La formación PODEMOS no atraviesa uno
de sus mejores momentos ante la opinión pública, pues se han producido dos
acontecimientos que hacen enorme daño a la imagen “purísima” que ha querido
atribuirse la formación.
Vamos que parece que a los "podemitas" se les puede haber pinchado el globo.
1.- Le han empezado a llover
denuncias de corrupción, incluso con acciones legales emprendidas por algunos
aprovechados, tanto personalmente a Pablo Iglesias ─por presuntos manejos
financieros poco limpios en sus fundaciones y productoras de TV─ como a su pareja Tania y sus familiares
directos ─aunque ella esté en IU y Pablo
Iglesias considere que preguntarle a él por ella es machista (…que se lo
pregunten a la inversa a la exministra Ana Mato)─ y a sus colaboradores Errejón y compañía, lo
que demuestra que el apelativo de “CASTA” es consustancial, por desgracia, a
todo aquel que como estos jóvenes universitarios, se acercan al poder; y
recordemos que no es precisamente la Universidad española, ni lo ha sido desde
hace años, ejemplo de pulcritud, limpieza o pureza de actuaciones…
2.- Por otra parte PODEMOS ha
presentado, con una timidez inapropiada a su descaro habitual, un avance de su
programa económico que realmente es un pinchazo al globo en toda regla, es
decir, se abandonan posiciones radicales de los movimientos populistas 15M, que
inspiraron el nacimiento y desarrollo de la formación, y se encaminan hacia
planteamientos más económicamente ortodoxos con los propios de una izquierda
radical “domesticada”.
¿Quieren con ello atraer el voto de
la izquierda más “institucionalizada”, es decir de aquella izquierda cercana a
IU o al extremo populista del PSOE, que no quiere una total “ruptura” del
sistema?
Puede ser, pero con ello pierden el
tirón popular de innovación, de alejamiento de los “partidos de la casta” y de
carácter rompedor que le habían brindado su descaro, su rompimiento de los
moldes establecidos y su osadía frente a las políticas más pegadas a la dura
realidad de la crisis del PP y del PSOE, aunque este último, ahora y por
evidentes motivos electoralistas, quiera desmarcarse de las referidas políticas
rompiendo el pacto constitucional de estabilidad presupuestaria.
Vamos, en cualquier caso, a centrarnos
en sus propuestas económicas, ya que la cuestión de la corrupción y carácter de
CASTA de PODEMOS es algo que está ahí y no requiere mayor análisis.
Antes de analizar dichas propuestas
he de hacer un apunte biográfico de los cátedros invitados por PODEMOS a ser
ponentes de su ponencia.
El primero de ellos es Julián Torres
López, cuya posición ideológica queda retratada en el artículo que el 24 de
marzo de 2013 publicó en el diario El País bajo el título "Alemania contra
Europa", en el que comparaba a Ángela Merkel con Hitler: "Merkel,
como Hitler, ha declarado la guerra al resto del continente, ahora para
garantizarse su espacio vital económico".
El segundo de ellos es Vicenç Navarro,
que ha sido asesor de la Organización de las Naciones Unidas, de la Organización
Mundial de la Salud y de muchos gobiernos del mundo, como el gobierno chileno
de Unidad Popular, presidido por Salvador Allende, el gobierno cubano (sobre la
reforma sanitaria), o del gobierno socialdemócrata sueco. Para Navarro el
neoliberalismo y el fundamentalismo de mercado impuesto desde la llegada al
poder de Reagan (Reaganomía) y Thatcher (Thatcherismo) en la década de 1980 se
ha convertido en un dogma falso que ha desregulado el poder financiero causante
de las numerosas crisis económicas de finales del siglo XX y principios del
Siglo XXI.
El comentario del ya decadente
profesor me recuerda lo comentado por Bastiat:
“Los liberales observan al hombre, las leyes de su
organización y las relaciones sociales que resultan de estas leyes. Los socialistas
imaginan una sociedad fantástica, y luego un corazón humano adecuado a esta
sociedad …. van todavía más allá y se rebelan contra la sociedad y amenazan con
destruirla para volver a construirla; ¿y por qué? Porque, según dicen, está
demostrado por la ciencia ─¿¿¿???─ que la sociedad actual camina hacia el
abismo.” [1]
y añadiría yo que ellos mismos, esos
trasnochados profesores y sus padrinos de PODEMOS, se consideran a sí mismos los
mesías que han de llevar a cabo esa alta misión con la creación de la “Nueva
Jerusalem” para el “Hombre Nuevo” ambos conforme a sus fantasías.
Y les aseguro que la afirmación no es
cosa mía, pues en el documento presentado expresamente se nos dice que:
A nuestro juicio, la
historia muestra diariamente que el capitalismo en el que vivimos o no da, o da
respuestas a los problemas de los seres humanos que son claramente
insatisfactorias. No puede negarse que en este sistema se han alcanzado grandes
hitos y un progreso nunca antes conseguidos en la historia de la humanidad, que
el capitalismo ha promovido una acumulación de capitales impresionante, capaz
de multiplicar la producción de bienes y servicios, y que ha extendido su
consumo a espacios y grupos humanos que habían estado siempre excluidos de
cualquier tipo de satisfacción material y expuestos a todo tipo de amenazas y
sufrimientos.
Pero, al mismo tiempo,
nos parece igualmente innegable que ese progreso y la expansión de la
producción y el consumo, de los ingresos y de la riqueza, es
extraordinariamente desigual e injusta y basada en una profunda explotación de
unos seres humanos por otros. Y mucho más en los últimos decenios de políticas
neoliberales que prácticamente han acabado con todo tipo de contrapoderes para
dar plena libertad a los capitales y a las fuerzas del mercado.
El capitalismo de
nuestros días se ha convertido en una economía de la exclusión y la inequidad y
creemos que es un imperativo ético oponerse a ello y decir basta porque, como
ha escrito con razón el Papa Francisco, “esa economía mata”. Por eso creemos
que la humanidad debe superar este sistema económico tan injusto e irracional
para aspirar a otro mundo más equitativo, eficiente y humano.
Además, mientras que
estos datos demuestran que el capitalismo es una fuente inagotable de
insatisfacción, los datos y las evidencias científicas de todo tipo muestran
que los seres humanos disfrutan de mucha más felicidad y bienestar cuando las
decisiones sobre el uso de los recursos no se guían solo por el lucro de unas
pocas personas o empresas a través del mercado sino por el interés colectivo.
Análisis
que se remata con la siguiente falacia:
Lo cierto es que en los
países donde han gobernado durante más tiempo partidos políticos comprometidos
con el socialismo (partidos socialdemócratas aliados a partidos comunistas o
progresistas) tienen mejores indicadores de salud, igualdad y bienestar que
aquellos gobernados por partidos conservadores y liberales.
Lo cual no deja de ser una burda
mentira, o ¿acaso alguien sensato de verdad puede llegar a pensar que se ha
vivido con mejores indicadores de salud, igualdad, y bienestar en países como
Corea, China, la Unión Soviética, los Países del telón de Acero, Cuba, o las
actuales Venezuela y Bolivia, que en otros gobernados por partidos
conservadores o liberales como son los europeos occidentales como Francia,
Italia, Inglaterra, Alemania o la propia España, incluidos Canadá o los Estados
Unidos?
Pero vayamos a un análisis de algunas
de sus principales propuestas
De entrada mantienen la promesa de
una renta no ya universal sino “básica” aunque ni se cuantifica ni se
especifica a quien beneficiaría, solamente se hace una genérica declaración:
“…equiparación de las
Pensiones No Contributivas con el mínimo de las Pensiones Contributivas de
Jubilación.”
No quisiera olvidar que desde un primer
momento todo analista con sentido común definió como inabordable por
inexistencia de recursos, esta medida que nutre a los seguidores de PODEMOS de
la esperanza de poder vivir a costa de “Papá Estado”
Volveré a parafrasear a Bastiat:
“El “problema social” (…) es la sombra de Banquo
en el festín de Macbeth, sólo que no es una sombra muda, y, con voz formidable,
grita a la sociedad aterrada: ¡Una Solución, o la muerte!” [2]
Y a ese clamor no puede responderse
con medidas populistas irrealizables, y esos son, en definitiva, los pies de
barro de PODEMOS, que ha logrado gran tirón popular mediante la promesa de
medidas radicalmente de izquierdas que, ya lo estamos viendo, ni tan siquiera
ellos mismos consideran realizables, matizan y no concretan, lo cual no dudo
que producirá gran desencanto en parte de sus potenciales votantes.
En segundo lugar suavizan su
propuesta de “cancelación de la deuda considerada injusta” según la expresión
recogida, ad littere, de su propuesta
de programa para las elecciones europeas, abogando por una “renegociación de la
deuda” que es algo mucho menos revolucionario y más leve que sus iniciales
propuestas revolucionarias.
Otra de las geniales propuestas contenidas en este avance de programe es la
del:
“Fomento de formas de consumo alternativas
encaminadas a promover el reciclaje, la reparación y reutilización, la oferta
de bienes y servicios compartidos y de procedencia local, la eficiencia
energética en el hogar, el transporte colectivo y, en general, orientadas a
valor de otro modo lo útil y lo inútil.”
La lectura de esta propuesta me ha llevado, como
una magdalena de Proust a la vida económica española de los primeros años 60
del siglo pasado, o a la Cuba Castrista.
Efectivamente veo de nuevo establecimientos en
donde se “Cogen puntos a las medias”, o a nuestras madres remendando calcetines
con aquellos famosos huevos de costura hechos de madera, o a los cubanos
“reciclando” los automóviles de los años 40 y organizando viajes compartidos
para acercarse en uno de esos vehículos a otras localidades porque los “transportes
colectivos” tras el empeño de la búsqueda de la “autarquía” a través del
fomento del consumo de la producción local, no tenían o no tienen carburante
para cumplir sus horarios o programaciones de viaje.
¿Pero a qué mundo nos quieren llevar estos
muchachos que consideran que los experimentos políticos de Cuba, Venezuela o
Bolivia nos enseñan ─según su enajenado criterio─ un modelo nuevo de hacer
política exportable a Europa, con el fin de superar el injusto Capitalismo?
En la misma
línea de retroceso estructural se mueve otra de sus propuestas, consistente en:
“La creación de una comisión plural y de la máxima
solvencia técnica que elabora una evaluación de la política de grandes
inversiones en infraestructuras que en los últimos años ha sido la fuente
principal de corrupción y de gastos de mantenimiento desorbitados y sin apenas
rendimiento social. Moratoria de este tipo de obras e inversiones.”
En definitiva se plantea una Moratoria de las Grandes
Obras e Inversiones en Infraestructuras, lo que aparte de ser una contradicción
con sus postulados keynesianos progresistas de incrementar la inversión pública
para crear empleo y fomentar el consumo, aunque la inversión sea o no rentable,
ello daría lugar a un frenazo a nuestro desarrollo como potencia industrial,
agrícola o de servicios (Turismo) a que debemos aspirar como país que se
encuentra dentro de las 20 economías más desarrolladas del planeta, pese a
nuestros innegables problemas estructurales. La solución no está en parar el
desarrollo sino en controlarlo económica y políticamente bajo el prisma de la
transparencia y la eficacia.
Por otra parte se insiste en posiciones de la
izquierda más radical, nada novedosas y en la mayoría de los casos prácticos
llevados a cabo, fracasadas, y cuya puesta en marcha provocarían muy negativos
desajustes y desequilibrios económicos, de una gravedad difícilmente
cuantificable como son:
- La Creación de una banca pública,
idea abandonada en todas las economías desarrolladas o en vías de desarrollo.
- Nacionalización de las grandes
empresas en sectores estratégicos, aunque no se definen cuales, ni con que
finalidad, ni en que sectores ni con que controles ni con que eficacia
programada.
- Redefinición del modelo productivo
basado en la demanda interna, fomento del mercado interno y la consecución de
un estado social, lo que no sé porque me suena a los soviéticos “Planes
Quinquenales” a los que me he referido en mi post “Añoranza de los planes
quinquenales.
- Aumentar la progresividad de los
impuestos, cuando se ha demostrado que las reducciones de impuestos tienen un
efecto multiplicador sobre la creación de empleo y la multiplicación de la
riqueza de los ciudadanos y el consumo privado.
- Aumento del salario mínimo y
limitación de los salarios máximos. Medidas realmente desmotivadoras de la
creación de empleo y de la excelencia laboral, pues para que voy a tener deseo
de mejorar si alcanzo el techo retributivo posible.
- Reducción de la jornada laboral a
35 h semanales. Empeño de la izquierda que la mayoría de los economistas
consideran errónea y desaceleradora de la creación de empleo y del crecimiento
económico por reducción de la productividad nominal.
-Fomento del alquiler social usando
las viviendas vacías en posesión de las entidades financieras. Ya que nos vamos
a cargar a la banca privada apropiémonos de su parque de viviendas, aún con el
riesgo de como en el caso Tania, se repartan entre amiguetes, familiares o
afiliados.
-Reducción del gasto militar. ¿Más?
Claro ¿para qué necesitamos fuerzas armadas si vamos hacia el comunismo
internacionalista y los musulmanes no son un peligro si no unas almas benditas
a quienes debemos abrir nuestras puertas para el mayor éxito de su Yihad?
En fin, que ya lo dijo Baruch de
Spinoza allá por el s. XVII
“Los filósofos ─y aún más los pensadores políticos o económicos─ conciben a los hombres no como son, sino
como ellos quisieren que fueran. De ahí que, las más de las veces, hayan
escrito una sátira en vez de una ética, y que no hayan ideado jamás una
política que pueda llevarse a la práctica, sino otra que o debería ser
considerada como una quimera, o sólo podría ser instaurada en el país de Utopía
o en el siglo dorado de los poetas, es decir, allí donde no haría falta alguna”.
[3]
Y no deja de ser UTOPÍA que un grupo de
jóvenes colegas universitarios traten de cambiar el mundo sobre esquemas
marxistas o revolucionarios pasados de moda, apoyándose en las tesis de otros
profesores universitarios ya jubilados, que nunca lograron ver en la práctica
el éxito de sus trasnochadas teorías.
[1] Bastiat: Armionías Económicas”; Obras escogidas de Frédéric
Bastiat, 1844 Traducción: Pedro Andrés Rodríguez Edición y estudio preliminar:
Francisco Cabrillo Diseño de cubierta: Daruma Editor digital: Daruma ePub base
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[2] Bastiat: Armionías Económicas”; Obras escogidas de Frédéric
Bastiat, 1844 Traducción: Pedro Andrés Rodríguez Edición y estudio preliminar:
Francisco Cabrillo Diseño de cubierta: Daruma Editor digital: Daruma ePub base
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