
El edificio en cuestión fue volado por dinamiteros de las cuencas mineras asturianas durante la revolución de octubre de 1934, el intento de golpe de estado bolchevique contra la republica, promovido por Largo caballero e inicio, según los más modernos historiadores, de nuestra Guerra Civil del S. XX.
En este edificio, hoy reconstruido, se guardan, además del santo sudario, que presenta según los más recientes estudios, coincidencias sorprendentes con la Santa Sindone, la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias y que se considera la cruz de roble enarbolada por Pelayo en Covadonga enriquecida y recubierta de oro por los primeros reyes de la dinastía asturiana, así como la cruz de los Ángeles, símbolo de Oviedo, una sandalia de san Pedro, etc…
Y a cuento de que esta referencia a todo lo relatado en esta reflexión heteróclita.
Pues miren ustedes, tiene un sentido, la tradición cristiana ha sido el fundamento de nuestra sociedad occidental y hoy es desconocida, obviada y mancillada por la izquierda con Rodríguez a su cabeza, y esos fundamentos de nuestra sociedad europea occidental, que se transmiten de generación en generación desde hace dos mil años, se concretan en tradiciones formales como las descritas, tradiciones que le acaban de jugar una mala pasada diplomática a nuestro presidente Rodríguez.
En atención a la importancia que tiene el Pontífice de la Iglesia Católica, cuya sede se encuentra en el Estado independiente del Vaticano, del que el Papa es su Jefe de Estado y que está en Roma, la republica de Italia, desde su nacimiento allá por la época de Garibaldi, mantiene unas normas protocolarias no escritas pero muy estrictas.
Según esas normas cualquier Jefe de Estado o de Gobierno que visita Roma lo hace o bien para visitar al Papa, o bien para visitar a las autoridades de la Republica Italiana, pero no se admite mezclar ambos objetivos.
Rodríguez, que se sitúa por encima del bien y del mal ha tenido el poco tacto de romper esa norma protocolaria diplomática no escrita y después de visitar al Papa en el Vaticano quiso visitar a Berlusconi y el resultado es el del video que les adjunto.
El tema es antiguo, pero el desplante de Berlusconi al "santificado Rodriguez" me ha hecho tanta gracia que no he podido evitar subirlo a mi blog.
Otra de las situaciones sonrojantes de nuestro Presidente en el extranjero. Hay colección.
ResponderEliminarY luego se extraña de que le comparen con Mr Bean.