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viernes, 31 de marzo de 2023

LA MAFIA ROSA

 



    Es este otro de los problemas que acucian a nuestra sociedad, adormecida, confortable y bien pensante, que no es capaz de mover un dedo por la defensa de sus propias creencias y derechos: la imposición de códigos de conducta respetuosos con la doctrina de la “identidad de género” promovida por el “Lobbie Gay” o “Mafia Rosa”, con el entusiasmo de la izquierda ya socialdemócrata, ya radical, y con la complicidad populista cuasi socialdemócrata y antiliberal ─a cambio de un puñado de votos─ del Partido Popular.

    Desde mi concepción liberal de la existencia, soy plena y conscientemente respetuoso con los homosexuales, transexuales, bisexuales e intersexuales; cada uno puede optar, en libertad, por el estilo de vida o las inclinaciones sexuales que desee.

    Me dan igual, además, sus manifestaciones privadas o públicas. En eso consiste la auténtica libertad.

Ya lo decía Saint-Just, el amigo de Robespierre  

"La verdadera libertad del pueblo está en su vida privada. No la turbéis"

    Pero a lo que no estoy dispuesto es a tragar con ruedas de molino y aceptar, en relación con los sujetos LGTBI, que me sea impuesta una legislación que coarte mis derechos individuales del modo que se está haciendo en nuestra sociedad por impulso de los Lobbies Gay o “Mafia Rosa”.

    Problema que a mi juicio merece una profunda y justificada “Reflexión heteróclita”

    Los Lobbies Gay, o “Mafia Rosa”, financiados por las potentes comunidades Gay estadounidenses y europeas y por algunos magnates, que juegan a políticas antisistema para su mayor enriquecimiento, como George Soros, han destinado ingentes cantidades de dinero a imponer a la sociedad las consignas, las políticas y los privilegios de los que hoy disfrutan las comunidades Gay en el mundo occidental, al amparo de las políticas correctas de la socialdemocracia Europea y Americana.

    En nuestro caso esta imposición totalitaria y excluyente ha tomado cuerpo en la legislación LGTBI, que ha sido impulsada principalmente, por las Comunidades Autónomas.

    El ejemplo más lacerante es el de la Comunidad de Madrid, que en la época presidida por Cristina Cifuentes, impulsora entusiasta de una injusta, y a mi juicio inconstitucional, política LGTBI, que empezó con la medida de crear bonos de descuento en los transportes públicos para las personas LGTBI, y que ha acabado amparando la política de “identidad de género” a través de una legislación extremista y totalitaria aprobada por la Comunidad Madrileña.

    Diversas asociaciones de signo cristiano, han criticado con dureza la norma en cuestión, por considerar que violenta la libertad de conciencia y el derecho de los padres a elegir el modelo moral educativo de sus hijos.

    Así, el Centro Jurídico Tomás Moro, ha manifestado que:

1.- La ley no es necesaria, en la medida en que el artículo 14 de la Constitución Española ya dispone que “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

2.- La ley supone “una importante mutilación de los derechos de la mayoría” dado que violenta la libertad ideológica, moral y de pensamiento de la mayoría ciudadana, al imponer “una ideología concreta”, imposición que es aplicable a todos los niveles y etapas formativas y que será de obligado cumplimiento para todos los centros educativos, sin que los padres pueden objetar.

3.- En tercer lugar, se establece una suerte de “policía de pensamiento” para combatir la libertad de expresión, al establecerse diferentes mecanismos de adoctrinamiento y normas para controlar a los disidentes ideológicos. Es decir, se crea una suerte de “policía moral, al estilo de la la “mutawa saudita, conocida en términos oficiales como la “Comisión para la promoción de la virtud y la prevención del vicio”.

4.- Por último, la ley establece privilegios para una minoría, como que cada 17 de mayo se celebre de forma oficial el “Día Internacional contra la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia”, estableciendo la obligación de instalar la bandera arcoíris LGTBI en la sede de la Presidencia y de la Asamblea de Madrid. Además, se privilegia a los grupos editoriales del movimiento LGTBI, que suplirán sus escasas ventas con la obligación que la ley establece para las bibliotecas de la Comunidad de Madrid y de los Ayuntamientos de la región de adquirir libros para la creación de un fondo bibliográfico de temática LGTBI.

    La cuestión no es baladí; La ley impulsada por la izquierda, y apoyada por una derecha abducida por el buenismo hipócrita woke, es una de las más totalitarias aprobadas nunca en un Parlamento autonómico, por su carácter injusto, excluyente y antidemocrático, pues se lleva por delante elementos fundamentales de una democracia, como son la libertad educativa o el derecho a la presunción de inocencia. 

    En esencia la Ley trata de evitar discriminaciones a las personas LGTBI, pero en la práctica consagra la libertad sexual pero solo para los LGTBI (Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales), nunca defiende la libertad para ser heterosexual, hasta el punto de que esta ley penaliza y prohíbe que una persona gay quiera ser heterosexual. Se consagra la libertad sexual defendiendo la libertad para abrazar la vida gay, pero no para salir de ella. Curioso sentido de la libertad…

    Si una persona homosexual, mayor de edad y en el uso de su libertad personal, aspirar a ser heterosexual; no se le permite buscar asistencia. Y si alguien le ayuda, le pueden multar con 45.000 euros.

    Lo que se pretende es imponer el pensamiento único: que todos piensen y se expresen de la misma forma; y para los rebeldes, multas. No hay sitio para los que piensen diferente.

    En cuanto a la presunción de inocencia, se borra de un plumazo.

          Basta que alguien del colectivo gay te acuse de conducta “homofóbica”, para que se invierta, inconstitucionalmente, la carga de la prueba: no es el acusador el que debe demostrar la afrenta sino si no el acusado su inocencia. Esto, en la práctica desembocará en la inconstitucional “probatio diabólica” que es como se llama en Derecho a la pretensión de que se pruebe por el acusado que el acto de homofobia que se le imputa no ha ocurrido, o su propia inocencia, lo cual es contrario a la presunción de inocencia consagrada en el artículo 24.2 de nuestra Constitución, que implica que la «carga de la prueba» corresponde a quien alegue la existencia de un acto ilegal, o la culpabilidad del acusado.

    Esto es lo que, en definitiva, establece el art. 66 de la Ley, en su alambicada redacción, que dice:

“En los procesos autonómicos, cuando el interesado aporte hechos o indicios razonables, fundamentados y probados por cualquier medio de prueba admitido en derecho, de haber sufrido discriminación por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género, corresponde a aquel a quien se atribuye la conducta  discriminatoria, la aportación de justificación probada objetiva y razonable de las medidas adoptadas”.

    Por otra parte, la ley obliga a todos los colegios de Madrid, tanto públicos, concertados, como privados, a que el colectivo gay pueda adoctrinar a los niños desde infantil lo que vulnera el derecho de los padres de elegir la educación de sus hijos. 

    Los políticos, una vez más, y da igual que sean del PP o de Podemos, siguen actuando como si creyeran que son ellos, y no los padres, los que deben elegir qué tipo de educación es la correcta para los más pequeños.

    Y con ese error de raíz, van a obligar por ley a todos los colegios de la Comunidad de Madrid, tanto públicos, concertados como privados, a que el colectivo gay pueda adoctrinar a los niños desde infantil. Para ello, la administración madrileña pagará con dinero público las clases y talleres que deberán impartir monitores de ideología LGTBI (Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e intersexuales).

    Que por ley, de forma obligatoria y con amenazas de multas y retiradas de conciertos, todos los colegios y niños de la Comunidad de Madrid tengan que ser educados en una ideología de género que es muy discutible en su enfoque antropológico, me recuerda al adoctrinamiento de clase de los bolcheviques o de supremacía nazi de la raza aria.

    Y todo responde a la defensa de la ideología de “identidad de género”, recurso ideológico del feminismo radical de izquierdas, basado en las doctrinas de Gramsci, que ya hemos comentado en diversas ocasiones.

    Según apunta Álvaro Fernández, en la revista Catholic.net, es llamativo que no haya un sólo defensor o defensora del género que no pase por pacifista, por víctima o por defensor de todas las víctimas de ataques y discriminaciones que impone la injusta sociedad en la que viven.

Su agenda de lucha pasa por pacífica, pero con sus hechos violentan las conciencias, mediante la amenaza, la persecución o el tan manido “escrache” lo cual es mucho más violento que lo que pretenden ser y me recuerda la frase de los Cónsules de Roma Lucio Valerio Publícula y Marco Horacio Pulvilo en los albores de la República (aprox. 500 a.C,) al pueblo romano que, amotinado, había abandonado la ciudad retirándose entre disturbios al “Monte Sacro”, la cumbre de la Colina Aventina, en reclamación de sus derechos:

“Crudelitatem comdemnatis, in crudelitatem ruitis”
(Condenáis la crueldad, pero os lanzáis a ella)

"Qui dicis te urbem defendere, eam conculcare"
(Vosotros que decís que defendéis a Roma, la pisoteáis)

    Pero claro, estas gentes tienen perfectamente interiorizada la doctrina de Gramsci, para quien todo es creación histórica “construcción cultural” en código de “género” y no naturaleza.

    En este sentido, cabe recordar que las feministas de género consideran que el hombre y la mujer adultos son construcciones sociales; que en realidad el ser humano nace sexualmente neutral y que luego es socializado en hombre o mujer. Esta socialización, dicen, afecta a la mujer negativa e injustamente. Y por ello, las feministas proponen 

"Depurar la educación y los medios de comunicación de todo estereotipo y de toda imagen específica de género, para que los niños puedan crecer sin que se les exponga a trabajos “sexo-específicos”. 

    Por eso hablan también de “roles socialmente construidos” cuando se refieren a las ocupaciones que una sociedad asigna a uno u otro sexo.

    Como nos dice el Dr. Gambra, en su obra “Historia Sencilla de la Filosofía:

“De aquí el interés de Gramsci por el cristianismo, al que considera germen vital de una cultura histórica, que penetra la mente y la vida de los hombres, sus reacciones profundas. Será preciso, para que la revolución sea orgánica y “cultural”, adaptarse a lo existente y, por la vía de la crítica y la autoconciencia, desmontar los valores últimos y crear así una cultura nueva. El ariete para esa transformación será el Partido Comunista, voluntad colectiva y disciplinada que tiende a hacerse universal. Su misión será la infiltración en la cultura vigente para transformarla en otra nueva materialista, al margen de la idea de Dios y de todo valor trascendente”.

de acuerdo con Gambra;

Su arma principal será la lingüística mediante la penetración en el lenguaje coloquial, alterando el sentido de las palabras y sus connotaciones emocionales, hasta crear en quien habla una nueva actitud espiritual. Si se cambian los valores, se modifica el pensamiento y nace así una cultura distinta.” Cómo no representarse inmediatamente al llegar a este punto, los términos “interrupción del embarazo”, “salud sexual y reproductiva”, “anticoncepción de emergencia”, “preembrión”; así como los cambios aparentemente inocuos de la palabra “amante” o “concubina/o” por la palabra “compañero” o “pareja” y muchos más. El denominador común es que todos esos términos llevan al error y a la confusión a grandes masas de personas que, como neófitos en estos temas, dejan de llamar a las cosas por su nombre sin la más mínima capacidad crítica y se tragan “lo que dice la tele”.

prosigue el Dr. Gambra:

El medio en que esta metamorfosis puede realizarse es el pluralismo ideológico de la democracia, que deja indefenso el medio cultural atacado, porque en ella sólo existen “opiniones” y todas son igualmente válidas.

La labor se realizará actuando sobre los “centros de irradiación cultural” (universidades, foros públicos, medios de difusión, etc.) en los que, aparentando respetar su estructura y aún sus fines, se inoculará un criticismo que les lleve a su propia destrucción.”

    En tal sentido, son conocidos los nefastos resultados de la implantación del pluralismo y la tolerancia como valores absolutos en nuestras sociedades: nada se puede criticar si es políticamente correcto; todo se debe criticar si es políticamente incorrecto, naturalmente conforme a los valores de esta izquierda contracultural.

    Volviendo a la posición de los autores comunistas contemporáneos, basados en Gramsci, Laclau y Mouffe, destaca la Escuela de Frankfurt y, en ella, Marcuse quien planteó que 

"Toda realidad es una construcción social, la verdad y la realidad no tienen un contenido estable y objetivo y llamó a desalienarse de todo marco normativo: semántico, sexual, ontológico, filosófico, políticos, moral, social, cultural, religioso…"

    Tras la renuncia a la lucha de clases ―lucha horizontal― buscan la formación de bloques heterogéneos ―lucha trasversal― que se articulan en torno a identificaciones políticas, porque, dicen, las identidades no están dadas, están en permanente construcción, son una cuestión social. La izquierda indefinida es antiesencialista. Para ella todo son construcciones culturales, niegan incluso la biología. 

"Ser madre o mujer, por ejemplo, no es un hecho biológico sino una construcción social, dicen sus pensadores."

    Para ellos, la identidad tiene su origen en lo social, es algo cultural.

    Argumenta Mouffe: 

"Según la perspectiva antiesencialista, la identidad nunca está dada naturalmente, es siempre una forma de identificación."

    Por eso buscan deconstruir.

    El término lo inició Martin Heidegger aunque su desarrollo corresponde al filósofo post estructuralista Jacques Derrida.

    Según Cristina de Peretti, deconstruir consiste en deshacer, desmontar algo elaborado para identificar los estratos ocultos que lo constituyen, pero también cuáles son las fuerzas no controladas que ahí obran.

    En política es similar a desmontar para volver a construir y ese es el objetivo de la izquierda contemporánea en los países occidentales: desmontar las identidades para construirlas de nuevo con otros parámetros difusos y contraculturales, como camino para permitir llegar a la sociedad comunista y al mito del “hombre nuevo”

    En consecuencia, debemos advertir que nuestras endebles democracias se ven amenazadas día tras día por los pregoneros de la deconstrucción social, la mentira y de la muerte, por el terrorismo ideológico y por sus principales aliadas, las mafias de la desinformación.

    El odio a la religión y a Dios es capaz de unir en este “pluralismo”, a un individuo como Ted Turner, paradigma del capitalista liberal, materialista y ateo, con el marxismo cultural materialista y ateo, a cuyo servicio pone diariamente la CNN.

    Pero este maridaje habría de ser objeto de una nueva Reflexión Heteróclita, dado que haríamos a este demasiado extenso.

    Hagamos como acaba de hacer Suiza, cuyo Parlamento ha establecido que en Suiza los sexos son dos, Masculino y Femenino, sin ceder a las políticas propugnadas por los movimientos LGTBI, considerando que la población suiza, mayoritariamente, no acepta los conceptos de multigénero propuestos por los llamados “progresistas”.

    En cualquier caso, yo, personalmente, no dejaré de manifestar mi rechazo a estas políticas, pues discrepar es "mi" derecho, incluso un privilegio que me otorga mi libertad, yal que no estoy dispuesto a renunciar.

    Y concluyamos nuestra reflexión con un nuevo video musical, en este caso la Serenata Española” de Joaquim Malats interpretada por Pepe Romero

 


© 2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana


1 comentario:

  1. Hoy, sus Reflexiones Heteróclitas bajo el encabezamiento de La Mafia Rosa, me acaban de hacer pasar un rato extraordinario, que a pesar de ser extenso se me hizo francamente corto. Siento enormemente no poder tener su inteligencia y su pluma para desarrollar tan minucioso análisis sobre el tema y poder contestarle algo interesante. Siempre documentado y preciso, soy una simple y fiel lectora. Pero sí le diré que me hizo mucho bien lo que escribe en su artículo porque, al considerarme yo también liberal, no me siento tan incomprensiblemente sola. Gracias de nuevo por abordar temas tan actuales y espinosos. Siempre educado y correcto en sus escritos. Ah, por cierto, la música preciosa. Buen dia!!

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