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miércoles, 3 de julio de 2024

INVICTUS

No


"Entre las garras crueles de la suerte

no lloré y resistí con entereza

los golpes del azar me dieron fuerte,

pero ni herido agacho la cabeza.

Más allá de este mundo de ira y llanto

acecha de las sombras el horror.

Los años que amenazan entre tanto

me encontrarán alerta y sin temor

 

Ya no importa cuán estrecho sea el camino,
ni cuantos golpes lleve ya mi espalda,
Soy el amo de mi destino,
Soy el capitán de mi alma
”.

 

       Estas son las dos últimas estrofas del poema “Invictus”, del poeta inglés William Ernest Henley, que Mandela tenía como poema preferido.

    Lo cierto es que el poema es impactante, y refleja el espíritu invencible de un ser sufriente, que mantiene la cabeza alta y el control de su destino y su alma.

Y, en cierta medida, todos podríamos vernos reflejados en la realidad penosa que describe.

El ser humano, excepcionalmente, se considera invencible y pone todo lo que puede, de su parte, para evitar la derrota, ya en el amor, en el trabajo, o ante la injusticia.

H.D.Thoreau, el librepensador americano del s.XIX, explicaba, en su obra “El deber de la desobediencia civil”, su determinación frente a la injusticia, afirmando

“Bajo un Gobierno que encarcela a alguien injustamente, el lugar que debe ocupar un hombre justo es también la prisión”

 

Y ello es, precisamente, lo que está haciendo el sanchismo con sus normas sobre “regeneración democrática” —pues así llaman a sus proyectos coercitivos que, por supuesto, ni son regeneradores, ni democráticos y que no son sino proyectos meramente coercitivos de la libertad de los ciudadanos—

 Podemos afirmar que el primer envite de la ultraizquierda frente populista que nos gobierna, contra los jueces y magistrados, ha sido un fracaso, y ahora van contra la libertad de información y expresión de los medios que le resultan incómodos, moviéndose continua y cada vez más intensamente, entre tics totalitarios.

 

Por lo tanto, deberíamos reaccionar para que nuestra indolencia no nos haga caer en el oscuro sueño de los exhaustos y afligidos, sufrientes siervos esclavizados de esa causa política nefasta que es la ultraizquierda sanchista.

 

Y esa reacción debería protagonizarla el PP, que tiene a sus votantes abandonados, pudiendo considerarse que al socialdemócrata Feijoo no le gustan sus votantes, razón por la que los desprecia, ningunea y maltrata con sus acuerdos con Sánchez.

 Prueba de ello es el apoyo al gobierno de la UE junto con los socialistas y liberales y su “desprecio” hacia la derecha nacional, a quien eufemísticamente llaman “Ultraderecha”.

 Como dijera Carmen Martínez Castro en su columna de EL DEBATE del pasado día 30 de junio:

"Juntar en una misma coctelera el rechazo a las políticas medioambientales, a los inmigrantes, a la Agenda 2030 o incluso la propia Unión Europea, no se puede explicar desde la racionalidad, sino desde la emotividad, desde el temor, que hoy comparten muchos europeos, de ver su identidad y sus intereses amenazados por políticas que perciben como impuestas desde fuera.

Seguir hablando de extrema derecha para no afrontar la realidad del auge del nacionalismo, puede ser un gravísimo error, porque la primera es una ideología, pero el segundo es un sentimiento. No escuchar o despreciar el mensaje que están enviando los ciudadanos europeos solo conseguirá que cada vez se escuche con más fuerza. Como ha ocurrido en Francia”.

        Pero los políticos del contubernio socialdemócrata que gobierna en la UE, así como muchos países europeos, deben de saber que el mensaje de esas fuerzas conservadoras nacionalistas se va imponiendo, lenta pero inexorablemente en la Unión, donde ya controla Hungría, Holanda, Italia, Francia, Eslovaquia, Finlandia y Croacia, mientras que en otros como Bélgica o Austria están presentes en las coaliciones de Gobierno.

        En cualquier caso, las técnicas de AGITPROP de la izquierda hacen que simplemente mencionar el término “Ultraderecha” suponga u plus de preocupación en los ciudadanos desinformados.

        Ya lo decía Sócrates:

 “El hombre se comporta mal porque es ignorante, es decir, porque su inteligencia interpreta erróneamente y cree ver el bien donde, en realidad, no existe, o considera como bueno algo que en realidad no lo es”.

 

Y eso, precisamente, es a lo que juega el sistema de AGITPROP de la izquierda, a lograr que el pueblo ignorante considere como buena su nefasta política y vea el bien en la restricción de los derechos de los ciudadanos por la ultraizquierda, cuando en realidad esas políticas no son sino el paradigma del mal.

Así, en estos tiempos,  más que opiniones se exigen adhesiones. No es fácil para los que nacimos amor por nuestra libertad e independencia

La izquierda ha sido especialista en generar creencias que parecían sustituir a la fe religiosa, señalando como herejes a todos aquellos que no cumplieran los mandamientos que dictaba el momento ideológico.

Sentirse hereje en España es lo más natural que puede sucederle a quien movido por su carácter decide tener un pensamiento independiente, no marcado por los partidos políticos

En España gobierna la ultraizquierda sanchista, y los que tan furiosamente lo defienden han decidido que admitir la crisis a que esa ultraizquierda nos está llevando, es hacerle el juego al adversario, de tal manera que se mantiene la ficción de un país en crecimiento, y de una normalidad democrática que el sanchismo está destrozando.

Sánchez y sus coríferos, han convertido a sus votantes en fieles que defienden un acuerdo tácito entre ellos de que todo lo que haga su capitán será para bien.

No obstante, la verdad se acabará imponiendo, y a Sánchez y su extrema izquierda frente populista, les explotará la crisis en plena cara y los que vocean sus hazañas encontrarán una manera de justificar su encantamiento, como siempre ha hecho la izquierda con sus estrepitosos fracasos a lo largo del último siglo y medio.

 A pesar de que el presente es tan inquietante como novedoso, hay situaciones que ya hemos vivido.

Sobre todo, la impresión de que hay una masa dispuesta a desautorizar a todo aquel que disiente, aunque sea un poco, y unos voceros de esa masa que escriben sin acordarse de lo que opinaban anteayer y se sacuden las creencias de hace tan sólo cinco años.

Y lo que quiere esa nueva izquierda es dividir al país en dos: los puros y los impuros.

Todo consiste en trazar esa línea divisoria y quedarse uno en el campo de los buenos. División que a los que no creemos en la pureza sin fisuras nos causa una tremenda inquietud.

No es fácil escribir en estos tiempos en los que más que opiniones se exigen adhesiones. No es fácil, pero para los que nacimos con el gen de la libertad, es casi imposible asumir los entusiasmos colectivos. Por definición, los entusiasmos colectivos nos asustan.

       Y más si vemos la lenidad, la parálisis cómplice, la falta de iniciativa, por no pensar en las estrategias socialdemócratas, del líder de la oposición Sr. Feijoo y su partido, el PP, que les acercan más al sanchismo de ultraizquierda que a sus propios votantes.

    Y concluyamos esta "Reflexión Heterócllita", como siempre, con una nueva pieza musical. Hoy el "Nessun dorma" de la Ópera Turandot de Puccini, interpretado por Luciano Pavarotti,  con su final "Vinceró"



©2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA




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