"¡¡¡ Oh, Libertad!, cuántos crímenes se cometen en tu nombre !!!"
De esa concepción de libertad abusada y abusiva debe huirse, siendo aplicable la consideración de Nietzsche, para quien
"Sólo existe un Derecho Humano básico el derecho a hacer lo que a uno le plazca, al que llamamos LIBERTAD, y con él viene el único deber humano: Cargar con las consecuencias, a lo que llamamos RESPONSABILIDAD"
Sin embargo, los políticos que nos gobiernan, esencialmente los de izquierdas, se apropian de la LIBERTAD, pero no aceptan la RESPONSABILIDAD que conlleva, lo que desemboca en una profunda corrupción y una tendencia absolutamente tiránica.
Es por ello que quienes no aceptemos esa tiranía, esa corrupción institucionalizada, esa desvergüenza que todo lo convierte en un apestoso muladar, debemos mantenernos firmes en la defensa de nuestras libertades y derechos, n o temer al poder corrupta y tiránico, y mantener frente a esta apestosa situación, nuestra "Guerra Cultural".
En ello están cada día más personas ―ya sean particulares, periodistas o políticos― que se enfrentan cotidianamente a esta situación que les repugna.
Según el DRAE el término “LIBERTAD” define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni sujeto al deseo de otros de forma coercitiva.
En otras palabras, aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos.
Pero ¿existe una situación en que nuestras decisiones se toman con verdadera libertad?
Según los libertarios NO pues la gran mayoría de nuestras decisiones las toma la sociedad por nosotros.
Aún si tomamos alguna decisión, será con un abanico de opciones muy limitado.
No escogemos donde estudiar, nuestros compañeros ni profesores, lo que comemos ni a qué hora acostarnos.
Por otro lado citamos la frase de Jean Paul Sartre: ”Mi libertad se termina donde empieza la de los demás"
En cualquier caso, la libertad significa, propiamente, la ausencia de oposición; entendiendo por oposición cualquier impedimento externo a mis decisiones.
Un hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que puede hacer, en virtud de su propia fuerza e ingenio, no se ve impedido en la realización de lo que tiene voluntad de llevar a cabo.
Y para concluir esta “Reflexión Heteróclita”, siguiendo mi costumbre, hoy os traigo, como pieza musical, el Coro de los esclavos judíos “Va pensiero sull ali dorate” del acto III de la Ópera Nabucco de Verdi.
La gran mayoría
de los expertos consideran esta ópera como un canto a la libertad, de hecho el
propio Verdi, hacia 1840, una serie de acontecimientos llevan a Verdi a
atravesar un momento crítico con la muerte de su esposa y sus dos hijos.
En ese momento, Verdi,
se encontraba escribiendo su segunda ópera “Un giorno di regno” que se estrenó
unos meses después de los acontecimientos y que fue un rotundo
fracaso y no sabía cómo habría de continuar su existencia.
El éxito vino acompañado
de suerte cuando el empresario Bartolomeo Merelli le entregó el
libreto de un drama bíblico escrito por Temistocle Solera, sobre un
texto de Anicete Bourgeois y Francis Cornue. Era la
historia de la conquista de Israel por Nabucodonosor y su violenta tiranía.
Verdi
contaba que al momento de recibir el libreto, llegó a su casa “y con un
gesto casi violento tiré el manuscrito en la mesa… el libro se abrió al caer” y
fue entonces que leyó la frase que, tiempo después, todo Italia cantaría como
un himno, “Va, pensiero, sull’ali dorate” (“Vuela el pensamiento con alas
doradas”). Esa noche leyó el libreto no una sino tres veces; casi lo podía
recitar de memoria.
Nabucco
era el relato de la locura de los tiranos que restringen las libertades de los
individuos.
La
analogía con España y el sanchismo es evidente mientras se impone una censura
feroz.
©2024 JSÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA
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