Llueve sobre Madrid, intensamente, y ha refrescado. Se nota que estamos ya en otoño.
Y entre chubasco y chubasco leo la entrevista que se publicó el viernes 17 de septiembre en ABC, en la que la “Gran Maestre” de la Logia masónica “El Derecho Humano”, Paloma Martínez, trata de convencernos, cual si de monja clarisa se tratase, de que la masonería no es más que un club de gente “que no practica el secretismo, sino la discreción” y que no es anticlerical, sino laica, aunque propugna que “la religión se limite al ámbito privado” y que “la Iglesia se quede donde se debe quedar” aunque no nos diga donde es ese lugar.
En “la Tercera” del mismo diario y fecha se publica un artículo firmado por David Cameron, en la que el Premier Británico valora positivamente la controvertida visita del Papa al Reino Unido, muy criticada en los círculos laicistas y el papel de la Iglesia Católica en el mundo, con una perspectiva muy diferente a la de los masones; en él nos dice:
“… la visita del Papa tiene que ser bien recibida no sólo por los católicos del Reino Unido, o por los creyentes en general, sino por todos los que valoramos las contribuciones de los credos religiosos a nuestra sociedad, y por quienes comprenden que la fe es un don que se debe abrazar, no un problema que se tenga que superar.
Quizás no siempre estemos de acuerdo con la Santa Sede, pero eso no debe impedirnos reconocer que el mensaje general de ésta puede ayudar a plantearnos preguntas sobre nuestra sociedad y la forma en que nos tratamos nosotros mismos y a los demás”.
Estos dos sueltos periodísticos me dan pié a abordar, en esta nueva “reflexión heteróclita”, el problema del intervencionismo moral y sociológico en que incurre reiteradamente nuestro gobierno sobre la base de la “laicidad” y la “igualdad” que quiere imponer en nuestra Sociedad.
¿Pero qué es exactamente lo que se quiere?
Pues una mezcla de resultados deseados históricamente desde el marxismo y desde la masonería.
Y aunque les suene a mis lectores a “remedo” de la "conspiración judeomasónica” de la que ya advirtiera reiteradamente el “Invicto”, lo cierto es que desde posiciones democráticas liberal conservadoras, mucho me temo que nos encontremos ante algo más que una mera sospecha.
No han faltado en los últimos tiempos quienes han criticado la opción de nuestro gobierno de implantar la “educación para la ciudadanía” como una muestra más del tradicional “adoctrinamiento marxista”.
En parte tienen razón, pues si bien el propio Marx se declaró contrario a la “Educación de Estado”, también propugnaba la no intervención de la Iglesia en los procesos educativos; así, efectivamente, en sus “Glosas críticas al programa de Gotha [del Partido Obrero Alemán]” Marx nos dice:
"...eso de "educación popular a cargo del Estado" es absolutamente inadmisible. ¡Una cosa es determinar, por medio de una ley general, los recursos de las escuelas públicas, las condiciones de capacidad del personal docente, las materias de enseñanza, etc., y, como se hace en los Estados Unidos, velar por el cumplimiento de estas prescripciones legales mediante inspectores del Estado, y otra cosa completamente distinta es nombrar al Estado educador del pueblo! Lo que hay que hacer es más bien substraer la escuela a toda influencia por parte del gobierno y de la Iglesia.... por el contrario, es el Estado el que necesita recibir del pueblo una educación muy severa...."
Pero junto con esta tesis del origen marxista de la pretensión adoctrinadora del Gobierno de Rodríguez, no podemos olvidar, tampoco, la influencia masónica de sus planteamientos.
En La Conferencia Interamericana de la Masonería, Jorge Eliécer Salazar Avenia, Gran maestre de la Masonería Venezolana, citó al escritor uruguayo Jaime Monestier como adalid de la educación laica, ya que según él:
“La educación laica es piedra angular y arco de resistencia en la construcción de la estructura filosófica de la masonería”.
Por su parte, el Congreso Masónico internacional, reunido en París en 1889, el Gran Oriente de Francia, manifestó que:
“La Masonería, que preparó la Revolución de 1789, tiene el deber de continuar su trabajo, tendente a la implantación de la república social universal, en la que, después del derrocamiento de toda clase de tiranía espiritual y política, de los poderes dinásticos y "teocráticos" y de los privilegios de clase, reinará la más grande libertad individual posible y una igualdad social y económica en conformidad con los ideales Masónicos, verdaderos objetivos finales de esta labor social.”
Pero si estas declaraciones procedentes de la propia masonería son significativas, centrémonos también en los hechos que nos hacen profundizar en nuestro convencimiento:
Hace pocas semanas un poeta mediano como es Gamoneda, amigo personal del Presidente Rodríguez y actual presidente de la logia masónica en la que sirvió su abuelo, ha sido galardonado con el premio Cervantes de Literatura.
¿A qué responde ese premio inmerecido a un poeta menor: a sus discutibles meritos literarios o a su cualidad de Masón ejerciente?
Y la opinión ni es tan solo mía, ni es una invectiva. Como muestra dos botones:
El Premio Nacional de Poesía Felipe Benítez Reyes define a Gamoneda como “un hombre tosco, con mucho complejo de inferioridad, y que además se ha creído un gran poeta cuando es un poeta del montón”.
Por su parte, el Catedrático de Literatura Española de la Universidad de Granada, el profesor Luis García Montero declaró no hace mucho en Canal+ que “si premiaron a Gamoneda fue por razones políticas, es un “Cervantes sin lector”.
Por otra parte el autor encargado por la editorial SM para elaborar el libro de texto de de esta editorial para “Educación para la Ciudadanía” es José Antonio Marina, que da la casualidad de que es el portavoz oficioso del Ministerio de Educación en estas materia. Marina sostiene abiertamente que:
“Es necesario superar el monopolio que las religiones han ejercicio sobre la moral”
Un discurso abiertamente masónico, aunque no pueda afirmar que Marina abrace la disciplina masónica. Pero es que además, Marina defiende que la educación:
“…debe ayudar al educando a forjar su identidad nacional, sexual, etc. Es decir, no se nace español o francés; ni hombre o mujer, sino que el educando va construyendo su propia identidad a su antojo".
Estos datos confirman la tesis de algunos estudiosos del tema, que sostienen que la imposición desde el Gobierno de la Educación para la Ciudadanía es lo más masónico de los años de gobierno de Rodríguez, Gobierno cuyos miembros, sean o no masones, actúan como tales.
Finalmente y como nuevo dato no olvidemos las palabras recién pronunciadas por el Ministro de Educación, Sr. Gabilondo, conforme a las cuales:
“No creo que haya elementos educativos exclusivos de la familia, como para no contaminarse. La educación afectiva, de sentimientos sexuales, para la vida en convivencia, lo tenemos que hacer conjuntamente entre las familias y la comunidad educativa. Es una declaración ideológica”.
Por lo visto es “cuestión ideológica” para el ministro no respetar la libertad educativa de los padres en materia moral y religiosa, que se establece en el artículo 27.3 de nuestra Constitución, conforme al cual:
“Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.”
Hace algunos meses el escritor Cesar Vidal comentaba en una tertulia radiofónica las conclusiones que el Gran Oriente de Francia, máxima autoridad de la Francmasonería, había publicado en un documento denominado “Libro Blanco de la Laicidad” , que pueden ustedes consultar en este vinculo de la página Web del Gran Oriente de Francia en el que se contienen las siguientes afirmaciones-recomendaciones:
1.- “la laicidad pretende liberar al niño y al adulto de todo lo que aliena o pervierte, especialmente el orden religioso”.
2 “La moral laica es esencial en la construcción de la armonía social y el reforzamiento del civismo democrático.”
3. “la educación laica” es una de las condiciones para la igualdad en la sociedad “
4. “la escuela laica debe ser preservada de toda penetración confesional”
5. “si las iglesias quieren existir, la religión debe convertirse en un asunto privado y las iglesias no pueden estar dotadas de status oficial”.
6. La regulación legal del “nacimiento, la vida y la muerte” no deben ser consideradas “bajo el ángulo de la religión” lo que abre la puerta a fenómenos legales como la ampliación del aborto o la legalización de la eutanasia.
7. “los progresos de la ciencia deben verse libre de toda influencia… especialmente de grupos religiosos” lo que es una manera apenas oculta de abogar por la experimentación biológica sin restricciones.
8. “la laicización del estatuto del cuerpo (amor y sexualidad, muerte, enfermedad) no está concluida” considerándose como meta la regulación de “las modalidades sociales de la vida de las parejas y de las familias”, un eufemismo para el matrimonio de homosexuales.
9. Finalmente, en este documento del Gran Oriente de Francia, se indica la necesidad de evitar influencia religiosa en la cultura y la creación artística y en la información y la comunicación.
Continuando con este análisis de las posiciones de la francmasonería, vemos como en documento emanado del Gran Oriente de Francia y fechado el 31 de octubre de 2007, esta obediencia masónica se refiere a la ley de memoria histórica señalando que:
“en la hora en que España se apresta a cumplir con valor el examen de uno de los períodos más sombríos de su historia, el Gran Oriente de Francia quiere manifestar su apoyo a este necesario trabajo de memoria”.
En este mismo documento, el Gran Oriente de Francia manifiesta:
“Lamentamos que el Vaticano haya beatificado a cerca de quinientos religiosos víctimas de la guerra civil española” e indica que “mientras que la decisión del gobierno español debería ser saludada por todos, algunas corrientes – entre las más reaccionarias – trabajan para reafirmar la actualidad de ideologías que no pueden sino inquietarnos”.
Finalmente, a la hora de interpretar la crisis económica, en otro documento de fecha 17 de octubre de 2008, el Gran Oriente de Francia, la atribuye a que:
“el viento del liberalismo sin freno arrastraba todo a su paso” y señala la solución en la “refundación de un estado providencia”
Documentación toda ella que puede consultarse en el siguiente vínculo: PAGINA DEL GRAN ORIENTE DE FRANCIA
Todo lo anterior nos lleva a considerar conclusiones importantes:
1. La asignatura de Educación para la ciudadanía reproduce una extraña mezcla de los modelos educativos marxista y masónico, con lo que se quiere excluir cualquier influencia de los principios religiosos en la educación infantil, con flagrante violación del derecho constitucional de los padres de elegir la educación moral y religiosa que deseen para sus hijos.
2. La ampliación del aborto y la legalización de la eutanasia, preconizadas por los sectores de la “secta” progresista dogmática e intolerante que, de la mano de Rodríguez, tiene secuestrada al PSOE, se encuentran entre las metas de la masonería, e implican una absoluta desconsideración hacia la vida humana, inadmisible en una sociedad que se quiere llamar desarrollada.
3. El matrimonio de homosexuales defendido por la masonería ha sido uno de los proyectos estrella del Gobierno de Rodríguez, provocando una equiparación inadmisible con los matrimonios heterosexuales, base no solo moral, sino incluso demográfica, de nuestra enferma Sociedad. Reconózcanse derechos civiles a las parejas homosexuales, pero no se las equipare al “matrimonio”.
4. La ofensiva laicista del Gobierno Socialista se corresponda milimétricamente con los planes expresos de la masonería, que pretende reducir los principios religiosos al ámbito de la intimidad de los ciudadanos con olvido, o aún peor, con persecución, de la trascendencia social de los principios religiosos.
5. La pretensión de que se dé vía libre a los experimentos científicos sin ningún tipo de barrera moral, que defiende el socialismo español, se corresponde con las tesis de la masonería y abre la peligrosa puerta de la eugenesia.
6. El análisis erróneo y demagógico de la actual crisis económica que realiza Rodríguez es el mismo que propugna la masonería, ambos equivocados y con efectos nefastos para nuestra economía, abocada a una “japonización” preocupante.
7. La masonería respalda sin ambages el proyecto parcial y sectario de la denominada memoria histórica, que rompe los acuerdos reconciliadores de la “Transición”, volviendo a la división de las “Dos Españas” y tratando de reescribir la historia, con falsedades, como vía para que la izquierda gane la “Guerra Civil” que perdió en el s.XX.
Se me puede acusar de alarmista, de que todo lo relatado no tiene importancia; se me puede decir que el mundo de los “principios” ocupa hoy una posición secundaria en el ranking de las preocupaciones de los ciudadanos, atenazados por sus preocupaciones económicas.
Sin embargo es precisamente el mundo de los “principios” el único que puede aportar savia nueva a nuestra sociedad, nuevas ideas y nuevos planteamientos que procuren, no solo, una regeneración moral de la sociedad, sino que, como consecuencia de ese rearme moral que deseamos, la Sociedad busque ser más justa, más libre, más creativa, menos adoctrinada y adocenada y en consecuencia tenga mayores instrumentos para solventar sus problemas materiales.
Solo desde la libertad del individuo, la limitación de la excesiva intervención del Estado y el respeto mutuo a las “creencias” de cada individuo, seremos capaces de superar las graves crisis, moral, económica y de identidad, que afectan a nuestra Sociedad enferma.
¿Quién le ha dado a usted autoridad para juzgar la valía de un poeta como Gamoneda? ¿Sus delirios de logias? ¿El veneno de Vidales y Monteros con el que contamina su minúscula alma? Pero, ¿qué ha escrito usted? ¿Quién es usted, de salvaje ignorancia, para intentar siquiera concebir criterios estéticos o morales? Háganos un favor y llévese sus palabras y su caterva de traiciones muy lejos, sumamente lejos. Ustedes son la enfermedad de un país ya suficientemente herido.
ResponderEliminarLa autoridad me la tomo yo solo, o acaso ¿Debo contar con su bendición a mis criterios que son otros de los suyos?
EliminarANÓNIMO, que se esconde tras la careta de ese anonimato, sepa usted que la crítica a Gamonal no es solo mía y los críticos adversos no son “veneno” que contamine el alma, que tan minúscula no será cuando merece la atención de la que Vd. presume grande y suya, sino valientes que se atreven a decir lo que el oficialismo calla.
¿Que qué he escrito? Lo que muchos callan por cobardía pero sienten en lo más interno de su fuero.
¿Qué quién soy yo? Soy tan solo un fue, y un será, y un es cansado, sobre todo del roce con personajes como usted.
Más que llevarme mis palabras lejos, le ruego que no se acerque más a mis reflexiones y que pasee usted si misérrima esencia por el páramo de su fanatismo, allá donde sólo ofenda a su propia y cobarde, por incógnita, existencia.
La verdadera enfermedad de esta Patria nuestra son los fanáticos como usted, que desde las sombras en que se ocultan son quienes la hieren, atacando alevosamente a todo aquel que discrepa de su línea de pensamiento marmóreamente adoctrinada, tan sólo con la descalificación, nunca con un argumento debatible, solo con el insulto. Para redondear su vomitiva invectiva solamente le habría faltado rebuznar la palabra “fascista”.
Por cierto, no hay en mi post delirio alguno de logias, sino documentada información de lo que ellas son y hacen.
Con mi total desprecio, le deseo siga restregándose en el fango del muladar en que presumo su alma se acomoda.