Una instrucción del JEMAD (Jefe del Estado mayor de la Defensa), separando los actos castrenses de los actos religiosos, y
el nuevo reglamento de honores militares en el que se establece que la
participación en actos religiosos tradicionales, por parte de las fuerzas
armadas, será voluntaria para sus miembros, no son muy bien consideradas por
nuestras armadas.
El espíritu laicista del Gobierno se impuso
sobre las tradiciones seculares de nuestras fuerzas armadas obviando cuestiones
que desde el punto de vista personal pueden ser trascendentales.
Siempre se ha dicho que la cercanía de la
muerte provoca el acercamiento a Dios.
Y el espíritu militar trasciende de ser un
mero “trabajo” pues su esencia es el compromiso de entrega de la propia vida en
defensa de sus objetivos: “La Patria, su integridad y su orden constitucional”
y consecuentemente nada más natural que exista una conexión profunda entre
Religión y Fuerzas Armadas.
Se nos puede decir que esa laicidad en la
Fuerzas armadas es lo natural en los “países de nuestro entorno”, fruto de la
“multiculturalidad” y el liberalismo de las sociedades desarrolladas.
Y efectivamente así es, pero también existen
sociedades en que ejército y religión permanecen íntimamente unidos.
Por ejemplo en las fuerzas armadas
norteamericanas existen capellanes cristianos, judíos y musulmanes que actúan
junto a las tropas con el carácter de militares en activo, con graduación desde oficiales a generales y que realizan una
labor de asistencia espiritual a los soldados muy valorada tanto en el seno del
propio ejército como en la sociedad americana en general.
Y al final no puede olvidarse algo esencial,
cuando lo que uno se juega es la vida precisa más que otros una conexión
espiritual que justifique su propia entrega.
Al hilo de esta reflexión creo que debemos
felicitarnos por el hecho de que El
Ministerio de Defensa haya cambiado la restrictiva política que al respecto
impuso Chacón en 2010 con la complacencia del entonces JEMAD, General José
Julio Rodriguez. Ahora, aquellos militares que quieran participar en actos religiosos
podrán hacerlo libremente, e incluso se permitirá rendir honor a las imágenes, algo
prohibido por directiva anterior
Entre las novedades más destacadas se
encuentra la posibilidad de que los militares puedan rendir
Honores a los Pasos de la Semana Santa. El ‘presenten
armas’ y el himno de España volverá a sonar
durante el paso del Cristo de la Buena Muerte –en Málaga- y en muchos otros lugares de España.
Nos congratulamos por la recuperación de
tradiciones seculares.
Y para concluir, tal y como es nuestra costumbre,
traemos una nueva pieza musical, hoy “La muerte no es el final”, compuesta por
Cesáreo Garbaraín e interpretada por los alumnos de la Escuela General Militar.
©JESÚS FERNÁNDEZ-MRANDA Y LOZANA