violencia para derribar toda estructura de poder que no se ajuste a su ideología, incluso el poder legal y democrático.

    Hoy en día, sin embargo, ningún pensador medianamente sensato defiende el tiranicidio.

      Así que, en relación con Sánchez, y dado que vivimos en una democracia ─al menos nominalmente─ NO PODEMOS DEFENDER EL TIRANICIDIO, pero si dar la batalla cultural contra sus peroratas ideológicas manipuladoras, sus mentiras, sus prohibiciones y sus abusos mediante el ejercicio valiente y decidido del derecho a la libertad de expresión procurando su desestabilización política, y teniendo la esperanza de poder mandarle a su casa en las elecciones que se avecinan, dejando que como buen irresponsable disfrute. mientras tanto, sus vacaciones en "La Mareta" a costa de los contribuyentes.

      Y para concluir, que mejor que un canto a la libertad, el de “Libertad” de Albano y Romina





domingo, 24 de julio de 2022

LISENKO

 

                                              Fernando Simón                                                                    Trofim Lisenko

    El término Lisenkoísmo se utiliza para denotar la abierta sumisión de la ciencia a la política y nace de la referencia al científico agrónomo Soviético Trofim Denisovich Lisenko, protegido por Stalin y Jruchov, pese al fracaso de sus teorías, pues era un arma propagandística en el mundo agrícola, usada para imponer las políticas del partido comunista en él, sobre la base de la (falsa) gran efectividad de sus técnicas agrícolas..

    Hoy, ante la Pandemia del COVID19, estamos dominados por Lysenkos científicos sin conocimientos ni criterio que someten la ciencia a la justificación de los intereses políticos de nuestros gobernantes social comunistas, donde el mayor ejemplo es Fernando Simón, del que traigo un video de alguna de sus intervenciones, después de que hayamos alcanzado la cifra real de más de 150.000 víctimas del COVID