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viernes, 11 de noviembre de 2022

ANÁLISIS DE LA SOCIALDEMOCRACIA

 


Es un juicio sintético aprióri trascendental saber que el Socialismo es teoría errada pues pone el acento de su doctrina en el concepto de “igualdad”, como si la vida fuese el “Lecho de Procusto” y desprecia el elemento esencial de lo humano que es la “libertad”

Partiendo de ello, concluimos que la socialdemocracia no es sino una manifestación burguesa del socialismo marxista que tan solo renuncia a la revolución, aunque no al igualitarismo, como explicó Trotski en 1929, en su crítica a la socialdemocracia austriaca de Adler y Seitz.

Y es en esos lodos donde transita de modo autómata, irreflexivo e irracional, el PSOE y sus líderes, hoy entregados al marxismo más radical de comunistas y separatistas.

Pero las críticas a la socialdemocracia y su deseo de conciliar democracia y socialismo, y planteando la dialéctica entre revolución y reforma, ya fue planteada por Marx en un famoso opúsculo titulado “Crítica del Programa de Gotha”, Programa que no era sino el del Partido Socialdemócrata Alemán, aprobado el año de su fundación (1875).

Tras el final de la Segunda Guerra Mundial la socialdemocracia europea abandonó ─teóricamente─ el marxismo y elaboró una «una visión diferente de las relaciones entre capitalismo y socialismo», y su propuesta se centró en «una mayor intervención estatal en los procesos de redistribución que en los de producción, de forma que una política fiscal progresiva permitiese consolidar eficazmente la red asistencial que configuraría el Estado de bienestar.

Frente a la aceptación del capitalismo propugnada por el SPD y el resto de partidos socialdemócratas del centro y del norte de Europa, sus homólogos del sur elaboraron una alternativa que llamaron socialismo democrático en la que no renunciaban a alcanzar el socialismo, aunque siempre mediante el respeto a las reglas de la democracia —los partidos comunistas del sur también se sumaron a esta iniciativa construyendo su propia alternativa «socialista democrática» que llamaron eurocomunismo—.

Así pues, según los socialdemócratas no existe un conflicto entre la economía capitalista de mercado y su definición de una sociedad de bienestar ─mientras el Estado posea atribuciones suficientes para garantizar a los ciudadanos una debida protección social─.

En general, esas tendencias se diferencian tanto del social liberalismo como del liberalismo progresista en la regulación de la actividad productiva, y en la progresividad y cuantía de los impuestos, así como en la intervención del Estado en todos y cada uno de los ámbitos de actuación de los ciudadanos, con total merma de su libertad individual.

Y esto se traduce en un incremento en la acción del Estado y los medios de comunicación públicos, así como de las pensiones, ayudas y subvenciones a asociaciones culturales y sociales.

Algunos gobiernos europeos han aplicado en los últimos años una variante de la Tercera Vía que es un poco más próxima al liberalismo, con un menor intervencionismo y presencia de empresas públicas, 一pero con el mantenimiento de las ayudas y subvenciones típicas de la socialdemocracia —cuyo principal exponente ha sido el laborista británico Tony Blair.

Por lo demás, su ideología en temas sociales es equiparable a la del resto de la izquierda política.

      Y ello sobre la premisa proclamada por el Partido Socialdemócrata Alemán en su Programa de Godesberg de 1959.

“Competencia donde sea posible, planificación donde sea necesaria”

Pero es que es ahí, precisamente, donde empieza el problema, pues la planificación estatal, las subvenciones o la imposición de una concreta concepción de la sociedad, conducen al totalitarismo, muy deseado por la izquierda, mediante la represión de todo aquel que mantenga posiciones contrarias a la ideología oficial de esa izquierda.

Girauta nos dice [i]:

Una víctima de manía persecutoria, que no escasea, es cierto tipo de filántropo que está constantemente haciendo favores a las gentes contra su voluntad y se asombra y horroriza al ver que no se lo agradecen.

Se trata, efectivamente, de imponer lo que la progresía considera que “Hace Bien” a la gente, sin importarle su opinión, o, es más, contra la opinión mayoritaria de los ciudadanos.

      Y todo ello a base de “prohibir” todo aquello que esa progresía tribal considera malo “subjetivamente”, en la mayoría de los casos sin tener en cuenta la opinión de especialistas ─salvo que sean miembros de la tribu─

      Por cierto, en lo que respecta al “Estado del Bienestar”, en el que se desea que todo ciudadano goce de educación, sanidad, ocio y recursos para la vida, aunque no trabaje ─incluso porque no quiera─ las subvenciones juegan también un papel primordialmente discriminatorio, que diluye la idea de ese modelo de Estado, convirtiéndolo en un “Estado de Bienestar para los miembros de la Tribu”.

Si no, explíquenme ustedes porque se juega siempre a la absurda “discriminación positiva”, en favor de los familiares o amigos, mujeres, inmigrantes o gentes ─como ellos dicen─ “racializadas”, y en perjuicio y discriminación de los opositores, hombres, nacionales o blancos.

En todo caso, en la situación actual de España, la Socialdemocracia que quiere representar el PSOE, ha dejado de ser tal desde el momento en que su mayoría parlamentaria y su Gobierno Frankenstein, se sustentan en los comunistas de UP, ERC, EHBILDU/ETA y demás purrias Separatistas, al igual que hiciera en los años 30 del siglo pasado el dirigente Socialista Largo Caballero, al que en la reunión del Comité Federal del PSOE de julio de este año, Sánchez elogió diciendo que el actual PSOE quiere hacer lo que Largo hizo entonces ─Tratar de imponer un Estado soviético en España─

De modo y manera que no nos gobierna la Socialdemocracia, sino la extrema izquierda.

Y es contra ella contra la que debemos mantenernos activamente beligerantes, si no queremos que nos destruyan, que destruyan nuestras libertades y derechos en aras del concepto marxista de igualdad que olvida la esencial “libertad individual” de cada ciudadano.

Baste por otra parte recordar como Arthur Koestler, en su libro "El cero y el infinito" afirma que:

"El dominio de la JERGA MARXISTA, permite a cualquier idiota pasar por inteligente."

            Y eso es precisamente lo que hacen nuestros gobernantes social comunistas.

  Para mayor desgracia los docialdemócratas europeos han asumido los postulados del ecologismo militante, y con su Agenda 2030, y quiere hacer pagar a los países desarrollados la contaminación procedente de Rusia, China e India.

        Efectivamente, mientras en Europa el reciclaje de plásticos, papel, aceites, etc. están muy desarrollados, con importantes reducciones de contaminación, esos tres Países están contaminando sin límite alguno el aire y los mares. Pero ellos no pagan por esa contaminación, mientras se cargan las medidas anti contaminación sobre los ciudadanos europeos con la malhadada Agenda 2030 de marras.

Y concluyamos, como siempre con un video musical. Y que menos que el himno Comunista “La Internacional” que canta el PSOE en todos sus actos, puño en alto, cual marxistas radicales que han vuelto a ser.



© 2022 Jesús Fernández-Miranda y Lozana



[i] “Sentimentales, Ofendidos, Mediocres y Agresivos” Juan Carlos Girauta. Editorial Almuzara, S.L. 2022

1 comentario:

  1. Rajoy, y su sucesor de del PP tambien quieren ser Social democratas. Por eso en sus mandatos en mayoria parlamentaria no derogan leyes lesivas y suben impuestos

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