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viernes, 27 de diciembre de 2024

CÓRDOBA CRISTIANA

 

 

Los musulmanes siguen dando la lata con su petición de que la Catedral de Córdoba acoja el culto Musulmán junto al culto Católico.

Frente a tal intención, debemos recordar que el Obispado de Córdoba y su Cabildo tienen títulos jurídicos fehacientes para mantener el uso exclusivo de la Catedral por la Iglesia Católica.

  Poseen, además, títulos históricos incontestables.

 Las excavaciones arqueológicas dirigidas por el arquitecto Félix Hernández en 1930 demostraron la existencia en el subsuelo de la actual Catedral de todo un complejo episcopal que puede datarse entre los siglos IV y VI. 

 Allí se encuentran los restos arqueológicos de la basílica visigótica dedicada a San Vicente Mártir, la domus episcopalis, y muy probablemente la escuela clerical y los servicios de caridad del Obispo.

En el año 2004, por iniciativa del Obispo y del Cabildo, se ha descubierto y expuesto a la contemplación de los visitantes y turistas, un pequeño sacellum o habitación donde se reservaba la Eucaristía para los enfermos.

Tanto los muros, construidos en el siglo VI, como la solería de mosaico, del siglo IV, están plagados de símbolos cristianos.

Todo este complejo fue destruido por los musulmanes tras la invasión en el año 711, aprovechando sus materiales para construir parte de la mezquita, cuya estructura arquitectónica básica se ha mantenido posteriormente gracias al celo de Obispos y Cabildos, ya que los cristianos conservaron y no destruyeron la Mezquita sino que la reformaron y santificaron convirtiéndola en Catedral.

La actual Catedral de Córdoba fue donada por el Rey Fernando III el Santo a la Iglesia tras la conquista de la ciudad en 1236, siendo consagrada, a continuación, por el Obispo de Osma D. Juan Domínguez. 

Es de advertir que todo el edificio es Catedral, pues todo él está consagrado. 

Como es bien sabido, adosadas a los muros perimetrales se han levantado a lo largo de los siglos un gran número de capillas devocionales, todas ellas de un gran interés artístico.

      En la Catedral de Córdoba, como en todas las catedrales, está el Señor en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.

Este dato fundamental hace inviable celebrar la oración de otra tradición religiosa en su recinto —como pretende la Asociación Musulmana de España—.

Las raíces cristianas de Córdoba y a su historia cristiana, diecisiete veces centenaria, merecen ser respetadas.

Los católicos cordobeses quieren vivir en paz con los creyentes de otros credos, pero no desean estar, continuamente, sometidos a presiones que no contribuyen a la concordia.

    Como afirmara en el mes de mayo de 2004 el Arzobispo Mons. Filtzgerald, ex presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, a raíz de una solicitud idéntica de la Junta Islámica:

“Es difícil promover la convivencia entre cristianos y musulmanes remontándose a la historia o queriendo revanchas. Es necesario aceptar la historia y seguir adelante”.

En cualquier caso, la pretendida convivencia de los Cristianos con los Musulmanes, es prácticamente imposible, pues es norma de obligado cumplimiento según el Corán, lo dicho en la sura  47, 38

«Cuando sostengáis, pues, un encuentro con los infieles, descargad los golpes en el cuello hasta someterlos. Entonces, atadlos fuertemente. Luego, devolvedles la libertad, de gracia o mediante rescate, para que cese la guerra. Es así como debéis hacer. Si Dios quisiera, se defendería de ellos, pero quiere probaros a unos por medio de otros. No dejará que se pierdan las obras de los que hayan caído por Dios»

O la Sura 8,39

«Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda todo el culto a Dios. Si cesan, Dios ve bien lo que hacen»

Es decir “someterlos” y “combatir contra ellos”, principios que no me parecen muy útiles para un dialogo sincero entre ambas religiones.

 Y tal sometimiento y combate ha de llevarse a cabo contra los cristianos, defensores de la Trinidad de Dios —Uno en su esencia y Trino en sus personas— y por tanto infieles y blasfemos como dicen

 La Sura An-Nisa 4:171

“Creed, pues, en Dios y en Sus mensajeros y no digáis: «Trinidad». ¡Deteneos! ¡Por vuestro propio bien! Dios es un solo Dios. ¡Gloria a Él! ¡Está muy por encima de tener un hijo! A Él pertenece cuanto hay en los cielos y en la tierra. Y Dios es suficiente como Administrador de los asuntos”.

O en la sura 5:73

 “Quien asocie a Alá a otros, Alá le prohibirá el Paraíso. Su morada será el Fuego. Y los impíos no tendrán auxiliadores”.

 O, finalmente la Sura 5:74


“Quienes dicen: «Alá es uno en una Trinidad», ciertamente han caído en la blasfemia. Sólo hay un Dios”.

 

      Así las cosas, defendamos nuestra fe y nuestras creencias esenciales, pidamos por los cristianos perseguidos, y no caigamos en la trampa de buscar un pacto estable Cristianismo Islam, por imposible, por ser un “Pensamiento Alicia” en palabras de Gustavo Bueno, que a tal efecto nos decía


«“El “Pensamiento Alicia” se caracteriza por la borrosidad de las referencias internas del mundo que describe y la ausencia de istancia entre el mundo irreal que describe y el nuestro.    Así, la pretendida “Alianza de Civilizaciones” —esencialmente referida a una mposible alianza Cristianismo/Islam — tiene todas las características de lo que hemos llamado “Pensamiento Alicia”, un pensamiento que nos ofrece la representación de un soñado futuro pacífico, feliz y a la mano, aunque sin decirnos los medios que podrían conducirnos a él.»

       Y como siempre, según mi costumbre, concluyo esta “Reflexión Heteróclita” con una nueva pieza musical, hoy "Esultate", de la ópera "Otello" de Giuseppe Verdi - Subtítulos en español

 

©2025 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA

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