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miércoles, 12 de febrero de 2025

LAS REGLAS ROJAS

 

En Mayo de 1919, en Dusseldorf, Alemania, las fuerzas Aliadas consiguieron unos documentos con algunas de las “REGLAS COMUNISTAS PARA LA REVOLUCIÓN”. 

Las "Reglas Comunistas para la Revolución" fueron un conjunto de directrices formuladas por los líderes del movimiento comunista en Alemania tras el final de la Primera Guerra Mundial.

 Este período fue testigo de una intensa agitación social y política, impulsada por la insatisfacción con las condiciones económicas y políticas. 

En este contexto, las reglas fueron concebidas como una guía para organizar y llevar a cabo una revolución proletaria exitosa. 

Este documento se originó en un momento en que el comunismo comenzaba a ganar terreno en Europa, inspirado en la Revolución Rusa de 1917.

Después del final de la Primera Guerra Mundial, Alemania se encontraba en una situación de crisis. 

La derrota en la guerra, combinada con el descontento social y las duras condiciones impuestas por el Tratado de Versalles, generó un ambiente propicio para el surgimiento de movimientos revolucionarios. 

En este contexto, se formaron diversos grupos políticos que buscaban transformar la sociedad alemana. 

Los partidos socialistas y comunistas comenzaron a ganar apoyo entre los trabajadores industriales y los soldados desmovilizados. 

La Revolución Alemana de 1918-1919 resultó en la abdicación del emperador Guillermo II y llevó a la proclamación de la República de Weimar. 

Sin embargo, esta nueva república enfrentaba desafíos significativos, incluidos levantamientos sociales y conflictos internos.

Las "Reglas Comunistas para la Revolución", redactadas por militantes del Partido Comunista Alemán (KPD), surgieron como respuesta a esta situación caótica.

Su objetivo era consolidar los esfuerzos revolucionarios y proporcionar un marco teórico y práctico para llevar a cabo una revolución exitosa.

Las "Reglas Comunistas para la Revolución" contenían varios principios fundamentales que reflejaban las aspiraciones del movimiento comunista alemán. 

Algunos de estos principios incluían:

1.Unidad del Proletariado:

Una de las ideas centrales era la necesidad de unir a todos los trabajadores bajo una misma bandera. Se enfatizaba que solo a través de la unidad podía el proletariado desafiar al capitalismo y reclamar el poder.

2. Acción Directa: 

Las reglas promovían el uso de la acción directa como medio para lograr cambios inmediatos. Esto incluía huelgas generales, manifestaciones masivas y ocupaciones de fábricas como tácticas legítimas para presionar al gobierno.

3. Destrucción del Estado Burgués: 

Se sostenía que el primer paso hacia una revolución exitosa era desmantelar el aparato estatal burgués, que se consideraba un instrumento opresor del proletariado. Esto implicaba no solo tomar el control del gobierno sino también abolir las instituciones que perpetuaban el capitalismo.

4.Educación Política: Las reglas subrayaban la importancia de educar a las masas sobre los principios del socialismo y el comunismo. Se consideraba esencial formar consciencia entre los trabajadores sobre sus derechos y su papel en la lucha revolucionaria.

5. Alianzas Estratégicas:

 Aunque se hacía hincapié en la independencia del movimiento comunista, también se reconocía la necesidad de formar alianzas tácticas con otros grupos progresistas y organizaciones obreras para fortalecer la causa común.

6. Internacionalismo: Las reglas reflejaban un fuerte sentido de internacionalismo, enfatizando que la revolución no podía limitarse a Alemania; debía ser parte de un movimiento global hacia el comunismo.

Las "Reglas Comunistas para la Revolución" tuvieron un impacto significativo en el movimiento obrero alemán durante los años posteriores a su redacción. 

Las ideas contenidas en estas reglas influyeron en diversas revueltas y movimientos sociales durante 1919 y 1920, incluyendo el levantamiento espartaquista liderado por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht.

Sin embargo, también enfrentaron críticas internas y externas. Dentro del propio KPD había divisiones sobre cómo implementar estas ideas, lo que llevó a tensiones entre diferentes facciones dentro del partido. Externamente, las fuerzas gubernamentales respondieron con represión violenta contra cualquier intento revolucionario, lo que resultó en una serie de fracasos sangrientos para los movimientos comunistas.

A pesar de estos fracasos inmediatos, las "Reglas Comunistas" sentaron las bases para futuras generaciones de activistas que continuarían luchando por una sociedad más justa y equitativa en Alemania y más allá.

Si bien su implementación fue complicada y enfrentó serias dificultades debido a la represión estatal y divisiones internas, su legado perdura como parte integral de la historia del movimiento obrero alemán. La búsqueda continua por justicia social e igualdad sigue siendo relevante hoy día, recordándonos que los ideales expresados en estos documentos siguen inspirando luchas contemporáneas alrededor del mundo.

Las   famosas Reglas Rojas, que siguen siendo aplicadas por los marxistas en la actualidad, centrando sus aspiraciones en estos puntos:

  1.- Corromper a la juventud; alejarla de la religión. Hacer que se interese por el sexo. Hacerla superficial. Destruir su fortaleza.

  2.- Obtener el control de todos los medios de información alejando de la mente del pueblo la preocupación por la política, enfocando la atención en los deportes, pornografía, libros y películas sobre cuestiones sexuales y trivialidades.

   3.- Dividir al pueblo en grupos hostiles, agudizando constantemente problemas o discusiones sobre asuntos de escasa importancia. 

   4.- Destruir la fe del pueblo en sus líderes naturales, fomentando el desprecio, ridiculizándolos o deshonrándolos. 

   5.- Alabar siempre a la Democracia, pero aprovecharse, tanto como se pueda, de ésta y actuar tan cruelmente como sea posible. 

 6.- Fomentar el descontento contra los regímenes de cada pueblo, destruir su crédito, producir temor a la inflación, con elevación de precios, y aprovecharse del descontento general que esto produce. 

  7.- Fomentar y producir innecesarios conflictos en la sociedad, excitar a desórdenes públicos y fomentar, tras ellos, una política de indulgencia y una actitud de blandura por parte del Gobierno ante tales actitudes. 

 8.- Con desenfadados argumentos, provocar la ruptura de las virtudes morales, honradez, sobriedad, continencia, fe en un mundo mejor y fortaleza.

      Desde principios del pasado siglo XX se introdujo este planteamiento comunista, con distintos disfraces,  en la mayor parte de las naciones, creando conflictos con los principios espirituales de todas las religiones

     Noventa años después del comienzo de la revolución  comunista, hay algunos partidos, que se llaman progresistas —como el PSOE sanchista— que pretenden terminar con la Religión, por todos los métodos, queriendo “educar a los ciudadanos”, de acuerdo con las premisas comunista contenidas en las “Reglas Rojas” de principios del Siglo XX. 

Y ese empeño lleva al poder a atacar, desconsiderar o ningunear a as religiones, en nuestro caso a los Cristianos Católicos, mayoría en nuestro pueblo. 

Ejemplo recientes de ello ha sido la inasistencia de Sánchez al funeral por las víctimas de la DANA, celebrado en la Catedral de Valencia, y su promesa de que organizará un homenaje “laico” a las mismas víctimas.

 Otro ejemplo de su anticristianismo ha sido la profanación de la tumba de Franco en el Valle de los caídos, o la de las tumbas de Queipo de Llano y su mujer, en Sevilla.

 O el maniqueísmo y la mentira utilizadas permanente por todos los sanchistas, sin importarles el daño que con ello causan a los ciudadanos.

 Y como siempre, concluyamos esta “Reflexión Heteróclita” con una nueva pieza musical, hoy el sexteto “Chi mi frena in tal momento” de la Ópera “Lucia de Lammermoor” de Donizetti.


©2025 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA

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