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miércoles, 9 de octubre de 2024

HARTO DEL SANCHISMO

 


    Dado que estoy harto del Sanchismo y de la política wok ultraizquierdista, sobre todo después de colarle a los ingenuos del PP y VOX la reducción de penas a etarras, que incluye a Chapote, asesino de Miguel Ángel Blanco, he de manifestar:

“Que te vote Chapote

Y ahora que le excarcelas

Que te den por el cenote.”

 

Así que voy a centrar mi reflexión de hoy en meditaciones más filosóficas y personales.

Parafraseando a Chateaubriand, reconozco que me hubiera gustado mucho el servicio público o militar.

Sin embargo, mi espíritu de independencia me ha apartado de todo tipo de servicio, pues ha provocado, en mi espíritu, una casi imposibilidad de obedecer.

Os lo cuento porque se que siempre es grato observar a un individuo razonable en sus excentricidades, y a un sujeto
independiente y no engreído en sus caprichos.

En cualquier caso, y ya que sólo yo seré quien sufra mi propia muerte, dejadme vivir mi vida como yo quiera, sin imponerme formas de actuar o pensar, sometidas al aburrimiento de la falta de originalidad, sometidas a la manipulación y a la falta de respeto hacia mi yo individual, tal como pretende esa izquierda manipuladora, masificadora y falsamente igualitaria.

Entended que yo solamente soy yo cuando hago lo que deseo, lo que considero justo y adecuado, y no lo que consideren los demás, ni lo que desean los poderes que tratan de mimetizarme con la masa global de siervos en que han convertido a los ciudadanos.

No es el mundo, los otros, los poderosos, quienes definen quien y como eres; en realidad eres como decides enfrentarte a ellos y convertirte en lo que “TÚ” decides.

Y al tiempo, recordemos a los poderosos que, como afirmó Nietzsche, sólo hay un derecho humano básico: el derecho de hacer lo que a uno le plazca, y con ese derecho viene el único deber humano: cargar con las consecuencias, y por lo tanto, es intolerable la corrupción que la izquierda extrema en el poder pretende aplicar a las masas, consistente en llamar “Derechos” a sus anhelos personales, y “abusos” a los derechos de los demás.

En esa concepción de mi vida, única e irrepetible, llena de la dignidad de mi propio ser, es donde quiero vivir los últimos momentos de mi vida, tan solo obligado para con el Padre.

Y con este espíritu, espero llegar, al final, hasta las puertas del cielo.

Y pienso seguir haciéndolo entre mi música, mis libros y mis escritos, pues no quiero olvidarme de que dicen que la música es el lenguaje oculto del alma, mientras que los libros son como pájaros que se reúnen en bandadas y que anidan en las bibliotecas y que depositan toda su sabiduría entre sus plumas, que son sus páginas.

      Por lo demás, en lo que se refiere a mis escritos, he de reconocer que no me considero un escritor al uso, pues mi labor esencial es moldear mi existencia, mi "yo interior", mi
"ciudadela", al tiempo que intento facilitar ideas o argumentos a los demás para que puedan hacer lo mismo.

Los escritores como yo, tan sólo actúan como crisol donde se funden las palabras que tratan de permitir al lector discernir sobre la esencia y cualidades de su propio "yo", lo que, sin sus lecturas, quizá nunca hubiese conseguido.

      Aunque también he de cuidar el no caer en la advertencia de Voltaire, que nos decía que:

“El secreto de aburrir a la gente consiste en contarlo todo.”

        Y, como siempre, terminemos con una nueva pieza musical, hoy la Obertura de Thannhäuser, de Wagner, interpretada por la Orquesta Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Herbert Von Karajan, una de las piezas musicales que más me gustan y que es capaz de transportarme a la soledad de mi castillo ayudándome a meditar,



©2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA


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