Durante
los últimos días, más bien semanas, hemos venido asistiendo no ya a un
espectáculo lamentable, sino a una serie de acontecimientos, que pese a su complejidad, son gravísimos para Occidente, entendiendo por OCCIDENTE
un modo de vida basado en la libertad, la tolerancia y la democracia, fruto de
dos mil años de historia en la que se han fundido las influencias del imperio
romano, las invasiones de los llamados bárbaros, la edad media, el Cristianismo
─aunque algunos personajes como Giscard Dèstayn se negaran a aceptar su mención
en la definición de la esencia de la Unión Europea por puro apaciguamiento de
los musulmanes instalados ya en Europa en su época─, la Reforma, la
Contrarreforma y la Revolución francesa, que en su combinación e influencias
mutuas ha dado lugar a lo que hoy en día es la Sociedad occidental, de raíz
cristiana y democrática.
Frente
a esta idea de vida nos encontramos con dos grandes amenazas muy reales, el
islamismo radical, concretado en las acciones del terrorismo yihadista, y el
populismo creciente, basado en el comunismo revanchista y resentido y que está
poniendo en peligro la estabilidad y gobernabilidad de los países europeos,
empezando por Grecia, siguiendo con Portugal y afincada ya en España.
La
combinación de ambas fuerzas ya fue denunciada por la activista antisoviética
de origen judío Nadiezda Mandelshtam ─que dedicó su vida, tras el
encarcelamiento y muerte de su marido Ósip en un campo de concentración, a
denunciar la degradación cultural y moral de la Unión Soviética─ con la
siguiente reflexión:
"La
atracción de los comunistas por el Islam no es casual. El determinismo, la
disolución del individuo en la sagrada militancia, el orden que aplasta al
individuo. Todo eso le atrae al comunismo más que la doctrina cristiana del
libre albedrio y el valor de la personalidad humana."
Pues bien, ese mismo
atractivo del comunismo hacia el islam se refuerza con la teoría de que el
Islam será un poderoso aliado para la destrucción del Sistema Occidental,
acobardado, relajado y dócil, como una reedición de las tesis del sionismo más
feroz, que yo consideraba hoy en día superado, representado por EL PLAN KALERGI
elaborado en 1923 por el político austriaco Richard Nikolaus
Coudenhove-Kalergi para destruir a
Europa y exterminar a la raza blanca, mediante el fomento del multiculturalismo
(el primer paso hacia la dictadura de un único estado mundial) y la inmigración
masiva de negros, asiáticos, mestizos latinoamericanos, amerindios y musulmanes
con el fin de mezclarlos racialmente, produciendo así, según sus propias
expectativas, una raza mestiza pasiva, amansada, predecible y manipulable, de
carácter e formación inferior sobre la cual pudiera gobernar eternamente la
élite aristocrática judía, pues dicho carácter acomodaticio y su falta de
preparación intelectual les impediría organizarse para rebelarse, e incluso
darse cuenta de que están siendo dominados.
No creo que este PLAN
KALERGI ─que para mayor INRI era un mestizo hijo de un austriaco y una
japonesa─ esté hoy en día en la mente de ningún político europeo, pero sus
conclusiones se acercan mucho a las de la multiculturalidad proislámica de la
izquierda más radical, lo que no deja de aportar un elemento más de temor hacia
sus posicionamientos políticos.
Efectivamente, en mi post
Izquierda e islam, publicado en 2010 en mi BLOG REFLEXIONES HETERÓCLITAS, ya
describía ese efecto de “inmigración-Invasión” que hoy estamos presenciando.
Se me llamará racista y
xenófobo, pero el descontrol de ese proceso de inmigración constituye un
verdadero peligro para nuestras sociedades democráticas.
Y las pruebas están siendo
evidentes. Citemos sólo algunos ejemplos:
La detención del terrorista cerebro de los atentados de París, Salah Abdelman, ha venido seguido de manifestaciones violentas de los residentes en el barrio belga de Molenbeeck, autentido Gheto islamista.
1Un
30% de los musulmanes nacidos de segunda o tercera generación en el reino unido
afirman la prevalencia de la Sharía ( o ley coránica) sobre las leyes aprobadas
por el Parlamento Británico.
La
oleada de violaciones de ciudadanas de esos países, ocurridas en Alemania,
Dinamarca, Suecia y Noruega durante estas últimas semanas han sido
protagonizadas por musulmanes refugiuados sirios.
3 El
90 % de los refugiados sirios que han invadido Europa son hombres entre 20 y 40
años que deberían estar en sus países defendiendo su fe y sus propiedades
frente al ISIS.
4 Pese a los intentos de integración
cultural en los países de acogida, los inmigrantes musulmanes han constituido
sus ghetos culturales, religiosos e idiomáticos, con sus leyes propias, creando
verdaderos Estados paralelos a los Estados de las Naciones de acogida.
La izquierda radical les hace el juego
entre el buenismo, la corrección política y la complicidad antisistema.
Recordemos que la alcaldesa de Madrid, la senil Carmena ya ha anunciado que del
presupuesto municipal se dedicará idéntica partida a las celebraciones de la
Semana Santa Católica, religión absolutamente mayoritaria en Madrid, y a las
celebraciones del Ramadán musulmán y el año nuevo chino, propiciando el
absurdo, casi de chiste, acoja un refugiado en su casa.
6 Los ataques a la Iglesia Católica y las
profanaciones de sus templos por parte de los mermaos perroflautas es
constante, pero no se ha producido ningún atentado contra mezquitas, madrasas,
o centros islámicos.
7 Solamente Suiza y Croacia han prohibido
la construcción de mezquitas en su territorio.
8 Los atentados islamistas en distintas
ciudades de Europa son el pan nuestro de cada día.
Y la pregunta es ¿Hasta
cuando los cristianos, y en general los occidentales, tenemos que soportar pacíficamente esta
situación?
El “apaciguamiento”, o
pacto con el enemigo por miedo a su reacción, del que Chamberlain, primer
ministro inglés fue ejemplo con los pactos de Munich firmados con Hitler, fue
bien definido por Churchil:
“Se
trata de dar de comer al cocodrilo sin darnos cuenta de que cuando haya crecido
lo suficiente nos devorará a nosotros”
Hoy Europa está en la misma
tesitura sobre la falacia de la “solidaridad” con los refugiados, no olvidemos
que denunciada por algunas instancias de la Iglesia Católica como el principio
de la “Tercera Guerra Mundial” y lo único que me inspira esta situación es el
recuerdo del poema de Almafiera (Pedro Bonifacio):
¡Molto Più Avanti!
Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;
los que van por el mundo delirantes
repartiendo su amor a manos llenas,
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos, sobrantes.
¡Ah! Nunca quieras remediar entuertos;
nunca sigas impulsos compasivos;
ten los garfios del Odio siempre activos
y los ojos del juez siempre despiertos...
¡y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos!
Los que vierten sus lágrimas amantes
sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas
para limar las de los otros antes;
los que van por el mundo delirantes
repartiendo su amor a manos llenas,
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos, sobrantes.
¡Ah! Nunca quieras remediar entuertos;
nunca sigas impulsos compasivos;
ten los garfios del Odio siempre activos
y los ojos del juez siempre despiertos...
¡y al echarte en la caja de los muertos,
menosprecia los llantos de los vivos!
Aunque
se me acuse de xenófobo o antisolidario.
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