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lunes, 27 de noviembre de 2023

ULISES ENTRE SIRENAS

                             Ulises y las sirenas. Herbert Draper (1909)


" …Detén tu nave y ven a escuchar nuestras voces. Después de deleitarse con ellas quienes las escucharon se van alegres conociendo muchas cosas que ignoraban, … sabemos cuánto sucede sobre la tierra fecunda". LA ODISEA Canto XII

                El ciudadano contemporáneo se encuentra, como Ulises, en la encrucijada de abandonarse a los cantos de las Sirenas, que le prometen hacerles partícipes de la verdad y la felicidad, pero que sólo quieren moldear la Sociedad a su antojo, o resistir a tal embelesamiento y proseguir, con criterio propio, la senda de su vida, tratando de alcanzar el conocimiento por si mismo y no como regalo de seres mágicos y embaucadores.

            Y ese es el reto que debemos afrontar, con reforzado ahínco, quienes hemos hecho de nuestra vida vocación por encontrar la sabiduría y la verdad mediante el estudio y la reflexión.

Ante el rechazo sufrido, las sirenas no tuvieron otro remedio que cumplir con sus promesas, por lo que una de ellas debía morir.

La escogida fue Parténope, que se lanzó al mar. Su cuerpo fue arrastrado hasta la costa, donde fue enterrada con grandes honores, construyéndose también un pequeño templo en su honor alrededor el cual se fundó un pueblo, Parténope, que tiempo después sería Nápoles.

Sin embargo, ninguno de los augures mediáticos o políticos que hoy en día nos prometen “conquistar el cielo”, alcanzar la felicidad, o la plenitud de nuestras añoranzas, están dispuestos a sacrificarse cuando los hados desoyen sus promesas; viven demasiado acomodados para aceptar sus falsarias propuestas.

Las redes sociales han usurpado el lugar que correspondía a los oráculos clásicos. Delfos o Dodona han sido sustituidos por Tweeter, Instagram, Facebook y demás chats en los que los charlatanes de cada ideología tratan de difundir sus predicciones, más que opiniones, sobre la realidad cotidiana, y con la particularidad de que cuando la verdad, siempre tozuda, les desautoriza, borran sus mensajes, y como si la verdad fuere tornadiza, inician su nueva andadura con criterios, las más de las veces, contradictorios con sus antiguos pronósticos.

Hoy los políticos y los medios, al amparo de la adaptación a las circunstancias del momento, propia de la corrección política y del principio “haz lo que yo te diga, no lo que yo haga”, opinan blanco o negro según sople el viento que consideren más favorable a sus intereses y objetivos cortoplacistas. Las promesas electorales siempre se quedan en agua de borrajas y la información no tiene por objeto crear una opinión pública plural e informada, sino servir a los intereses de quienes financien sus piruetas ideológicas.

A esta descomposición intelectual ha contribuido lo que Baumann ha llamado “Sociedad Líquida”, una sociedad en la que ya no existen principios sólidos, sino mutables conforme a las circunstancias, y en donde el más preciado objetivo de cada ciudadano ya no sería el afán de superación de la propia situación, sino el mero conformarse con quedarse como está, que papá Estado ya proveerá.

Me revelo contra esta Sociedad, no quiero que mis hijos sean volubles y sin principios sólidos, o que abandonen la exigencia del afán de autosuperación, pues ello solo conduciría a una sociedad decadente, languideciente y sin futuro.

Y no estoy dispuesto a vivir mi vida o censurar mis opiniones conforme a los dictados de ese “despotismo ilustrado” puritano y liberticida que es la Corrección política, que gira sobre el paradigma “Haz lo que yo te diga, no lo que yo haga”, formulado en beneficio de los propios políticos y de los medios a ellos apesebrados en defensa de sus privilegios económicos y su poder político.

Y que dicten todas las leyes que quieran para constreñir mi libertad, pues yo las violaré todas, ya que, como he recogido en varios de mis posts, opino como Thoreau en su “Desobediencia Civil”

“El único sitio decente para un hombre libre, en una sociedad que persigue injustamente las libertades, es la cárcel”

Entre los acordes que llenan mi memoria de melómano, la pieza que más pueda recordarme al canto de las sirenas sería el "Coro a bocca chiusa" de Madame Butterfly de Puccini, que les acompaño en el siguiente video:


© Jesús Fernandez-Miranda, 2019

viernes, 24 de noviembre de 2023

KUMANO KODO



Los caminos espirituales son, desde el nacimiento de las culturas, sendas de reencuentro del hombre con los espíritus que adora. La UNESCO ha reconocido el carácter de “Patrimonio de la Humanidad”, tan solo a dos de ellos, “EL CAMINO DE SANTIAGO” en España, que desde el siglo IX acoge a los peregrinos que desde distintos puntos de Europa acuden visitar la tumba del Apóstol Santiago, recorriendo el norte de la Península Ibérica desde los Pirineos hasta Santiago de Compostela, en Galicia, y que en nuestros días atrae aún a millares de peregrinos que, aunque lo inicien como una experiencia meramente turística, acaban, en su mayoría, respirando la espiritualidad que emana cada rincón de la ruta, y “KUMANO KODO” o camino de Kumano, en los montes Kii de Japón, al que traemos hoy a nuestras páginas.


En cualquier caso la declaración de la UNESCO ha hecho que existan protocolos de colaboración entre las autoridades, españolas y japonesas, para su promoción y conservación, baste como ejemplo que si visitamos la página Oficial de la Oficina de Turismo Japonesa de Kumano Kodo, encontraremos una explícita referencia al camino de Santiago y viceversa.

Al igual que ocurre con nuestro “Camino”, los japoneses mantienen con absoluto respeto, la bellísima tradición del “Camino de Kumano” o “KUMANO KODO”, en el que se visita el hogar de los “Yomi Kami”, o espíritus de los ancestros, que, según sus tradiciones, habitan su asombrosa naturaleza.

Kumano, es una remota región montañosa situada al sur de Kioto, que ocupa la mitad inferior de la península Kii. Es un lugar sagrado desde tiempos prehistóricos y origen de la espiritualidad japonesa, que tiene sus raíces en la adoración de su impresionante entorno natural, con gigantescos árboles y hermosas cascadas en las que se cree que habitan los espíritus. Estas montañas se consideran la morada mística de los dioses y como hemos dicho, muy especialmente de los espíritus —Kami— de los fallecidos —Yomi—.


Cuando el budismo llegó a Kumano en el siglo VI se fusionó armónicamente con el sintoísmo, la religión in lodígena del Japón, creando formas únicas de sincretismo.

Surgió la creencia de que las deidades locales son manifestaciones de entidades budistas, lo que transformó Kumano en una matriz espiritual rica y compleja, un paraíso terrenal de purificación, sanación y salvación.

Los principales lugares de culto se consolidaron en un conjunto formado por tres grandes Santuarios: Kumano Hongu, Kumano Hayatama y Kumano Nachi. En torno a ellos se desarrolló una red de rutas, el Kumano Kodo, para que circulasen los peregrinos en su arduo viaje. Devotos de todos los estratos sociales –antepasados imperiales, guerreros samuráis o gente del pueblo llano– han recorrido estos caminos, buscando contacto con las fuerzas de este lugar sagrado.

Y hoy continúan haciéndolo.

Los sintoístas distinguen varias clases de Kami o dioses, los inmemoriales, entre los que se encuentra Amaterasu, Diosa del Sol y ancestro de los Emperadores, los de la naturaleza, personificados en ríos, piedras, arboles, montañas, etc.. y los Kami Yomi familiares o espíritus de los ancestros.

Para pasar de este mundo finito al infinito de los Dioses o espíritus, es necesaria una Torii (puerta) especial que delimita el espacio sagrado de los templos y el mundo terrenal. Y en el Kumanu Kodo pueden contemplarse infinidad de ellas que permiten la comunicación espiritual con los “Kami Yomi” de cada uno.



En 1946, el emperador Hirohito declaró, en un discurso radiofónico, y por imposición de las autoridades Norte Americanas, que él no era akitsumikami (divinidad encarnada). Sin embargo, después de esta declaración, el propio Hirohito pidió el permiso a las fuerzas de ocupación para adorar a sus antepasados, entre los cuales adoró a Amaterasu, la Gran Diosa del Sol; así, implícitamente, manifestaba su descendencia divina.

Hoy en día, pese a la abolición por los Americanos del Sintoísmo como religión de Estado y al hecho de que la Constitución japonesa declare el principio de laicidad, que es escrupulosamente respetado, el 90% de los japoneses se declaran sintoístas y la Familia Imperial continúa celebrando sus ritos ancestrales, aunque sean calificados, oficialmente, de rituales privados.

Pero volvamos a Kumano Kodo, pues aparte de su profunda espiritualidad, lo cierto es que la estética del Camino o “Kodo” es espectacular. Desde la conservación exquisita de la naturaleza hasta la de sus construcciones ancestrales y los ritos y tradiciones que allí se celebran.


Una tradición es la procesión de los peregrinos en el Festival de Yata que se celebra el último fin de mes de agosto.

Otra de estas tradiciones es la Fiesta del Fuego o Nachi no Hi Matsuri, que se celebra el 14 de julio en el santuario de Kumano Nachi Taisha, consistente en una procesión en la que se transportan, desde el fondo del Valle donde cae la catarata de Nachi hasta el Santuario, a hombros de los participantes, 12 enormes antorchas de pino de unos 50 kg con las que se purifica el camino para facilitar el tránsito a las deidades que habitan los bosques de Kumano.




La belleza natural, del “Camino” sus tradiciones ancestrales, y el cuidado de las mismas por los japoneses, bien merecen nuestra atención.

©2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana

lunes, 20 de noviembre de 2023

LA MUERTE


Cuando se vive la muerte de cerca. Cuando te sopla como un toro en el cogote, empiezas a valorar las cosas de otra manera.

Y sientes que Dios esta ahí, y que te aporta una inmensa paz de espíritu.

Todo está en sus manos, tu vida o tu muerte y nada puedes hacer para evitarlo, pues como nos recordara Chateaubriand:

“El minuto presente nos pertenece, pero el siguiente ya no es nuestro, sino de Dios”

Nunca había sido consciente de que la “Parca” está ahí, esperando a darte el último golpe con su guadaña en cualquier momento.

Lo cierto es que a esa paz de espíritu contribuye no tenerle miedo a la muerte, considerando que si después de ella existe la salvación seremos eternamente felices. Mientras que si lo que nos encontramos es la nada, nada habremos de temer, pues nada sufriremos, nada añoraremos, nada nos agobiará ni entristecerá…

Siempre pensé que la certeza de la propia muerte me produciría un absoluto terror, y sin embargo me ha congraciado con el destino de una profunda sensación de aceptación y paz.

Es como si una espina de experiencia tuviese más valor que un bosque de advertencias.

Muchos me dirán: Eso es porque eres creyente.

Sin embargo no es eso, pues como dijera Montaigne, la filosofía tan sólo consiste en aprender a morir, y a ella se llega cuando se abandonan las creencias.

Y, según Albiac, nada hay en relación con la muerte sino la danza laberíntica del miedo y la esperanza.

De tal modo que es más fácil soportar la muerte sin pensar en ella, que soportar el pensamiento de la muerte.

Y como en el alma hay de todo, llego a la conclusión de que en la mía prevalece la luz. Así que pienso que, en su momento, me iré como he venido, sin avisar. Sin despedirme, como hojarasca de otoño que haya caído.

Y concluyo, como siempre, con una nueva pieza musical "La mamma morta," de la Ópera Andrea Chenier de Umbertto Giordano cantada por María Calas


©2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana



viernes, 17 de noviembre de 2023

TARDES DE OTOÑO



       Imogen y Postumo por John Bacon

Como casi siempre, mis tardes de otoño se llenan de melancolía como las calles se llenan de hojas caídas.

Dicen que los hombres movemos nuestros sentimientos al albur de lo que nos inspira la naturaleza, los “biorritmos” lo llaman, y no sé si será eso lo que me induce a la melancolía, o un exceso de inclinación atrabiliaria de mi alma bajo la suave seda de mis meninges.

Cuentan que Lord Tennyson, el gran poeta inglés, falleció en Aldworth en la noche del 6 de octubre de 1892, a la edad de 81 años “con el esplendor de la luna llena cayendo sobre él, y su mano asiendo el libro “Cimbelino” de Shakespeare” que  fue depositado en su ataúd, enterrado públicamente y con gran solemnidad en la abadía de Westminster. ─En descripción recogida en su Biografía escrita por su hijo Hallam─

Su propia muerte a la luz de la luna parece anunciada por él mismo Tennyson en uno de sus poemas

Cuando la luz de la luna cae sobre mi lecho,
Sé que en tu lugar de descanso,
Desde las amplias aguas del oeste,
Llega una gloria trepando los muros:
El mármol brillante aparece en la oscuridad,
Arrastrándose lentamente sobre la plateada llama
Que recorre las letras de tu nombre,
Y el número de tus años.

La obra “Cimbelino” es un drama escrito durante la madurez del autor de Stratford-upon-Avon y en ella se encuentra una de las más bellas declaraciones de amor jamás escritas por el poeta; la que Póstumo, tras su destierro, dedica a su mujer Imogen al descubrirla viva:

“Cuelga aquí de mí, como un futo, alma de mi vida, hasta que el árbol muera”

Y esta relación entre el profundo amor y la conciencia de finitud de la vida ─…hasta que el árbol muera…─ es una constante en Shakespeare.

Esta sensación de finitud, de transitoriedad de la vida es espléndidamente definida por Shakespeare en su obra dramática “La Tempestad”  donde su personaje Próspero nos la describe, también, con muy bellas palabras:

“Ahora, nuestro juego ha terminado. Estos actores, como dije, eran sólo espíritus y se han fundido en el aire, en la levedad del aire; y al igual que la efímera obra de esta visión, las altas torres que las nubes tocan, los palacios espléndidos, los templos solemnes, el inmenso globo, y todo lo que en él habita, se disolverá; y, tal como ocurre en esta vana ficción, desaparecerán sin dejar humo ni estela. Estamos hechos de la misma materia que los sueños y nuestra pequeña vida cerrará su círculo con otro sueño.”

Y concluyamos con una nueva pieza musical, hoy una interpretación orquestal de la obra "Everything I do I do It for you" de Brian Adams


© 2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana








lunes, 13 de noviembre de 2023

EL ÁNGEL CUSTODIO DE ESPAÑA


He tenido siempre una especial debilidad y devoción hacia la figura del Ángel de la Guarda.
La idea de que Dios nos haya asignado un auxilio espiritual en forma de espíritu puro que vela por nosotros a lo largo de nuestra vida y que nos acompaña en el momento de nuestra muerte, me parece una auténtica delicia, y su fundamento se quiere encontrar en la biblia y muy concretamente en el libro del Éxodo:

«Yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que te proteja en el camino y te conduzca hasta el lugar que te he preparado» [1]

Su culto surgió en España en el s.V, por ello no ha de extrañarnos que en la Iglesia de San José de Madrid, en la calle de Alcalá), exista una imagen que representa al “Angel Custodio de España”, co-patrón de nuestra Patria junto al Apóstol Santiago y La Inmaculada Concepción, por petición del Rey Fernando VII al Papa León XII.

Su imagen representa a un arcángel con coraza dorada que sostiene una espada en su mano derecha mientras que con la izquierda sujeta una corona real y el escudo de España, y que se cubre con una capa roja cuajada de flores de lis, mientras pisa la cabeza de una serpiente. Y se eleva sobre un altar adornado con los escudos de las distintas regiones españolas.

 El altar fue inaugurado el 12 de mayo 1920 por el rey Alfonso XIII acompañado por la familia real y por el Presidente del Consejo de Ministros Eduardo Dato.

Pese a que los antecedentes de esta devoción que se remontan a la edad media, lo cierto es que se ha ido perdiendo a lo largo de los años y actualmente es casi residual.

La imagen había sido trasladada desde el Cerro de los Ángeles, y se había proyectado como modelo para un gran monumento nacional, que extendiese esta devoción, hoy casi olvidada. Cuando, diez años después, estalló la persecución religiosa, las imágenes del Cerro fueron profanadas por los republicanos, y la del Ángel Custodio -que porta en su mano una corona, un escudo con blasones de los reinos de Castilla, León, Navarra y Aragón, y que luce más de cien borbónicas flores de lis en su capa; o sea, todo un desafío para los fieles de la República- se salvó de las llamas porque los milicianos respetaron la iglesia al estar dedicada a san José, «que era un obrero».

Pero la devoción al Ángel de España no nació el siglo pasado, sino que hunde sus raíces en las del nacimiento de la nación. Ya hay mención de ella durante la invasión de las tropas francas de Carlomagno, en el siglo VIII, y también en la victoria de Las Navas de Tolosa, en 1212, con la que comenzó el principio del fin de la Reconquista, y en la que un misterioso pastor guio a las tropas cristianas para emboscar a los moros, y luego desapareció. En 1624, la obra El Bernardo [2], que canta la Victoria de Roncesvalles, contra Carlomagno y los musulmanes, dice así:

«Los demonios, que tratan de destruir a España, muestran la insaciable sed que tienen de nuestra perdición, y con qué gusto y facilidad la harían, si el freno de la potencia divina no los detuviese, significada por el Ángel Custodio de España, que descubre cuan cortas fuerzas son las del infierno para ofender a los que el cielo tiene por amigos».

Tal era la confianza que nuestros antepasados tenían en su fiel protección, que Fernando VII, tras la guerra contra Napoleón y con el país desvencijado por la contienda, solicitó -y consiguió- que el Papa León XII nombrase a tan celestial protector co-patrón de España, junto a la Inmaculada Concepción y a Santiago Apóstol, y aprobase una fiesta litúrgica con oficio propio.


© 2023 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA




[1] Éxodo 23, 20; Libreria Editrice Vaticana (7 de mayo de 2007). Otros ejemplos se hallan en el Libro de Daniel (6, 22; y 10, 13-20), en el Libro de los Salmos (34, 7; y 91, 11-12) y en el Evangelio de Mateo (18, 10).

[2]  El Bernardo: poema heroico / del doctor D. Bernardo de Balbuena (1568-1627) Biblioteca Virtual de las Letras Mexicanas; Madrid, Imprenta de Gaspar y Roig, 1852.

viernes, 10 de noviembre de 2023

EL BRILLO Y LA ENVIDIA

 Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir a una Luciérnaga; que huía rápido y con miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir. 

Huyó un día y ella no desistía, dos días y nada. En el tercer día, ya sin fuerzas, la Luciérnaga paró y dijo a la serpiente:

- Puedo hacerte tres preguntas?

- No acostumbro dar éste privilegio a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar.

- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?

- No.

- ¿Yo te hice algún mal?

- No.

- Entonces, ¿Porque quieres acabar conmigo?

- Porque no soporto verte brillar.

A veces nos encontramos con situaciones en las que personas nos hacen daño sin ninguna razon aparente, y nos preguntamos: "Que he hecho para merecer semejante trato? Que daño pude haberle hecho a fulano(a) para que me trate de esta manera?" Es sencillo.. Brillar. El hecho de que tu tengas exito, que seas feliz, que vivas tu vida, etc. no es bien visto por ojos envidiosos, y tratan de una u otra forma de destruirte.

Cuando esto nos pase, NO DEJEMOS DE BRILLAR, no dejemos de seguir siendo nosotros, de seguir haciendo lo mejor que sepamos hacer. De todas maneras, aunque nos hieran, no podrán tocarnos, porque nuestra luz seguirá intacta, nuestra esencia permanecerá, pase lo que pase!!

Y concluyo, como siempre, con una pieza musical, hoy el fado "Medo" interpretado por la gran cantante portuguesa Mariza.



©2023 JESUS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA


lunes, 6 de noviembre de 2023

JON SOBRINO Y LA TEOLOGIA DE LA LIBERACION


    El Sínodo recién concluido me provoca desazón y duda espiritual a cerca del papel que está jugando la Iglesia.

Las manifestaciones poco acertadas de algunos teólogos y miembros de la Curia vaticana, incluyendo a Bergoglio ―ecologista y anticapitalista con su arraigo a las doctrinas revolucionarias de su juventud, que se ha rodeado, en el Vaticano, de jesuitas argentinos tibios (cuando no defensores de) los postulados heréticos de la Teología de la liberación, quitándole importancia a sus graves errores doctrinales― me empujan a republicar este POST, en el que aporto elementos racionales que justifican la condena de la Iglesia a este movimiento, político más que religioso.

    Más concretamente se ha reabierto el asunto de la Notificatio dirigida por la Congregación para la Doctrina de la Fe al teólogo liberacionista Jon Sobrino.

    Lo grave del asunto es que muchos católicos practicantes se encuentran en la disyuntiva de justificar la posición de los teólogos liberacionistas sobre la base de considerar que es muy ejemplificadora su actitud de defensa y sacrificio a favor de los desheredados del mundo.

    Comprendo que desde una aproximación superficial y no puramente teológica a las doctrinas del jesuita “rebelde” Jon Sobrino 一pues sólo como rebeldía puede calificarse su carta al General de los Jesuitas padre Peter Hans Kolvenbach, en la que el padre Sobrino, a modo de contestación a la Notificatio, se despacha sin ambages contra la Congregación para la Doctrina de la Fe y contra el propio Ratzinger一 y que en atención a su amor a las “víctimas” y a los “desposeídos del mundo” trata de defenderse no ya su labor social, sino incluso sus posiciones teológicas.

    Qué duda cabe que a cualquiera que tenga una mínima sensibilidad le emociona la labor de los religiosos repartidos por el mundo en su constante, desinteresado y ejemplar trabajo a favor de los pobre, los oprimidos o los sufrientes del mundo.

    Que duda cabe que ayuda a incrementar nuestra fe el ejemplo abnegado de los miles de religiosos que se dejan la vida en la defensa de los pobres o los desamparados.

    El problema radica en que el contacto permanente con la injusticia ha provocado, en algunos sectores de nuestra Iglesia, reacciones prácticas y formulaciones teológicas que se apartan de las enseñanzas del “Maestro Jesús" con el peligro de desvirtuar la verdadera fe de los cristianos.

    La Iglesia hispanoamericana 一término que prefiero al de latinoamericana más propio de los movimientos liberacionistas o indigenistas, y acuñado como modo de ningunear la labor española en América一 muy influenciada por el contacto con la injusticia y los abusos del poder sobre una inmensa población marginada, buscó alternativas teóricas de acción que, por desgracia, han caído en aberraciones que no pueden calificarse sino de preocupantes desde la ortodoxia de las enseñanzas de la Iglesia Católica, con cuyos postulados de fe el padre Sobrino choca frontalmente, como lo hace el conjunto de la llamada “Teología de la liberación”

    Voy a explicar las razones de estas “reflexiones heteróclitas” criticas hacia la “Teología de la Liberación”.

    No es admisible que la fe se formule desde posiciones de metodología de clase, la de los “Pobres”, lo que no es sino una practica hermenéutica desviada hacia el materialismo dialéctico de la lucha de clases más propia del marxismo que del cristianismo.

    El padre Sobrino define a los pobres 一únicos miembros legítimos, según él, de la Iglesia de Jesús一 al afirmar en su obra “Jesucristo Libertador”, recurriendo a las definiciones elaboradas por el padre Ellacuría, que:

“Pobres son, en primer lugar, los "materialmente pobres", "las grandes mayorías del Tercer Mundo". En segundo lugar, "los empobrecidos, los oprimidos". Luego, los que toman conciencia de su situación individual y colectivamente. Enseguida, "son los que convierten esa toma de conciencia en organización popular y en praxis". Por último, "pobres son los que viven su materialidad, su toma de conciencia y su praxis con espíritu, con gratuidad, con esperanza, con misericordia, con fortaleza en la persecución, con amor y con el mayor amor de dar la vida por la liberación"

añadiendo que:

"Los pobres cuestionan dentro de la comunidad la fe cristológica y le ofrecen su dirección fundamental"; la "Iglesia de los pobres es […] el lugar eclesial de la cristología, por ser una realidad configurada por los pobres"

    Lo que, según el autor inglés Samuel Gregg, constituye la formulación de una teología de clase, una “teología de la Iglesia de los Pobres” 一pues aplican al catolicismo el tipo de análisis que lo reduce todo a la clase, conforme a los esquemas metodológicos del marxismo一 que cree que la teología sólo puede hacerse desde el punto de vista de esa "Iglesia de los pobres", entendiendo por "pobres", como hemos señalado, no a los "pobres de espíritu" del Evangelio 一esto es, cualquiera, ya sea materialmente rico o pobre, que necesite encontrar a Jesucristo一 sino a aquellos que sufren privaciones materiales, de tal modo que para los “liberacionistas” con el Padre Sobrino a su cabeza, la "verdadera Iglesia” ha de encontrarse en los que son materialmente pobres, en lugar de en aquellos que se adhieren a la fe católica y apostólica transmitida de generación en generación.

    Es más. El propio Benedicto XVI, en su etapa como Cardenal Ratzinger manifestó, como el propio Sobrino recuerda en su carta al General de los Jesuitas, que:

"El concepto fundamental de la predicación de Jesús es el "Reino de Dios". Este concepto se encuentra también en el núcleo de las teologías de la liberación, pero leído sobre el trasfondo de la hermenéutica marxista. Así, Según J. Sobrino el reino no debe comprenderse de modo espiritualista, ni universalista, sino que debe ser entendido en forma partidista y orientado hacia la praxis. Sólo a partir de la praxis de Jesús, y no teóricamente, se puede definir lo que significa el reino: trabajar con la realidad histórica que nos rodea para transformarla en el Reino"

Pero el padre Sobrino no se limita a definir a los “pobres” y utilizar el concepto como concepto de “Clase” en una muestra de retórica puramente marxista, sino que va más allá y en la misma obra nos dice que la visión de Cristo sólo es válida si se acepta la idea de una:

“... nueva imagen de Cristo liberadora porque tiene "capacidad de liberar de la diversidad de esclavitudes que afligen a los pobres del continente, de otorgar dirección a esa liberación y de animar a los creyentes a ser sujetos activos de ella" (114). La nueva fe en Cristo liberador se opone a la fe en un Cristo de quien se puede esperar una salvación trascendente pero no histórica”

    Es decir que la fe en Cristo Liberador de los pobres que operaría así la Salvación Histórica, sería opuesta (y por lo tanto incompatible) a la fe en el Cristo autor de nuestra Salvación Trascendente.

    En relación con tale afirmaciones la Notificatio de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 13 de octubre de 2006 remitida al padre Sobrino nos dice explícitamente que:

“(En los textos del padre Sobrino) se afirma que no hay datos para pensar que Jesús otorgara un sentido absoluto trascendente a su propia muerte. Se dice sólo que va a la muerte con confianza y le atribuye un valor de ejemplo motivante para otros.
De esta manera no se toman debidamente en consideración los pasajes evangélicos en los que Jesús atribuye a su muerte un significado en orden a la salvación.
Pero el problema no se reduce a la conciencia con la que Jesús habría afrontado su muerte y al significado que él le habría dado. El P. Sobrino expone también su punto de vista respecto al significado soteriológico que se debe atribuir a la muerte de Cristo:

"Lo salvífico consiste en que ha aparecido sobre la tierra lo que Dios quiere que sea el ser humano […]. El Jesús fiel hasta la cruz es salvación, entonces, al menos en este sentido: es revelación del homo verus, es decir, de un ser humano en el que resultaría que se cumplen tácticamente las características de una verdadera naturaleza humana […].
Por supuesto, hay que conceder todo su valor a la eficacia del ejemplo de Cristo, que el Nuevo Testamento menciona explícitamente, pero no se puede reducir la eficacia de la muerte de Jesús al ejemplo.
La redención se reduce, así, al moralismo.
Las afirmaciones del Nuevo Testamento y de la Tradición y el Magisterio de la Iglesia sobre la eficacia de la redención y de la salvación operadas por Cristo no pueden reducirse al buen ejemplo que éste nos ha dado. El misterio de la encarnación, muerte y resurrección de Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, es la fuente única e inagotable de la redención de la humanidad, que se hace eficaz en la Iglesia mediante los sacramentos

 De esta manera no se toman debidamente en consideración los pasajes evangélicos en los que Jesús atribuye a su muerte un significado en orden a la salvación.


    En definitiva, los liberacionistas entienden que la fe ha de vivirse como instrumento materialista de liberación terrenal de los pobres y oprimidos con olvido de su trascendentalidad.

    La conclusión de estas ideas presentes en la obra de Jon Sobrino, es que, pese a partir de la sana idea de analizar nuestra fe desde la perspectiva de las víctimas, se cae en formulaciones no ya teológicas sino políticas desde mi punto de vista intolerables.

Así, en su ensayo “Espiritualidad del anti-imperialismo” el padre Sobrino, partiendo de formulaciones muy aceptables en cuanto a la necesidad de oposición al carácter marcadamente materialista y hedonista del tipo de sociedad que América ambiciona implantar en el mundo, siguiendo el modelo de la “American way of life”, acaba incurriendo en formulaciones políticas a mi juicio reprobables.

    Así se refleja en la expresión contenida en ese ensayo:

“Contra el  hay que luchar de diversas maneras, y los cristianos no deben rehuir ni el desarrollo de teorías antiimperialistas, ni la creación de fuerzas sociales y políticas que se le opongan o que lo minen poco a poco, ni siquiera la participación en revoluciones justas, como ha ocurrido a lo largo de la historia”.

lo que justificaría peligrosamente una actitud de relativismo moral en el que “todo vale” contra la opresión y la injusticia, incluso la violencia y el terrorismo, como se intuye de las palabras contenidas en el mismo ensayo:

“No hay que dejarse imponer la definición (desde los imperialistas) de lo que es terrorismo y paz”

    Como puede verse, existen motivos doctrinales teológicos de calado para poner en tela de juicio las conclusiones doctrinales del padre Sobrino y del conjunto todo de la llamada “Teología de la Liberación”, tal y como se desprende de la opinión fundamentada de los teólogos que conforman la Congregación para la Doctrina de la Fe.

    Podrá o no estarse de acuerdo con ellos, pero lo cierto y verdad es que la Iglesia Católica, como Institución, y a través de sus órganos competentes, ha manifestado sin dobleces que las formulaciones teóricas de Sobrino se apartan de la verdadera fe cristiana, tal y como esta está formulada por el “Magisterio de la Iglesia”.

    La reflexión daría para mucho más, pues las discrepancias de Sobrino con las doctrinas aceptadas por la Iglesia se extienden, conforme al contenido de la Notificatio a aspectos no sólo metodológicos o relativos al efecto salvífico del sacrificio de Jesús, sino a otros aspectos como por ejemplo la encarnación de Dios, la divinidad de Cristo o la idea de “Reino de Dios” en Jesucristo.

    En cualquier caso y para acabar, siento de verdad tener la sensación de que poco bueno dice a favor del padre Sobrino la sombra de soberbia que se intuye en el contenido en su carta al padre Kolvenbach, con expresiones como:

“No acepto la Notificatio porque varios teólogos han leído mis obras antes de la publicación de la Notificatio de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Todos ellos son buenos conocedores del tema cristológico, al nivel teológico y doctrinal. Son personas responsables. Se han fijado explícitamente en posibles errores doctrinales míos. Son respetuosos de la Iglesia. Y no han hallado errores doctrinales ni afirmaciones peligrosas. Entonces no puedo comprender cómo la Notificatio lee mis textos de manera tan distinta y aun contraria. En conclusión "no me siento representado en absoluto en el juicio global de la Notificatio". Por ello no me parece honrado suscribirla. Y además, sería una falta de respeto a los teólogos mencionados.” ---¿Quienes son esos teólogos? ¿Otros defensores de la Teología de la Liberación?

o la frase:

Sí siento que la Notificatio producirá algún sufrimiento. Por decirlo con sencillez, algo sufrirán mis amigos y familiares, y una hermana que tengo, muy cercana a Monseñor Romero y a los mártires...”

    Vamos, que al padre Sobrino la Notificatio recibida a cerca del contenido de sus obras no le produce
, con gran cinismo, ni frío ni calor, pues el sufrimiento que la misma pudiera ocasionar sólo afectaría a otros, pero no a él.

    Pero lo más preocupante es la legitimación de los dislates de la teología de la liberación por el Sínodo concluido, que introduce el peligroso concepto del "pueblo infalible" lo que es tanto como reconocer infalibilidad teológica a cualquier indocumentado. Con las terribles consecuencias que de ello pueden derivarse.

    Y concluyamos esta reflexión con un nuevo video musical, en este caso El "Miserere Mei Deus" de Allegri, interpretado por el Coro del King's College de Cambridge, cuyos primeros versos en español nos dicen

Misericordia (Miserere)
Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia:
Conforme a la multitud de tus piedades
borra mis rebeliones
Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado


© Jesús Fernández-Miranda y Lozana




viernes, 3 de noviembre de 2023

LOCURAS DE AMOR - OFELIA


Ofelia”, cuadro de John Everett Millais (1852)  Tate Gallery Londres

A lo largo de la historia de las artes, múltiples son las representaciones literarias o grafica de las “Locuras de amor”, enajenaciones sufridas por consecuencia del amor, del desamor o de su influencia sobre el alma humana.
Desde la fuga de Helena de Esparta con el príncipe Paris de Troya hasta el mal fario de amor de Lupe Sino por Manolete.
Hoy traigo a este blog la “Locura de Amor de Ofelia”, a mi juicio en su más bella representación, que he querido iniciar con un detalle de la obra de Millais.
Tras un largo periplo por diversas ciudades del mundo Ofelia ha vuelto a su hogar, la Tate Galery de Londres, donde se considera uno de los iconos esenciales de su colección.
Como detalles prosaicos podemos recordar que el cuadro fue pintado por Millais tomando por modelo la vegetación natural de las orillas del rio Hogsmill en Surrey, mientras que la modelo fue Elisabeth Siddall, que posó para el cuadro sumergida en una bañera de agua caliente, con el fin de que aguantase las horas de posado necesarias para la conclusión de la obra
 
 La "Ofelia" de Millais, está inspirada en el personaje del "Hamlet" de Shakespeare: Ofelia, que después de la muerte de su padre Polonio, por mano de su amado Hamlet ─tras confundirle con su tío el Rey Claudio─ enloquece por consecuencia de ser su amado príncipe el autor de tan dramática muerte y, en su delirio, vagabundea por el bosque en los alrededores del lago.
Mientras recoge flores, la enajenada Ofelia se sube a un sauce con intención de colgar de sus ramas las guirnaldas de flores que ha trenzado; Por desgracia, la rama del árbol por la que trepa se rompe y muere ahogada en las fangosas aguas de un arroyo al que ha caído.
El cuadro, enmarcado en el movimiento “prerafaelita” británico, de claras influencias románticas, nos presenta a Ofelia dejándose llevar por la corriente, inconsciente de su fatal destino, semisumergida en las aguas del arroyo, antes de hundirse y morir.
Shakespeare pone en voz de la reina Gertrude el anuncio de la muerte de Ofelia:
GERTRUDE: Una desgracia va siempre pisando las ropas de otra; tan inmediatas caminan. Laertes, tu hermana acaba de ahogarse.
LAERTES.- ¡Ahogada! ¿En dónde? ¡Cielos!
GERTRUDE: Donde hallaréis un sauce que crece a las orillas de ese arroyo, repitiendo en las ondas cristalinas la imagen de sus hojas pálidas. Allí se encaminó, ridículamente coronada de ranúnculos, ortigas, margaritas y luengas flores purpúreas, que entre los sencillos labradores se reconocen bajo una denominación grosera, y las modestas doncellas llaman dedos de muerto. Llegada que fue, se quitó la guirnalda, y queriendo subir a suspenderla de los pendientes ramos, se troncha un vástago envidioso, y caen al torrente fatal, ella y todos sus adornos rústicos. Las ropas huecas y extendidas la llevaron un rato sobre las aguas, semejante a una sirena, y en tanto iba cantando pedazos de tonadas antiguas, como ignorante de su desgracia, o como criada y nacida en aquel elemento. Pero no era posible que así durarse por mucho espacio. Las vestiduras, pesadas ya con el agua que absorbían la arrebataron a la infeliz, interrumpiendo su canto dulcísimo la muerte, llena de angustias.
 Millais representa a Ofelia abandonándose a su suerte, pocos instantes antes de morir ahogada, con sus ojos y boca entreabiertos, asumiendo la proximidad de su fin, sin reaccionar ante su fatal y cercano destino, “como ignorante de su desgracia”, en palabras de Gertrude.
La atormentada Ofelia, que no puede ya seguir depositando su amor en Hamlet, el asesino ─aún por error─ de su padre, se arropa en la enajenación para asumir su trágico destino, abandonándose a la muerte

     Y concluyamos como siempre con una nueva pieza musical, hoy "Shine on tour crazy diamod" de Pink Floyd 


©2023 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA
LOZANA