Las corrientes ideológicas de la izquierda han condenado, con una finalidad siciológicamente estratégica, el amor, la fidelidad y el compromiso de pareja, afirmando que son construcciones burguesas que tienen por objeto fundamentar, junto con el amor a Dios o la Patria, la permanencia de la sociedad occidental que ellos quieren destruir para establecer el comunismo y la creación del "hombre nuevo" desalineado según Marx, o que ya no sea más construido a partir de la matriz del individualismo posesivo, según Laclau.
Afirman, como continuación de su modelo, que lo único trascendente es el sexo, pero no un sexo de finalidad reproductiva o de manifestación de amor, sino sexo sin más, en busca de un placer intrascendente, transitorio y hedonista.
Que duda cabe sobre la importancia de las relaciones sexuales, pero no desde esa visión materialista/hedonista, sino como elemento de integración interpersonal, como crisol de la comuníón espiritual que constituye la vida en pareja.
Si "comunión", pues la vida en pareja, el matrimonio, es la puesta en común de los amores, problemas y soluciones, anhelos, esperanzas y decepciones, alegrías y tristezas que dan sentido a la vida humana más allá de la mera existencia material.
Y hablo de matrimonio, pues, considerando que cada cual puede optar por el tipo de relaciones que quiera, según Irene Montero hasta incurriendo en pedofilia, aunque yo no comparto esta creencia "progre" de que en el sexo todo vale, y entiendo que la sublimación del amor humano, incluido el sexo, se da en el matrimonio.
Y es el sentimiento de "desamor", a que quiero referirme en este POST, la demostración de la fatuidad de aquellos postulados ultraizquierdistas a que me he referido.
El "desamor", según la RAE es:
La falta de amor
ya lo sea por abandono o por falta de correspondencia, y es un sentimiento que afecta a todos los seres humanos, sin distinción de clase, fortuna, ideología, raza o religión.
Si el amor fuera un mero "constructo" social ―usando la terminología de Gramsci― el desamor no afectaría al hombre como consecuencia de su propia naturaleza, y la realidad de las cosas demuestra lo contrario.
Y es el desamor el sentimiento sobre el que el hombre más ha escrito, pintado, esculpido, cantado...
Es el sentimiento más estremecedor que asola las mentes y almas humanas, y que, según los psiquiatras, es el fenómeno principal causante de las depresiones patológicas.
Que duda cabe que se magnífica en la adolescencia, pero también afecta en la madurez sin atenuar sus destructivos efectos.
Pero es la demostración de que el amor es un sentimiento esencial y naturalmente humano y no un invento de la burguesía como pretenden nuestros perroflautas, podemitas o comunistas, que tienen dominado al socialismo patrio.
Concluyó este Post según mi costumbre con una bella canción sobre el "desamor".
COLOR MIEL, cantada por Luis Fercán e Iseo
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