Algunos
conocéis mi afición por la fotografía, y que conservo un archivo fotográfico de
negativos, ya de cierto volumen.
Hurgando
en él, encuentro esta fotografía que tomé en el palacio del
Maharajá de Jaipur, en la India, en la que un miembro de su personal se solaza,
contemplando despreocupadamente el horizonte del jardín, desde un historiado balcón de mármol.
Su
expresión de placidez, la riqueza ornamental del propio balcón, y el aire de
intemporalidad de la fotografía me encantan.
Espero
que a vosotros también os guste, y dada la brevedad de esta pequeña reflexión os
acompaño una pieza de música de sitar, el tradicional instrumento hindú de
cuerda, tocado por la famosa interprete Anoushka Shankar
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