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viernes, 15 de julio de 2022

CAUSAS DE LA GUERRA CIVIL DE LOS AÑOS 30 DEL S.XX

 

                                    FRANCO EN BURGOS CON LOS GENERALES CAVALCANTI Y MOLA EN AGOSTO DE 1936

LARGO CABALLERO EN EL PUERTO DE MIRASIERRA RODEADO DE MILICIANOS

Ahora que vamos de “Memoria Democrática” y que dentro de poco van a tratar de perseguirnos y sancionarnos por contar la verdad de la Historia de España durante el s.XX, no como delito, pues modificar el Código Penal exige una mayoría parlamentaria que el Gobierno Frankenstein no tiene no tiene, sino mediante multa gubernativa (inconstitucional, pues ataca a la libertad ideológica, de pensamiento y expresión) de hasta 150.000.-€, creo que es el momento de reflejar en estas mis reflexiones históricas, hechos que la izquierda quiere silenciar a la Sociedad, imponiendo “su verdad” mentirosa hasta en los libros de Historia.

Se han escrito artículos, libros, memorias, ensayos, sesudos informes, todos ellos tratando de analizar las causas de nuestra guerra civil, que oficialmente duró del 18 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939.

Sin embargo, entiendo que la guerra civil comenzó no en 1936, año en que se produjo el alzamiento militar de un importante grupo de Generales contra la II República, sino en octubre de 1934, mes en el que se produjo la Revolución de Asturias y la Declaración unilateral de la República catalana por Companys.

Desde que se produjeran tales acontecimientos, la sociedad española vivió ya en guerra civil, que se agudizó con el pucherazo del Frente Popular en las elecciones Generales de 1936, que supuso el fraudulento triunfo electoral del Frente Popular y como consecuencias de este, el asalto y fusilamiento de conservadores encarcelados en la Cárcel Modelo de Madrid, que comenzó el 22 de agosto de 1936, así como el reparto de armas entre la población civil por el Gobierno de la República.

El asesinato del líder conservador, el diputado José Calvo Sotelo, fue la chispa que encendió el levantamiento de los militares, que como dice el entonces Cónsul de Noruega en Madrid, Félix Schlayer en su libro «Diplomático en el Madrid Rojo»:

“La parte del pueblo español de orientación derechista, mayoría numérica indiscutible, se veía abocada a la elección entre dejarse aniquilar por las turbas incontroladas o lanzarse a la lucha. Tal fue el origen de la sublevación de los generales, como ejecutores de la voluntad de la mayoría de la población que no se quería dejar exterminar conscientemente”.

        Esa frase expresa mejor que cualquier reflexión las causas del origen de la Guerra, y conecta con el sentimiento que mi padre expresaba respecto de la guerra, que repito aquí, aunque lo haya reproducido en mi POST “Viva San Fermín” (link)

“Mira, hijo, no me gusta recordar la guerra civil, pues esa guerra fue una consecuencia fatal, cruel y terriblemente dramática, de una situación social envenenada, en la que los españoles sublevados llegamos a la conclusión que aquella era la única solución posible ante la impunidad de los matones y la impotencia (cuando no pasividad) de las instituciones, ante el riesgo, efectivo y cotidianamente hecho realidad, de vernos masacrados, cualquier día, en cualquier rincón y a cualquier hora, por una pandilla de matones por pensar diferente o creer distinto que ellos."

        En conclusión, los ciudadanos, militares y civiles, no afectos al Frente Popular se sublevaron en armas contra la República ante su lenidad y falta de acción, o de autoridad, ante los desmanes de los miembros de las milicias frente populistas, Socialistas, Comunista y Anarquistas, que asesinaban sin recato a cualquiera sospechoso de no ser partidario de sus ideas, y  ante su deseo, no de mantener una República democrática defensora de la libertad, sino de implantar una República Soviética de los pueblos Ibéricos.

        Prueba manifiesta de ello son las numerosas declaraciones del Líder del PSOE Largo Caballero, entre las cuales destacamos estas dos:

Declaración a El Liberal, de Bilbao, del 20 de enero de 1936

“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos”

Mitin celebrado en Linares el 20 de enero de 1936:

“La clase obrera debe adueñarse del Poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la revolución”.

        Así pues, nunca existió la idílica II República Española, democrática y defensora de la justicia social y la libertad, que hoy nos vende la izquierda.

        Muy por el contrario, la II República fue, desde su comienzo, un régimen totalitario, antidemocrático, anti católico, asesino y partidario de instaurar una República Soviética, en el que la represión y asesinato de sus oponentes políticos fue una práctica cotidiana y de una violencia inusitada, labor que fue dejada en las manos impunes de partidos y sindicatos, que la ejecutaron a través de las llamadas checas, centros de detención, tortura y asesinato de decenas de miles de ciudadanos, civiles, militares y religiosos, por el mero hecho de no compartir la ideología de sus asesinos..

        Y es en esa violencia e impunidad donde se encuentra el origen de la Guerra Civil. Tan claro, tan sencillo y tan contundente, como eso.

        Hoy, la izquierda ha vuelto a instalarse en la trinchera guerracivilista, con sus permanentes ataques a la Constitución, al Rey, que es su personificación, al Poder Judicial, ya los derechos y libertades de los ciudadanos.

        El Gobierno encabezado por los Socialistas, ha necesitado del voto de independentistas vascos y catalanes, así como de los herederos de la blanqueada banda terrorista ETA, para lograr la mayoría parlamentaria de constitución de Gobierno y se ha dejado fagotizar, como en la II República, por los comunistas.

        El PP, antes fuerza de derecha moderada, se ha girado hacia posiciones de clara influencia socialdemócrata, en busca de un añorado “centro político“, con el desencanto de gran cantidad de sus, hasta ahora, votantes.

        Y en esta situación el partido VOX, de derecha algo radicalizada, debe buscar el voto de la derecha moderada, con una necesaria moderación de sus posiciones.

        En cualquier caso, la noticia de estos días es que un nutrido grupo de relevantes socialistas, exministros y ex dirigentes del partido, han firmado un manifiesto solicitando la retirada de la “Ley de Memoria Democrática” que tramita el gobierno de Sánchez, alias “Antonio”, porque:

No aceptamos que el pacto constitucional se someta a una tergiversación injusta y ajena a la verdad histórica como la que supone la Ley pactada por el Gobierno con los Bilduetarras. Ni aceptamos, tampoco, que se considere como período sospechoso hasta diciembre de 1983, ya con el PSOE en el poder.

        Y para concluir, una pieza musical.

En este caso, que mejor que el segundo movimiento del Concierto nº 5 para Piano y Orquesta “El Emperador” de Beethoven




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