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viernes, 28 de junio de 2024

VAYASE USTED A HACER PUÑETAS, SR. FISCAL GENERAL DEL ESTADO

 


    Mandar a hacer puñetas a alguien es una expresión que se utiliza cuando quieres deshacerte de alguien que te es molesto y deseas que se marche, dejándote en paz.

En los siglos XVI y XVII eran signo de poder o de lujo en el vestir, tanto femenino como masculino.

Hoy en día las puñetas son los bordados y puntillas colocadas en las bocamangas de las togas que utilizan los miembros de la judicatura y de la fiscalía, así como los catedráticos y doctores universitarios.

La confección de cada puñeta requería un largo y entretenido trabajo, por lo que mandar a alguien a hacer puñetas era sinónimo de quitárselo de encima durante un largo tiempo.

Algunas fuentes indican que el lugar donde se confeccionaban las puñetas era en los conventos apartados, por lo que se le estaba mandando a un sitio alejado y durante mucho tiempo.

Otras fuentes apuntan a que hubo un tiempo en el que este laborioso trabajo lo realizaban las presas, motivo por el que al mandar a hacer puñetas a alguien se le deseaba que fuera a la cárcel por un largo tiempo.

Así que mandar al Fiscal General del Estado a hacer puñetas es tanto como desear que se vaya, e incluso que sea encarcelado.

Y motivos para ello sobran, pues quien se presume que debe ser “Defensor de la Legalidad” se ha convertido en un peón más del sanchismo, como demuestra:

1.- El hecho de que Sánchez declarase en su día en una entrevista televisiva “¿Quién nombra al Fiscal General del Estado?... Pues eso?

2.- Su implicación en el delito de desvelación de secreto en relación con el novio de Isabel Ayuso, con la intención de hacer daño a esta última.

3.- La defensa a ultranza de la inconstitucional Ley de Amnistía.

       Por ello y por su total desempeño partidista y politizado de su cargo, contaminando de su implicación ideológica sanchista a la Fiscalía toda, merece nuestro desprecio y nuestra conminación a que se vaya a hacer puñetas.

       Pero, aunque lo importante es lo relatado hasta el momento, lo peor es su carácter “chulesco” con la afirmación de que no presentará su dimisión ni siquiera aunque el Tribunal supremo —ante el que está aforado— le impute los delitos por los que puede ser denunciado, lo que no es sino muestra del hecho de su confianza en la impunidad a la que juega todo sanchista, olvidando que la posición que adopte la fiscalía en ese procedimiento no sería tomada en cuanta por el Tribunal Supremo, al saberse trufada de influencia del propio Fiscal General del Estado y el dictadorzuelo de Sánchez.

       Desde posiciones tiránicas, el sanchismo, el nuevo frentepopular, ha iniciado una cruzada contra Jueces y Magistrados y Periodistas y medios independientes, contra todos aquellos, en definitiva, que se oponen, y no acatan servilmente, la doctrina socialcomunista de ese sanchismo.

       Si no somos capaces de limitar y defenestrar al sanchismo del poder, mucho me temo que volvamos a vivir una trágica situación parecida a la del período 1931/1939.

       Dios no lo quiera.

       Y concluyamos esta “Reflexión Heteróclita”, como siempre, con una nueva pieza musical, hoy, de la Ópera Lucia de Lamermmoor” de Donizetti el cuarteto “¿Qui mi frena in tal momento?”



© 2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA






miércoles, 26 de junio de 2024

ORTEGA Y GASSET




Releo después de algunos años, “España Invertebrada”, escrita en 1920, y me reactiva algunos argumentos que por oídos mal formulados, incluso deformados y en demasía, habían perdido, para mi, su frescura.

Ortega explora el alma histórica de España y analiza su proceso de declive, de deterioro nacional, con conceptos que pese a estar formulados en los años 20 del siglo pasado, resuenan hoy con incontenible fuerza de actualidad y vigencia, aunque no cabe duda de que algunos de sus planteamientos de base sean discutibles.

La primera parte de lo que el propio Ortega denomina “ensayo de ensayo”, bajo el título “Particularismo y Acción Directa”, se refiere a la disgregación, a la “desvertebración” de España, que podemos resumir en las siguientes ideas:

La unidad de España se conformó en atención a los grandes retos de futuro que esa misma unidad anticipaba como objetivos posibles y que, solo desde la unidad, cada una de sus partes consideraron realizables.

Y sería la desaparición de la ilusión por el logro de esos objetivos comunes, que Ortega identifica con la creación del Imperio Español, lo que habría determinado la vuelta a un proceso imparable de desintegración de la Unidad, que Ortega considera que ya se inició en 1580, fecha en que a su
juicio se produce la culminación del poderío de la Unidad que constituye “El Imperio” con la incorporación del llamado “Imperio Portugués” y a partir de la cual comienza una paulatina, inexorable y continua decadencia de España.

Hay quienes matizando esa visión Orteguiana consideran que el objetivo común no era de tipo político-sociológico, sino económico, lo que vendría a demostrarse por la incorporación de Portugal al proyecto común bajo el reinado de Felipe II en 1580, como consecuencia de la riqueza inmensa procedente de las Colonias, y su disgregación del Todo en 1640, bajo el reinado de Felipe III, como consecuencia fundamentalmente del deterioro de la situación económica del Imperio.

Baste recordar que mientras que en el período 1591-1595 se habían importado más de 35 millones de pesos en oro y plata desde las colonias, el agotamiento de los yacimientos hizo descender esa cifra por debajo de los 17 millones en el período 1631-1635.

Hoy podríamos decir que el elemento integrador de la idea de España, en nuestro tiempo, había sido el deseo de la sociedad española, de España toda, de configurarse en una sociedad moderna y democrática al amparo de su Constitución, pero ese elemento integrador también ha entrado en decadencia.

Decadencia del concepto unitario de España, que fue puesta de manifiesto por Ortega y que hoy se reproduce en nuestra sociedad, y que se manifiesta en la tendencia de los españoles a la autocrítica y a la peor autoestima, descrita, ya en 1653, por Gracián que decía de los españoles, en “El Criticón”, que:

"Son poco apasionados por su patria, y trasplantados son mejores. Abrazan todo lo extranjero, pero no estiman lo propio."

Efectivamente, en la España contemporánea es curioso comprobar como algunos de los síntomas, manifestaciones y consecuencias de esa disgregación, de esa “desvertebración”, persisten en el modo y manera en que fueran definidas por Ortega.

Así, en cuanto a las razones de esta tendencia disgregadora, de esa “desvertebración”, la encuentra Ortega en lo que él llama “El particularismo” de los pueblos y de los grupos sociales que integran la idea común de España.

La esencia del particularismo es que cada grupo deja de sentirse a si mismo como parte, y en consecuencia deja de compartir los sentimientos de los demás. No le importan las esperanzas o necesidades de los otros y no se solidarizará con ellos para auxiliarlos en su afán

Este particularismo habría afectado a todas las partes que forman el todo que llamamos España, y de manera crítica a Castilla, que tras haber sido quien forjó España, se convirtió en el elemento que la deshizo, pues:

Castilla se transforma ---a partir del reinado de Felipe III--- en lo más opuesto a si misma: se vuelve suspicaz, angosta, sórdida, agria. Ya no se ocupa en potenciar la vida de las otras regiones; celosa de ellas las abandona a si mismas y empieza ano enterarse de lo que en ellas pasa. Si Cataluña y Vasconia hubiesen sido las razas formidables que ahora se imaginan ser, habrían dado un terrible tirón de Castilla cuando esta comenzó a hacerse particularista, es decir, a no contar debidamente con ellas.
La sacudida en la periferia hubiera acaso despertado las antiguas virtudes del centro y no habrían, por fortuna, caído en la perdurable modorra de idiotez y egoísmo que ha sido durante tres siglos de nuestra historia.”

La descripción de acontecimientos que realiza Ortega es lamentablemente actual, pues desde lo que entonces fue Castilla y hoy la España que no es Cataluña y Vascongadas ---a quienes se ha unido Galicia--- no se ha sabido, por particularismo, articular la idea de España con amplitud de miras, más preocupadas, cada una de las partes, de los propios privilegios, oportunidades y opciones, que de las del todo, de las de España, tal y como se ha venido a comprobar en el proceso de modificación de los estatutos autonómicos.

Baste recordar el detalle de las pretensiones de Andalucía y Aragón de asumir competencias sobre la gestión de las cuencas hidrográficas del Guadalquivir y del Ebro, respectivamente, pese a que las mismas se extienden más allá de sus propios territorios.

Para Ortega La consecuencia política directa de la exacerbación del particularismo es la opción por la “acción directa”.

En estados normales de nacionalización los grupos sociales que conforman el todo, aceptan la formulación conforme a la cual la consecución de sus objetivos, la satisfacción de sus ambiciones particulares, pasa necesariamente por el acuerdo con los demás, lo cual se logra a través del normal funcionamiento de las instituciones comunes, tenidas como resortes de la solidaridad nacional.

Sin embargo, en los supuestos de particularismo exacerbado, tener que contar con los demás produce irritación, pues a los demás no solo se les considera innecesarios, si no incluso un obstáculo para lograr las propias ambiciones ---en cuanto que limitadores, por vía de la exigencia acuerdo previo y la presencia del principio de solidaridad--- de los propios intereses, hasta el punto de que se opta por la satisfacción automática de los deseos de cada parte sin contar con lo demás, sino tratando de imponer su soberana voluntad a los demás a través de la acción directa.

Las cosas ya no se pactan con los demás, ni se someten al principio de solidaridad, sino que la consecución de mis apetencias particulares me la procuro yo mismo y se la impongo al todo.

Y la actitud de los partidos nacionalistas contemporáneos no deja de ser si no una manifestación de esa actuación conforme al modelo de la “Acción Directa”, pues sus pretensiones autonomistas o independentistas tratan de imponerse, o en la práctica se imponen, a todos los demás miembros de la Nación, de España, desde sus propios planteamientos y desde sus propias instituciones particulares, sin contar con la voluntad de los demás.

Pero, ¿Cual es la causa, el origen de ese “particularismo” y de su consecuente inercia de las partes a actuar conforme al modelo de la “acción directa”, despreciando los principios de solidaridad y convivencia?.

Ortega se refiere a su existencia como causa primera de la desvertebración de España, e incluso analiza ---en “La redención de las Provincias”, recopilación publicada en 1931, de los artículos publicados por él mismo sobre la materia en los últimos años de la Dictadura de Primo de Rivera--- las, para él, más recientes manifestaciones del fenómeno: el madrileñismo, que confunde la nación con su centro, y el provincianismo que se produce como reacción frente a tal idea centralista, pero en ningún momento nos describe de modo expreso las causas del particularismo, aunque puede intuirse en su obra que su origen se encuentra en la inexistencia de un elemento integrador de fuerza suficiente para actuar como catalizador de los sentimientos unitarios.

La tesis de Ortega, que se podría definir como elitista, se resume en la idea de que en España no existen clases dirigentes suficientemente amplias y preparadas como para ser capaces de dirigir a las masas y aglutinarlas en torno a esa idea común de España, y ello como consecuencia de la “rebelión” de esas masas, lo que nos conecta con la segunda parte de la obra que comentamos.

Según el propio Ortega, y aquí conecta con las tesis expuestas en su obra “La rebelión de las Masas”, la razón de base del particularismo está precisamente en esa rebelión, que concreta en los siguientes postulados:

1º.- Una nación es una masa humana organizada, estructurada por una minoría de individuos selectos.

2º.- Cuando en una sociedad la masa se niega a ser masa, esto es a seguir a la minoría directora, constituida por hombres excelentes y ejemplares ---por “los mejores”--- la nación se desintegra.

3º.- El pueblo español, desde hace siglos ---por una extraña y trágica perversión del instinto encargado de las valoraciones--- detesta a todo hombre ejemplar o, cuando menos, esta ciego a sus cualidades excelentes. Cuando se deja conmover por alguien, se trata, casi invariablemente, de algún personaje ruin e inferior que se pone al servicio de los instintos multitudinarios.

4º.- Como consecuencia de esa “aristofobia” el pueblo español, que odia a toda personalidad selecta y ejemplar por el mero hecho de serlo, y que siendo vulgo y masa se considera apto para regirse por si mismo en sus ideas políticas y morales y en sus gustos, es el causante de su propia degeneración, pues en lugar de aspirar a ser como “los mejores”, se ha ido deteriorando hasta llegar a una pavorosa desvitalización.

Discrepo de la formulación de Ortega.

No puedo aceptar una imputación de culpa al pueblo español del género de la realizada, máxime cuando el propio Ortega nos dice que:

En España lo ha hecho todo el pueblo, y lo que no ha hecho el pueblo ha quedado sin hacer.”

Sus argumentos suenan al lamento de un amor no correspondido, que afirme que la culpa de no ser amado no es suya, sino de la incapacidad de amar de su ser querido.

No puede olvidarse que en toda sociedad son la élites las que conforman el sistema educativo, las que con su excelencia imprimen su impronta en la sociedad, las que en definitiva establece los objetivos que la masa debe cumplir, y consecuentemente la responsabilidad de que el grupo social que lideren se comporte o no adecuadamente, será suya y no de la masa.

Asi, la realidad de la gran crisis sociológica española, y de su concreción en la realidad nefasta del particularismo desmembrador que la atenaza, habría de buscarse en la pésima calidad de sus élites, a mi juicio fruto del desastroso modelo de su formación, que durante siglos estuvo en manos de religiosos, muchas veces resentidos, desubicados, o desclasados.

Contribuyeron a ello razones demográficas: entre 1600 y 1700 la población de la España peninsular desciende en un 25% pasando de ocho a seis millones de personas.

Dos millones de españoles se marcharon a las colonias, entre ellos no es difícil pensar que se encontraban los más capaces y emprendedores.

Por otra parte, durante los siglos XVIII y XIX, las élites en Europa se forman en las concepciones Ilustradas primero y revolucionarias después, que producen, en el mundo “protestante”, lo que podríamos llamar “emancipación” de las ideas, muy enriquecedora, pero que en España carece de adecuada proyección.

En España, por el contrario, y durante los mismos siglos, las élites se conformaron sobre la base de unas clases sociales carentes del empuje necesario para gobernar el pueblo que les correspondía, ultraconservadoras y carentes de aquel espíritu de excelencia que las convertiría en autenticas élites, la nobleza y el clero.

Ambas fuerzas sociales combinan en esos siglos lo peor de sus propias potencias. La nobleza es educada por el clero, y el clero está formado por lo peor de la sociedad, pues a los seminarios acceden, como medio de vida, los miembros más desfavorecidos de las clases nobles venidas a menos, los infanzones y los desechos de la segunda nobleza, la hidalguía, ya que los primogénitos de cada casa heredan la hacienda y los segundogénitos engrosan la milicia.

El clero, en consecuencia, y salvo honrosas excepciones, viene a estar formado por elementos carentes de vocación religiosa y de ambición intelectual, que sin embargo administra dos esferas de poder impresionantes en su época, la docencia de la nobleza, pues a los centros educativos superiores tienen restringido el acceso quienes no demuestren “pureza de sangre”, y la confesión, con especial importancia respecto de las clases dirigentes, en quienes se influye a través del sacramento.

Además, el intento de contrarrestar la evolución de la Europa protestante por parte de la Europa católica, la “contrarreforma” que habría de haberse constituido en el motor de la modernidad en el mundo católico, acaba siendo alicorta y se convierte, salvo excelsas formulaciones intelectuales de algunos pocos sabios o teólogos, en un movimiento de corte político y económico en el que se concreta la pugna de intereses entre la Europa septentrional, anglosajona y protestante y la mediterránea, latina y católica.

Además, dentro de esa situación, el clero, presa de una nueva manifestación de “particularismo”, abandona su misión de elite dirigente, preocupado tan solo del mantenimiento férreo de los principios de la Fe, que considera amenazada por los movimientos reformistas protestantes, y no solo castra las esperanzas que habrían de haberse depositado en el frustrado proceso de la “contrarreforma”, de la que los sectores más conservadores también desconfían, sino que contribuye desde esa frustración del proceso reformista, a taponar la evolución de la burguesía.

En cuanto a la nobleza, su decadencia como elite social, bien representada por el Quijote Cervantino, no es sino trasunto de la pugna por el mantenimiento de los privilegios feudales del antiguo régimen, una nueva muestra de “paticularismo” que atenaza y hace decaer a una clase social que por historia, tradición y peso social tenía encomendada aquella misión elitista de dirección de la sociedad.

Y es la combinación de esos dos elementos, la Iglesia, o más propiamente el clero, y la nobleza, ambos presos de sus propios “particularismos”, la que impide el desarrollo de una burguesía culta y ambiciosa en España, la que impide el desarrollo, en consecuencia, de renovadas élites políticas e intelectuales buguesas, como las que surgen en el resto de Europa, en el mundo protestante.

El arte y el intelecto, cuyas últimas manifestaciones gloriosas se producen en España en el llamado siglo de oro (s.XVI y s.XVII), lo hacen absorbidos por el torbellino religioso, y solo brevemente, en los comienzos del s XIX, imbuida del espíritu revolucionario y emancipador, la burguesía asume el papel director que históricamente le correspondía, y lidera un nuevo renacer de la idea de integración de España frente al invasor francés y la parálisis de la monarquía.

Pero a partir de ese momento, y como consecuencia de los acontecimientos nefastos de nuestro s.XIX, la burguesía recae en un nuevo estado catatónico, en una parálisis de la que ya no saldrá, y nuevamente con brevedad, hasta la muerte del General Franco.

En ese momento, aquella capacidad de liderazgo de la sociedad por parte de las elites intelectuales burguesas, vuelve a manifestarse en la llamada “transición”, pero es efímera y se desintegra como consecuencia del juego de la izquierda, más preocupada por derrotar en el escenario político los principios conservadores que constituyen el alma de la burguesía, que de cuidar el bienestar de la Nación, y del juego de la derecha, que olvida sus prioridades cediendo en la defensa de los interesas nacionales y centrándose en la defensa de la idea de nos ser considerada heredera del franquismo, lo que beneficia, en definitiva, las posiciones de los nacionalismos y su “particularismo”, que vuelve a predominar sobre otros principios en la realidad política contemporánea.

El problema de España radica, pues, en la mala calidad de sus élites, su egoísmo, su cortedad de miras y su sometimiento a los intereses partidistas más que a los intereses de la Nación.

No en la calidad de su pueblo.

Y concluyo, como siempre con una nueva pieza musical, hoy  "Serenata Española" de Joaquín Malats interpretada por Pepe Romero



© 2024 Jesús Fernández-Miranda  y Lozana







© 2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA


lunes, 24 de junio de 2024

LAS MIMOSAS



    Empezando el verano, y superada la primavera recuerdo la floración las mimosas, con su amarillo intenso y ese olor dulzón y penetrante que recuerda al de la miel.

    Todas las primaveras la mimosa de mi jardín se despereza, y recuerdo un bello artículo publicado hace algunos años por Mónica Fernández-Aceytuno en ABC, bajo este mismo título: LAS MIMOSAS

"Eran tres hombres, tres hombres morenos y corpulentos. Tan altos que se agacharon para entrar al estudio pequeño y azul donde iban a ser entrevistados. Se sentaron los tres muy juntos, como para volver a conformar su país dividido por una guerra civil. Con un español golpeado de acentos yugoslavos, contaron el horror de su guerra con esa contención en los ojos que da el dolor cuando media la distancia. Nos describieron la violencia con la que mataron a sus familiares, cómo fueron perdiendo todo. A la orilla del Adriático, tenían restaurantes en una zona turística, al parecer muy hermosa.
Yo estaba en aquel estudio de casualidad, pero les pregunté qué árboles había junto a su casa, y me respondieron: «Mimosas, mimosas por todas partes».
Entonces, les dije, ahora tienen que estar florecidas... Y aquellos hombres se echaron a llorar con tal desgarro que se dio por terminada la entrevista."

    Pero los hombres nos empeñamos en no darnos cuenta de la realidad que manejamos; ya lo decía de La Rochefocauld:

“No hay hombre tan hábil como para conocer el mal que hace”

    Y mientras las mimosas florecen, los Progresistas Dogmáticos Intolerantes (PDIs), los sanchistas, que se han adueñado del PSOE, de IU y de los Sindicatos, de los separatistas y grupúsculos de la extrema izquierda, volviendo a sus viejos tics revolucionarios y callejeros, han decidido secundar las tesis bolcheviques de Sánchez que amenazan la independencia de la Justicia y de los medios de comunicación como vía para llegar a una Dictadura Sanchistas/Bolivariana.

    Desgraciadamente “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetir sus tragedias” (Cicerón – Ruyz de Avellaneda- o quien quiera que haya sido el autor de la frase) y por lo tanto debemos recordar la última vez que, en nuestra Historia, la izquierda montaraz y antidemocrática se echó a la calle para tratar de deslegitimar la victoria de la derecha.

    El ejemplo más característico de ello fue Largo Caballero, presidente de la UGT desde 1918 a 1938 y del PSOE desde 1927 hasta 1935, al tiempo que Ministro en varios Gobiernos de la República y Presidente del Gabinete durante 1937 y 1937.

    En el año 1934, tras largos y concienzudos preparativos, Largo Caballero lideró en la sombra el golpe de Estado contra la legalidad de la República. A tal efecto y desde el 3 de febrero de 1934 presidió el Comité Nacional Revolucionario. Motivo por el que fue condenado a 30 años de cárcel por rebelión militar, condena que nunca cumplió.

    Por todo ello, Largo es considerado como uno de los máximos responsables de la revolución de Asturias de octubre de 1934. El balance del tristemente famoso golpe de Estado socialista fue casi de 1.400 muertos en 26 provincias.

    Fervoroso defensor del marxismo y la dictadura del proletario, el golpe de Estado de Largo Caballero y el PSOE, es considerado por muchos historiadores como el inicio de la Guerra Civil de 1936-1939.

    El 3 de diciembre de 1933, las elecciones fueron ganadas por las derechas, siendo la consecuencia inmediata la nueva distribución de los escaños del Congreso, ya que ahora los partidos de la derecha ocupaban 217, de los cuales 115 pertenecían a la CEDA y 96 a los de izquierdas. Por primera vez habían participado las mujeres, mientras que los anarquistas se abstuvieron.

    Ese mismo día Largo Caballero instaba a la Directiva del Partido a concretar “un movimiento revolucionario a fin de impedir un régimen fascista”.

    Así pues, el alzamiento de 1934 no fue una consecuencia, como a veces se ha intentado hacer creer, del abuso de la derecha en el Gobierno durante su mandato, ya que éste aún no había tomado posesión y el golpe ya se estaba preparando.

    Largo Caballero difícilmente podía ser más explícito sobre las intenciones del PSOE de cara a las elecciones de 1936.

    En el curso de una convocatoria electoral que tuvo lugar en Alicante, el político socialista
afirmaba:

“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos” (El Liberal, de Bilbao, 20 de enero de 1936).

    Tras el anuncio de la voluntad socialista de ir a una guerra civil si perdía las elecciones, el 20 de enero, Largo Caballero decía en un mitin celebrado en Linares:

“... la clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución”.

    El 10 de febrero de 1936, en el Cinema Europa, Largo Caballero volvía a insistir en sus tesis:

“... la transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas... estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia”.

    Para afirmar finalmente:

“Yo declaro... que, antes de la República, nuestra obligación es traer al socialismo... Hablo de socialismo marxista... socialismo revolucionario... somos socialistas pero socialistas marxistas revolucionarios... ¿Procedimiento? ¡¡El que podamos emplear!!...”

Y así fue.

    Y el canalla de Sánchez afirmó hace un par de años en el Congreso Anual de UGT, que Largo Caballero era su referente político, un ejemplo a seguir, y por ello gobierna con un nuevo Frente Popular de tendencias autoritarias, compuesto por Socialistas, Comunistas y Separatistas republicanos.

    Tras las elecciones de 1936, según datos aportados por Cesar Vidal en un artículo publicado en la Bitácora “Rabos de Pasa”, en las elecciones los resultados fueron los siguientes:

9.716.705 votos emitidos
4.430.322 fueron para el Frente popular
4.511.031 para las derechas
682.825 para el centro
91.641 emitidos en blanco o resultaron destinados a candidatos sin significación política.

    Sobre estas cifras resulta obvio que la mayoría de la población española se alineaba en contra del Frente popular.

    Sin embrago, y según relato del que fuera presidente de la República, Alcalá Zamora, al diario Journal de Geneve, publicadas en 1937:

“A pesar de los refuerzos sindicalistas, el "Frente Popular" obtenía solamente un poco más, muy poco, de 200 actas, en un Parlamento de 473 diputados. Resultó la minoría más importante pero la mayoría absoluta se le escapaba. Sin embargo, logró conquistarla consumiendo dos etapas a toda velocidad, violando todos los escrúpulos de legalidad y de conciencia.
Primera etapa: Desde el 17 de febrero, incluso desde la noche del 16, el "Frente Popular", sin esperar el fin del recuento del escrutinio y la proclamación de los resultados, lo que debería haber tenido lugar ante las Juntas Provinciales del Censo en el jueves 20, desencadenó en la calle la ofensiva del desorden, reclamó el Poder por medio de la violencia.
Crisis: algunos Gobernadores Civiles dimitieron. A instigación de dirigentes irresponsables, la muchedumbre se apoderó de los documentos electorales: en muchas localidades los resultados pudieron ser falsificados.
Segunda etapa: Conquistada la mayoría de este modo, fue fácilmente hacerla aplastante. Reforzada con una extraña alianza con los reaccionarios vascos, el "Frente Popular" eligió la Comisión de validez de las actas parlamentarias, la que procedió de una manera arbitraria.
Se anularon todas las actas de ciertas provincias donde la oposición resultó victoriosa; se proclamaron diputados a candidatos amigos vencidos. Se expulsaron de las Cortes a varios diputados de las minorías. No se trataba solamente de una ciega pasión sectaria; hacer en la Cámara una convención, aplastar a la oposición y darle mayoría absoluta al Frente Popular.”

    En consecuencia no podemos sino denunciar la responsabilidad de los líderes del Socialismo español, de los años 30, en el desencadenamiento de la Guerra Civil, de la que, con toda desfachatez, culpan a la derecha.

    Pero lo más grave es que los dirigentes de la Izquierda patria contemporánea, los PDIs (progresistas dogmáticos intolerantes), los sanchistas y sus coríferos, están acercándose peligrosamente a los antecedentes de los años 30, de talante veladamente guerracivilista y frentepopulista, con su postura de fomentar la movilización callejera contra la oposición y el control personas de Sánchez sobre todas las instituciones del Estado para perpetuarse dictatorialmente en el poder.

    Esperemos no acabar llorando todos recordando el florecer de las mimosas.

Y terminamos como siempre con un video musical. En esta ocasión Enya con su canción "Only Time"




© 2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA


viernes, 21 de junio de 2024

LA ROJA

 

Tras la victoria por 1-0 de España frente a Italia, bien merece la pena que hablemos de "LA ROJA".

Las selecciones españolas de futbol utilizan la camiseta roja, pero existen pocos aficionados que conocen la razón de utilizar ese color.

Los hay que consideran que es un homenaje a la izquierda, pese a que en los años sesenta, bajo el franquismo se utilizaba sin preocupación sobre implicaciones políticas, y quienes piensan que su uso es meramente improvisado.

Sin embargo esta equipación tiene sus orígenes históricos claros que trataré de explicaros.

Desde la llegada de Felipe de Habsburgo para contraer matrimonio con Juana, hija de los Reyes Católicos, se impuso como divisa de los ejércitos españoles la roja cruz de Borgoña, o cruz de San Andrés.



Esta divisa fue utilizada como bandera de los Reyes de la dinastía conocida como “Los Austria”, y se mantuvo como divisa de las unidades militares tras la llegada de Felipe V al trono y la implantación de la dinastía de “Los Borbón”, llegando hasta nuestros días como bandera de numerosas unidades militares en sus diferentes variaciones.


La implantación de la Cruz de Borgoña como estandarte de los ejércitos españoles, dio lugar a que estos se distinguieran en los campos de batalla con el color rojo; Los oficiales con fajín rojo y las tropas con un lazo rojo atado a sus brazos, Como puede verse en el cuadro de Dalmau Codina “El Último Tercio”


Existen además otras interesantes anécdotas como, por ejemplo, la del retrato pintado por Charles Beaubrun, de la hija de Felipe IV, María Teresa de Hbsburgo, casada con Luis XIV de Francia, en la que aparece con un lazo rojo en su pecho, proclamando su españolidad ante un Rey y una corte que la ninguneaban.


Y es por ello, en atención a esta larga historia del color rojo representando a los ejércitos españoles desde el s. XV, que nuestra selección usa su camiseta roja.

Y concluyamos como siempre con un nuevo video musical, hoy el “Himno de los Tercios Viejos”



©2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA


miércoles, 19 de junio de 2024

MONARQUÍA O REPÚBLICA

 


    Hoy se cumplen 10 años de la proclamación de Don Felipe como Rey de España como Felipe VI.

    La Izquierda española ha sido ,tradicionalmente, defensora de la República, mientras que la derecha lo ha sido, mayoritariamente de la Monarquía, aunque no pueda decirse que un sistema sea más "democrático que otro, pues no podemos olvidar que gran parte de los países occidentales más desarrollados son Monarquías, como Inglaterra, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Noruega o Japón. 

     Pero la izquierda ha visto siempre en la Monarquía no un sistema antidemocrático, sino un sistema defensor de la libertad e igualdad de los ciudadanos y garante de la Constitución y de la indisoluble unidad de España, lo que le impide llevar adelante sus reformas bolcheviques.

  Según informa EL DEBATE, el PSOE se ha pronunciado recientemente, y en dos ocasiones en contra de la Monarquía

    La primera ha sido en el Consell de Mallorca, donde su abstención ha impedido que la Princesa de Asturias fuera reconocida como hija adoptiva.

    Y la segunda votación se ha producido en el Parlamento de Navarra, donde los socialistas han dado su voto favorable a una moción de EH BILDU, los herederos del terrorismo de ETA, que considera que «la Monarquía representa la corrupción sistemática» y señala que esta es «la característica que ha definido la relación histórica de la Casa de los Borbones con el Estado».

    Este cambio radical en la actitud del PSOE con la Corona se ha producido, además, en vísperas del décimo aniversario del reinado de Don Felipe, que hoy  celebramos.

    Y para mayor INRI, hace tan solo siete meses que Sánchez prometió lealtad a la Princesa de Asturias ante el Rey y los poderes del Estado.

    "Contad con la lealtad, el respeto y el afecto del Gobierno" afirmó el mentiroso compulsivo Pedro Sánchez.

    Pero lo más grave, de lo que también informa EL DEBATE, es que los socialistas navarros han dado su voto favorable en el Parlamento de Navarra a una moción, lo que en otros parlamentos sería una Proposición No de Ley, que considera que «la monarquía representa la corrupción sistemática» y, aún más, señala que esta es «la característica que ha definido la relación histórica de la Casa de los Borbones con el Estado».

    De igual modo, la exposición de motivos de la moción afirma que «la monarquía simboliza la institución patriarcal por excelencia» y que «como principio choca con la democracia porque niega la capacidad del pueblo para dirigir el Estado».

    La moción, que fue presentada por Contigo Zurekin, la marca de Sumar en Navarra, ha contado con el respaldo del PSOE, de Bildu, de Geroa Bai (donde se integra en Navarra el PNV) y del propio Contigo Zurekin. Los socialistas tan solo han rechazado el segundo punto de la moción por la que se pedía la adhesión del Parlamento de Navarra a la manifestación contra la monarquía que se celebrará el día 16 de junio en Madrid. No han puesto ninguna pega al primer punto que afirma que «el Parlamento de Navarra muestra su firme compromiso con los valores republicanos», que sí ha salido adelante.

    El portavoz socialista en esta moción, Kevin Lucero, tan solo ha puesto en duda que la República sea la única modalidad democrática, pero nada ha reprochado al resto de descalificaciones que muestra la exposición de motivos.

    En contra de esta moción han votado Unión del Pueblo Navarro (UPN), Partido Popular (PP) y Vox que, además de defender la monarquía, han reprochado a Contigo Zurekin que se pierda el tiempo en este tipo de mociones «cuando los problemas reales de los ciudadanos son otros muy diferentes, como la vivienda o la cesta de la compra», ha defendido el representante regionalista, Javier Esparza.

 Otro detalles de la política republicana y largocaballerista de Sánchez y sus comparsas son:

    En la manifestación anti monárquica y pro republicana, celebrada en Madrid el pasado domingo 16, los manifestantes portaban un muñeco que representaba al rey. 

    Nada, ha dicho el Partido sanchista, cuando el propio Sánchez y sus coríferos pusieron el grito en el cielo, cuando un muñeco que representaba a Sánchez fue exhibido y quemado en unas fiestas populares.

    Y no podemos por menos que recordar a Pachi López, portavoz parlamentario del "Partido Sanchista Oscuro Español" en el Congreso de los Diputados, en una contestación al portador del PP manifestó literalmente que esa reacción del PP lo era "por su querida monarquía", lo que manifestaba no solo una falta de respeto a la monarquía, Primera Institución del Estado, si no también un espíritu crecientemente republicano del largocaballerista PSOE de Sánchez.

    Me preocupa, no obstante, que el Sr. Feijoo no haya manifestado nada, ni en la última sesión de control al Gobierno, ni en las ruedas de prensa que ha protagonizado, en relación con estas ofensas, desprecio y acusaciones falsarias contra la Corona (fango al fin y al cabo del que Sánchez es experimentado propagador) ni sobre la contradicción de una proposición no de Ley en la que expresamente se dice que el sistema monárquico no es democrático porque niega al pueblo su capacidad de gobernarse, y que su portavoz diga, a continuación, que la República no es el único sistema democrático existente.

    Al final volvemos a las proclamas bolcheviques de Largo Caballero a quien Sánchez ha declarado su ejemplo a seguir, atacando a la Monarquía como primer paso para la implantación de una dictadura bananera bolchevique modelo Venezuela.

    Y para concluir esta "Reflexión Heteróclita" y siguiendo mi costumbre os traigo una nueva pieza musical.

    Hoy la "Marcha de Granaderos" o "Marcha Real" interpretada por la Banda de pífanos y tambores de la Guardia Real, en honor a nuestra Monarquía.

 


©2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA


lunes, 17 de junio de 2024

¿QUE VA A PASAR EN EUROPA? ¿Y EN ESPAÑA?

 


    Tras la celebración de las elecciones europeas, mucho nos tenemos que las cosas en Europa digan igual que hasta ahora.

    Pese a los resultados de las derechas nacionalistas, que los socialistas y la coalición de Gobierno encabezada por Von der Leyen, la impresentable, manipuladora y conservadora alemana, entregada a la izquierda, coalición que hasta hoy esta compuesta por Conservadores. Liberales y socialdemócratas denominan, sin empacho, como ultraderecha a los partidos conservadores de defensa de sus naciones, frente a los abusos izquierdistas de la UE, cuando nunca definen a los comunistas como ultraizquierda.

    Pues la malhadada Von der Leyen, ya ha anunciado que va a tratar de mantener aquella colación a partir de las elecciones recientemente celebradas.

    Y esa predisposición a mantener a la izquierda en las instituciones de la UE puede tener una influencia importante en nuestro futuro.

    Efectivamente Sánchez ya ha anunciado que antes de que termine julio quiere promover dos cuestiones:

1.- Renovar el CGPJ sin contar para ello con el PP, lo que nos traería un poder judicial mediatizado por el gobierno de ultraizquierda que él representa.

2.- Aprobar una "Agenda de calidad democrática" según el eufemismo usado por el propio Sánchez, para, en sus propias palabras, «introducir mejoras frente a la desinformación, los bulos y las estrategias de difamación de la ultraderecha» es decir, ir contra los medios de comunicación que, nuevamente, llamó «tabloides digitales conservadores y ultraconservadores que propagan bulos»

    Es decir que de calidad democrática NADA, sino todo lo contrario, al tratar de imponer un control del ejecutivo sobre la Justicia y la Prensa, conculcando, en un paso más hacia su ideal ideológico totalitario, la independencia de la Justicia y la Libertad de expresión.

    Recuerda este proyecto sanchista a la "Ley para la Defensa de la República" y la "Ley de Orden Público" ambas de 1931, que vulneran el derecho a la libertad de unión y asociación al establecer que prohíbe “la apología del régimen monárquico… y el uso del emblema, insignias o distintivos alusivos a la Monarquía” al tiempo que da libertad de acción al Gobierno, sin garantía para los ciudadanos, pues otorga al ministro de la Gobernación la facultad “para suspender las reuniones o manifestaciones públicas de carácter político, religioso o social, cuando por las circunstancias de su convocatoria sea presumible que su celebración pueda perturbar la paz pública”, “para clausurar los Centros o Asociaciones que se considere incitan a la realización de actos de agresión contra la República”, “para intervenir la contabilidad e investigar el origen y distribución de fondos” de cualquier asociación”, por lo que la ley establecía un “régimen de excepción” porque fijaba “unas normas indeterminadas y abstractas que comportan un estado de inseguridad e intimidación general y por la ausencia de garantías para el ejercicio de los derechos ciudadanos”-

    Exactamente lo que pretende el autoritario o tiranuelo Sánchez.

    Y frente a ello en nada ayudaría una UE controlada, bajo el mando de la bruja Von der Leyen, por la variopinta izquierda europea mezcla de socialistas y comunistas unida a una sumisa derechita cobarde.

    Así que atémonos los "machos" y recemos cualquier plegaria que quepa en la estrecha visión de la libertad religiosa y de culto que estos progres de salón tengan a bien reconocernos, y como el "maquis" a echarse al monte —intelectual o ideológico— para tratar de defenestrar del poder a estos malandrines que nos van a hacer la puñeta.

    Por otra parte el diario "Libertad Digital" se hace eco de la actuación del fiscal europeo de España, Ignacio de Lucas, y las sospechas que sus actuaciones comienzan a generar en el mundo judicial.

     De Lucas, hermano de un destacado prócer socialista sanchísta, fue elegido por el Gobierno de Pedro Sánchez, la Fiscalía General del Estado de Álvaro García Ortiz y un vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a mediados del año pasado.

    La Fiscalía Europea cuya delegación en España supervisa De Lucas ha reclamado en las últimas semanas asumir las investigaciones del caso Koldo y de la esposa del presidente del Gobierno Begoña Gómez

    Dicha institución funciona con una estructura en dos niveles. En primer lugar, un nivel central, con base en Luxemburgo, formado por la fiscal general, la rumana Laura Kövesi, y 22 fiscales europeos, uno por cada Estado miembro. El segundo nivel está compuesto por una red de fiscales europeos delegados en cada país.

    Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital mostraron "su desconfianza hacia los últimos movimientos realizados desde la Fiscalía Europea que dirige en España Ignacio de Lucas desde julio de 2023.

    Un año antes, este fiscal fue ascendido a teniente fiscal Antidroga de la Audiencia Nacional cuando Dolores Delgado era fiscal general del Estado.

    Dicho ascenso ya fue polémico y algunos compañeros denunciaron que había sido enchufado por su cercanía al PSOE. Además, su hermano fue senador del Partido Socialista y es conocida su ideología izquierdista.

    Nuevo motivo para desconfiar dela UE dirigida por Ursula Von der Leyen.

    Y para terminar, como siempre, os traigo una nueva pieza musical, y no la 9ª Sinfonía de Beethoven que los cursis europeos han convertido en himno de la unión, sino el más triste y angustioso segundo movimiento de la 7ª sinfonía, que refleja más acertadamente mi actual estado de ánimo.


©2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA