El
curioso comprobar como la sociedad califica a los pretenciosos, petulantes,
arribistas y pagados de sí mismos con términos específicos que los definen en
parte con gracia cáustica, en parte con desprecio. Son los que, con su gracia
habitual, ha venido en definir Antonio Burgos, en una serie genial de artículos
publicados en ABC , como los “miarmas” sevillanos.
Pero
junto al término “miarma” muy local, usamos en España una serie de conceptos,
más o menos extendidos, que tienen su gracia y se refieren al mismo tipo de
personajes; vayamos pues a por ellos.
POSH
El
primero de estos términos a que quiero referirme es «POSH», que es el acrónimo
de “Port Out Starboard Home”.
Los
mejores camarotes de los barcos de la “Britain´s East India Company” que hacían
el trayecto desde Inglaterra hasta la India eran los del lado de babor cuando
se dirigían hacia la India (Out), porque el sol al levantarse en el este
calentaba ese lado de la embarcación primero en la primera fase del trayecto, y
al acercarse a la India estaban orientados al Norte, con lo cual eran entonces
más frescos. Al volver, y por las mismas aunque inversas razones, los mejores y
más caros camarotes eran los de Starboard (estribor), para quienes volvían a
Inglaterra (Home). Así, a quienes compraban los mejores sitios en un viaje de
ida y vuelta se les estampaba POSH en el equipaje.
SNOB -ESNOB
De esta
singular circunstancia el acrónimo en cuestión vino a desembocar en ser
adjetivo, aplicado inicialmente a la gente más distinguida, y más tarde a
quienes hacían expresa manifestación de su distinción personal, los esnobs,
término también procedente del acrónimo S.Nob. “sine nobilitate” con que los
almanaques sociales del s. XIX definían a las personas que, por su relevancia
social, aparecían en los mismos aunque no ostentaran merced nobiliaria. Nuestro
DRAE define al “esnob” ─así escrito como anglicismo que es─ como aquella persona
que imita con afectación las maneras, opiniones, etc., de aquellos a quienes
considera distinguidos.
Vamos,
que los términos Snob y Posh pasaron de la sociedad inglesa a la del resto de
Europa para aplicarse a quienes, en la jerga hispana, se catalogan como “Pijos”,
y más generalmente a los nuevos ricos con pretensiones de alcurnia o distinción
que realmente no tienen, pues la clase, cuan cierto es, no se adquiere con
dinero ni con afectación.
Por lo demás
recordemos que el término snob se popularizó en Inglaterra con el escritor William
Makepeace Thackeray (1811-1863),
novelista inglés de la época victoriana, y su libro “El libro de los esnobs, escrito
por uno de ellos” publicado en 1848, en donde define como principales
características de los esnobs el «dar importancia a cosas sin importancia» o
también «admirar mezquinamente cosas mezquinas».
No me resisto
sin embargo a mencionar que el verdadero origen del término se encuentra en las
jergas universitarias nacidas en la rivalidad histórica de las universidades de
Oxford y Cambridge, y muy posiblemente como adaptación, por dichas jergas, del
verbo Inglés «to snub» («mirar de arriba
abajo», «mirar con desprecio»), que puede haber ayudado a la formación del
término.
Así, lo que en Cambridge era un snob, en
Oxford era un «cad», término «cad» que se define por un pequeño manual victoriano
de buena conducta titulado “Hints of etiquette for the University of Oxford”
(Pequeños consejos de etiqueta para uso en la Universidad de Oxford), como «a
fellow of low vulgar manner» («individuo de maneras corrientes y vulgares»),
aunque , con esa connotación clasista y despectiva hacia los “patanes”, ha
prevalecido el termino snob nacido en Cambridge, ya que en el inglés
contemporáneo la palabra «cad» ha evolucionado hasta tener el significado de
canalla o sinvergüenza.
Finalmente
los franceses, como no, le dieron al concepto snob un aire similar pero
diferenciado del término inglés, aproximándose más a la actual definición de
nuestro DRAE que al origen clasista británico de la expresión, pues como nos
dice el diccionario francés “Les mots qui restent” edición de 1901, el término
snob define a quien es esclavo de la moda y de las convenciones de la vida social.
Así, nos
dice el mencionado diccionario, el esnob es considerado un tonto que frecuenta
lugares públicos no por el placer de acudir a ellos, sino por el mero hecho de
ser visto y para decir que ha estado “allí”, queriendo dar la impresión de
pertenecer a una clase social superior a la suya propia; haciendo tan sólo lo que considera chic; manifestando
opiniones que no son la suyas, acomodando su juicio, con afectación, al de sus
referentes sociales admirados; o vistiendo de una manera determinada no por
gusto propio, sino para intentar parecerse a esos mismos referentes sociales de
mayor nivel del que el esnob realmente tiene.
De lo que
no se dan cuenta los propios «snobs» es que pese a sus esfuerzos, sólo son
considerados entre los propios esnobs, y son doblemente despreciados, pues lo
son por aquellos a los que trata de emular, que los consideran unos arribistas
o «parvenues» merecedores de su desprecio; y lo son, también, por los miembros
de las clases inferiores, que los catalogan de “pijos pretenciosos” que no son
lo que pretenden precisamente por pretender aparentar lo que no son.
Siguiendo
este corolario no puedo, refiriéndome a los esnobs, dejar de hacer referencia a
otros términos habituales que están íntimamente ligados con el mismo.
HORTERA
El
primero de ellos, que es puramente castellano, no es otro que «HORTERA»
Según nuestro DRAE un hortera es ─en su 3ª acepción que es la que aquí nos interesa─
una persona, cosa o acción vulgar y de mal gusto.
La
palabra en cuestión fue utilizada en su origen por las clases altas con
connotaciones negativas y de carácter clasista, para ridiculizar
los gustos y los comportamientos de los miembros de las clases bajas,
considerados vulgares y de mal gusto. Sin embargo, tal y como ha ocurrido con
el anglicismo esnob, la definición de hortera se ha generalizado y hoy en día
se utiliza como referencia a una persona que intenta simular lo que no es, en general inadecuada o de mal gusto.
CURSI
En este caso,
la palabra «hortera» se confunde con la palabra «cursi» (de raíz
árabe),
aunque una coplilla gaditana lo relacionase jocosamente con la hija del Sastre
francés allí instalado en el s.XIX Monsieur Sicur que era SICURSICURSICURSI CURSI
que según
el DRAE, hace referencia a una persona "que presume de fina y elegante sin
serlo". El parentesco con la palabra esnob, como fácilmente comprobamos,
es evidente.
KITSCH
No quiero
terminar esta reflexión heteróclita sin hacer mención, por último, a otro
término de la familia que analizamos y que no es otro que el menos habitual de
«kitsch» que en la actualidad puede tener diversos significados, desde el
simple mal gusto, pasando por el gusto exagerado, pretencioso o «cursi», la
imitación «hortera» de un objeto de calidad o la desatinada y horrenda
inspiración en el mismo, o el uso inadecuado o «cursi» de objetos pasados de
moda.
Cuídense
pues los pijos y sus pijerías, pues la sabiduría popular tiene material de
sobra, como hemos visto, para definir sus pijadas en forma variada, divertida y
diversa.
Muy informativo y constructivo el comentario, gracias.
ResponderEliminarInformativo y expresado con gracia a grandes rasgos, pero habría sido interesante que hubiese definido cuáles son las sutiles diferencias entre estos términos, dado que no son sinónimos totales.
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