EL FRANCOMODIN

 

Sánchez ha declarado que durante 2025 se celebrarán más de cien actos de conmemoración del 50 aniversario de la muerte de Franco y el “establecimiento de las libertades”, pero con olvido de que Franco murió en la cama, y que el Régimen continuó vigente hasta la aprobación de la Constitución en 1978.

Conmemorar 1975 como “llegada de la democracia” con la proclama sanchista de que: “En 2025 el Gobierno de Pedro Sánchez va a impulsar la conmemoración de lo que vamos a llamar España en Libertad para poner en valor la gran transformación en este medio siglo de Democracia’”.

Ignora la realidad histórica: Franco murió en la cama, el régimen acababa de ejecutar a cinco personas y no había auténtica libertad.

Por tanto, celebrar ‘medio siglo de Democracia’ supone ignorar la Transición”, lo que ha causado asombro entre muchos que manifiestan que “Lo que debe celebrar es la Transición,  y no la muerte de Franco”, pues sería lo que tendría sentido ya que La “Transición”, fue el proceso con el cual, entre 1975 y 1978, se logró conquistar una verdadera democracia, por mucho que el sanchismo y toda su banda de extrema izquierda social comunista, defienda la guerra civilista idea de que el único período de “autentica democracia” lo fuera la bolchevique y asesina “Segunda República”.

El fracaso estrepitoso de aquella, Concluida con una trágica y sangrienta guerra civil —provocada por los desmanes de la izquierda— unida a fracaso de los movimientos por revolucionarios antifranquistas, como la “platajunta” a la muerte de Franco, han querido ser utilizados arteramente por el sanchismo social comunista radical, que ha celebrado un homenaje a las víctimas de la guerra civil y el franquismo, omitiendo su presencia en el funeral celebrado en Valencia por los fallecidos por la DANA.

Es imposible disociar el  anuncio de los fastos para conmemorar los 50 años de la muerte de Franco con otras ocasiones en las que Pedro Sánchez ha usado la causa antifranquista para  agitar a los refractarios y movilizar a la izquierda, con desigual éxito.

En cualquier caso nos encontramos ante un nuevo uso del “Francomodín”, con el objetivo de enardecer a las masas votantes de la izquierda resentida, al tiempo que con ese tsunami de actos antifranquistas se pretende ocultar cualquier referencia al muladar de corrupción que afecta personalmente a Sánchez y su entorno familiar, a su gobierno y a su partido corrupto y asesino desde el momento de su fundación por Pablo Iglesias en 1879.

Isabel Díaz Ayuso, ha manifestado que, a su juicio,  Pedro Sánchez «ha enloquecido y está en sus últimas horas, ha decidido quemar las calles y provocar violencia».

                  En su obra “Los orígenes del totalitarismo”, Hannah Arendt trazó el paralelismo y la identidad estructural entre el fascismo y el comunismo como formas ideológicas de un mismo fenómeno: el totalitarismo.

                  El mismo perro, distinto collar.

              Simone Weil, por su parte, insistía en la misma idea:

"Otro ejemplo admirable de absurdo sangrante es la oposición entre fascismo y comunismo. dos concepciones políticas y sociales casi idénticas, la misma unanimidad artificial en beneficio de un partido único que se confunde con el Estado y se define por esa confusión".

                  De manera análoga, el postureo antifranquista de los socialistas se corresponde a sus actitudes intrínsecamente franquistas.

                  La presidenta del Parlamento, la socialista Francina Armengol, ha reproducido los modos fascistas de negar la libertad de expresión censurando a un diputado de Vox que defendió el régimen franquista. Para los socialistas como Armengol, la "pluralidad política" queda dentro del ámbito de la izquierda porque, sin embargo, sí permitió la apología de los regímenes comunistas.

                  En un régimen liberal se pueden expresar todas las opiniones políticas, siempre que no se recurra a la violencia, y luego será el pueblo el que decida, no una presidenta del Congreso que se cree la Jefa del Movimiento Nacional-Federalista Sanchista.

                  En “1984”, Orwell nos advertía contra el doblepensar impuesto en los sistemas totalitarios, un mecanismo de adoctrinamiento por el que se espera que los sujetos convertidos en siervos ideológicos acepten como verdadero lo que es claramente falso, o acepten simultáneamente dos ideas, mutuamente contradictorias, como correctas.

                  En este repugnante tuit de Armengol, paradigma del doblepensar de los servidores sanchistas como ella, censura las opiniones de su trinchera opuesta, y declara enfáticamente:

 El Congreso es la casa de la palabra, de la libertad de expresión, del pluralismo, del debate. Es, en definitiva, la casa de la democracia. Y es responsabilidad de los y las demócratas que lo siga siendo.

                  Si no tuviera su cerebro dominado por el doblepensar y mantuviese un átomo de dignidad política y honestidad moral, una declaración así la llevaría a la dimisión inmediata para que el Parlamento estuviese limpio de sectarios odiadóres como ella.

                  Así, mientras se retiran las palabras del diputado de Vox, se mantienen las de un diputado de la extrema izquierda de la CUP que glorificó el totalitarismo comunista, otro de Bildu practicó el negacionismo del totalitarismo de los comunistas y, como guinda, el socialista Simancas defendió a un golpista contra la II República como Largo Caballero y a un terrorista como Santiago Carrillo durante la guerra civil.

                  Secuestrada RTVE por parte del PSOE y convertida en la misma televisión del gobierno que era durante el franquismo, los Fortes, Intxaurrondo,  Broncano, etc. constituyen el nuevo sostén propagandístico con cargo al erario público y sometidos al argumentario de Ferraz, junto a diarios tradicionales como el País y todo su grupo mediático de PRISA.

                  En este ambiente de degradación institucional, el pueblo se va convirtiendo en masa, mientras una casta corrupta empobrece al país y los socialistas se hacen ricos en este régimen de socialismo de amiguetes con mansiones en Venezuela y la República Dominicana.

                  En el Congreso del PSOE, Zapatero, asesor de dictadores, ha lanzado el último bulo socialista de que los socialistas fueron los que permitieron que las mujeres estudiasen en España, como si Beatriz Galindo o Lucía de Medrano no hubiesen sido reconocidas ya en los siglos XV y XVI en Salamanca, o como si Clara Campoamor no hubiese conseguido su título de abogada antes de que los socialistas lanzasen una campaña de descrédito contra ella por haber conseguido el voto para las mujeres.

                  Esa banda denominada PSOE es la manifestación más clara de lo que Weil entendía como un partido único que se confunde con el Estado y se define por esa confusión.

                  Viendo a la masa arengando a Sánchez, su mujer, su hermano o la dupla Chavez - Griñán, cabe recordar la advertencia de Arendt:

"El peor favor que puede hacerse un ser humano es el de no pensar. Así comienza el totalitarismo, la dictadura de lo igual".

Y concluyamos, como siempre, esta “Reflexión Heteróclita” con una nueva pieza musical.

Hoy “El Partisano” de Leonard Cohen, canto que ensalza a un luchador contra la tiranía.

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