Posiblemente
lo lógico sería que esta reflexión heteróclita se refiriese a la
más que evidente, aunque electoralmente negada por nuestro ínclito Presidente
del Gobierno, crisis económica que asola el universo mundo, y nuestra piel de
toro.
Sin
embargo son otros los caminos que me place transitar en estos momentos, y así
prefiero dejar el análisis de aquellos acontecimientos económicos a quienes de
ellos entiendan y yo ceñirme a lo mío.
Y lo mío, en esta ocasión, no es sino
comprobar como, después de que a lo largo de las últimas semanas el Gobierno
haya impulsado la cesión del Sahara A Marruecos, arruinando nuestra relación
con Argelia ―primer proveedor de gas a España― Sanchez se nos haya ido de “Iftar”
con su amigo el moro Mohamed VI a Marruecos, que ha premiado su obediencia
poniendo la bandera de España al pino en la ceremonia.
El “Iftar” (literalmente
desayuno) es la comida que, después del atardecer, celebran los musulmanes tras
su ayuno diario durante el mes del Ramadán y que adquiere el carácter de ser
una fiesta de importante significación social y religiosa el último día de
dicho mes de ayuno.
Son varios los medios de comunicación
que ya han puesto de manifiesto la incongruencia de la presencia del laicista Sanchez
en una fiesta musulmana tan significativa como es la celebración
político-religiosa del final del mes de ayuno del Ramadán, destacando que el
presidente no ha asistido a actos católicos, sin embargo, sí acuda con Mohamed,
líder de los islamistas marroquíes, a esta importante celebración religiosa.
La reflexión heteróclita
que me sugieren estos hechos es que nuestro Presidente del Gobierno, Sr. Sanchez,
no es laicista, sino profundamente anticatólico.
Tiene gracia, por otra parte las idas y
venidas del ministro de asuntos exteriores, Sr. Alvar, por los vericuetos del
no saber por donde se anda.
En cualquier caso, y en materia de igualdad,
ya en la vida como en la muerte, el PSOE, con aquiescencia de Unidas Podemos,
es partidario de darle un tazón a cada hijo de vecina con un emplasto, a partes
iguales, de matrimonio homosexual, aborto, eutanasia, adoctrinamiento
ideológico infantil obligatorio y suicidio asistido, salvo que uno sea
musulmán, en cuyo caso respeto absoluto a la libertad de conciencia y usos
sociales islámicos, que para eso nuestro Gobierno es partidario de aliarse con
la civilización musulmana y ello pese a que tipos como el jeque integrista
marroquí —salafista wahabita— Mohamed Benabderrahman
Al Maghrawi haya emitido, a principios del mes de septiembre, una fatua (edicto
islámico) en la que declara legal conforme al Corán el matrimonio
entre una niña de nueve años y un hombre adulto.
"Nos han contado, y hemos constatado, que las
niñas de esa edad dan mejores prestaciones sexuales que las mujeres adultas,
por lo que están tan capacitadas para contraer matrimonio como las jóvenes de
20 años"
afirma el
clérigo integrista en su fatua “fatua”, concluyendo que su “decreto” se
justifica por el hecho de que el profeta Mahoma también se casó con una niña,
Lalla Aicha, cuando esta tenía siete años, y que dicho matrimonio se consumó
cuando la referida niña cumplió los nueve, y todo ello mientras que el Consejo
Superior de los Ulemas (doctores de la ley islámica) de Marruecos no se haya
pronunciado contra tamaño disparate hasta que la presión mediatica y social le
ha obligado a desautorizar al radical en cuestión semanas después de publicar
su “fatua”.
Por lo demás he de reconocer que no he oído a ninguna feminista de las enroladas en el progresismo dogmático intolerante de la izquierda radical que anida en el socialismo español pronunciarse al respecto; Ahora, eso sí, cualquier actuación contraria a los principios o actividades de la Iglesia Católica en España o en el resto del mundo, es no solo aplaudida, sino jaleada y animada por el Gobierno Socialista y sus comparsas del progresismo dogmático intolerante de la izquierda radical.
O
que se fomente, desde el Gobierno y como expresión de su talante más
intolerante, la exhumación de los “fusilados por el franquismo” y
su reconocimiento histórico en la nueva “Ley De Memoria Democrática”, al tiempo
que la misma izquierda se sigue escandalizando porque la Iglesia canonice a los
religiosos asesinados en España, por las izquierdas, durante la II Republica y
la Guerra Civil.
Ejemplo de
tal actitud lo es un tal Julián Casanova, a la sazón catedrático de Historia
Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, que nos deleitó en un artículo
publicado en El País, como no, y en la actitud poco académica de los
propagandistas políticos, por mucho que el se ufane de ser un historiador
serio, con esta frase:
“Va a hacer 70 años del comienzo de la guerra y han transcurrido ya más de tres décadas desde la muerte de Franco. La Iglesia católica española pasó ya factura a los "rojos" y vencidos y consumó una larga y cruel venganza. Nada de ejemplar hay para ella en ese pasado. Sería un buen momento para hacer un gesto público, para pedir perdón por bendecir y apoyar aquella masacre de infieles y a la dictadura que de ella emergió. Puede seguir la Iglesia beatificando a sus "mártires de la Cruzada", pero las voces del pasado siempre le recordarán que, además de mártir, estuvo también con los verdugos. Mientras que muchos de esos mártires han sido ya beatificados y la jerarquía eclesiástica reclama que sean elevados a los altares muchísimos más, las familias de miles de republicanos asesinados sin registrar, que nunca tuvieron ni tumbas conocidas ni placas conmemorativas, andan todavía buscando sus restos. Es uno de los legados irresueltos que nos queda todavía de la Guerra Civil.”
Deberían
entender estos “progres”, intelectuales de pacotilla, que los religiosos
asesinados en España durante la II República y la Guerra Civil, tienen la
consideración de auténticos “Mártires por la Fe” cuyo sacrificio
la Iglesia no solo tiene el derecho sino la obligación de reconocer,
procediendo a su canonización.
¿Acaso es
más condenable desde el punto de vista moral el deseo de reconocimiento
mediante su canonización eclesiástica de los religiosos asesinados por la
izquierda por causa de su fe, que la pretensión resentida de la izquierda de
proceder al reconocimiento de la cualidad de “Héroes del Pueblo”
que quiere para los fusilados por la derecha?
En cualquier
caso, la frase citada demuestra que el “talante” anticatólico y
anticlerical de los socialistas españoles no es un tic propio de épocas pasadas
y ya superado, sino una realidad presente y cotidiana en el seno del PSOE, y
por descontado en UP, ERC, y demás movimientos de la izquierda radical.
¿Acaso la
izquierda española, anclada en el progresismo dogmático intolerante, no se ha
liberado de los tópicos marxistas conforme a los cuales la religión es el opio
de los pueblos?
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»
Aunque también deberíamos recordar a la intelectual rusa y anti stalinista, Nadiezhda
Mandelstam, quien nos recuerda que:
"La atracción de los
comunistas por el Islam no es casual. El determinismo. la disolución del
individuo en la sagrada militancia, el orden que aplasta al individuo. Todo eso
les atrae más que la doctrina cristiana del libre albedrio y el valor de la
personalidad humana."
Y para
concluir, ya que esto va de musulmanes, os traigo la llamada a la oración, o Azan.
cantada por Cat Stevens en su nueva identidad, tras convertirse al islam, de
Yusuf Islam
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