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miércoles, 20 de noviembre de 2024

NO ME QUITAREIS MIS DERECHOS NI MI LIBERTAD

 


    La merma de los derechos de los ciudadanos y de su libertad, es uno de los procedimientos de la izquierda con el fin de tener a los ciudadanos controlados, realmente esclavizados y dejando de ser ciudadanos para pasar a ser súbditos, meros siervos.

    En ello el sanchismo centra todos sus esfuerzos.

    Así, controla las instituciones todas, limita la libertad de expresión de medios y particulares, descalifica como fascistas franquista a todos los de “osan” oponerse a sus caprichos, esquilma tributariamente a tirios y troyanos. Y cada vez está más cerca de convertirse en un tirano radical, extremista de izquierdas, y a la bolivariana.

    Y todo ello se nutre de una política exclusivista y centrada en el concepto woke de “cancelación” WOKE, que como ya hemos comentado en algún otra de mis “Reflexiones Heteróclitas”, implica presión social que busca castigar públicamente, y denegar los derechos a la libertad de expresión y pensamiento, a quienes expresan opiniones o comportamientos considerados inadecuadamente incorrectos por los propios radicales izquierdistas WOKE.

    Y la libertad es el germen de toda esa contestación incorrecta ante lo WOKE.

    Ahora bien, entendamos la libertad desde sus verdaderos principios, pues como dijera Mme. Roland, girondina ejecutada en la época del terror, en el momento de ser izada al patíbulo

"¡¡¡ Oh, Libertad!, cuántos crímenes se cometen en tu nombre !!!"

         De esa concepción de libertad abusada y abusiva debe huirse, siendo aplicable la consideración de Nietzsche, para quien

"Sólo existe un Derecho Humano  básico el derecho a hacer lo que a uno le plazca, al que llamamos LIBERTAD, y con él viene el único deber humano: Cargar con las consecuencias, a lo que llamamos RESPONSABILIDAD"

    Sin embargo, los políticos que nos gobiernan, esencialmente los de izquierdas, se apropian de la LIBERTAD, pero no aceptan la RESPONSABILIDAD que conlleva, lo que desemboca en una profunda corrupción y una tendencia absolutamente tiránica.

     Es por ello que quienes no aceptemos esa tiranía, esa corrupción institucionalizada, esa desvergüenza que todo lo convierte en un apestoso muladar, debemos mantenernos firmes en la defensa de nuestras libertades y derechos, n o temer al poder corrupta y tiránico, y mantener frente a esta apestosa situación, nuestra "Guerra Cultural".

  En ello están cada día más personas ―ya sean particulares, periodistas o políticos― que se enfrentan cotidianamente a esta situación que les repugna.

   Según el DRAE el término “LIBERTAD”  define la situación, circunstancias o condiciones de quien no es esclavo, ni sujeto, ni sujeto al deseo de otros de forma coercitiva.

 En otras palabras, aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos.

Pero ¿existe una situación en que nuestras decisiones se toman con verdadera libertad?

 Según los libertarios NO pues la gran mayoría de nuestras decisiones las toma la sociedad por nosotros.

 Aún si tomamos alguna decisión, será con un abanico de opciones muy limitado.

 No escogemos donde estudiar, nuestros compañeros ni profesores, lo que comemos ni a qué hora acostarnos.

 Por otro lado citamos la frase de Jean Paul Sartre: ”Mi libertad se termina donde empieza la de los demás" 

    En cualquier caso, la libertad significa, propiamente, la ausencia de oposición; entendiendo por oposición cualquier impedimento externo a mis decisiones.

 Un hombre libre es aquel que, en aquellas cosas que puede hacer, en virtud de su propia fuerza e ingenio, no se ve impedido en la realización de lo que tiene voluntad de llevar a cabo.

    Y para concluir esta “Reflexión Heteróclita”, siguiendo mi costumbre, hoy os traigo, como pieza musical, el Coro de los esclavos judíos “Va pensiero sull ali dorate” del acto III de la Ópera Nabucco de Verdi.


    Creo que esta obra, repetida anteriormente en alguno de mis POSTS, merece una más profunda explicación.

La gran mayoría de los expertos consideran esta ópera como un canto a la libertad, de hecho el propio Verdi, hacia 1840, una serie de acontecimientos llevan a Verdi a atravesar un momento crítico con la muerte de su esposa y sus dos hijos. 

En ese momento, Verdi, se encontraba escribiendo su segunda ópera “Un giorno di regno” que se estrenó unos meses después de los acontecimientos y que fue un rotundo fracaso y no sabía cómo habría de continuar su existencia.

El éxito vino acompañado de suerte cuando el empresario Bartolomeo Merelli le entregó el libreto de un drama bíblico escrito por Temistocle Solera, sobre un texto de Anicete Bourgeois y Francis Cornue. Era la historia de la conquista de Israel por Nabucodonosor y su violenta tiranía.

Verdi contaba que al momento de recibir el libreto, llegó a su casa “y con un gesto casi violento tiré el manuscrito en la mesa… el libro se abrió al caer” y fue entonces que leyó la frase que, tiempo después, todo Italia cantaría como un himno, “Va, pensiero, sull’ali dorate” (“Vuela el pensamiento con alas doradas”). Esa noche leyó el libreto no una sino tres veces; casi lo podía recitar de memoria.

Nabucco era el relato de la locura de los tiranos que restringen las libertades de los individuos. 

La analogía con España y el sanchismo es evidente mientras se impone una censura feroz.



     ©2024 JSÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA

      

lunes, 18 de noviembre de 2024

LA CODICIA

 


    El diccionario de la RAE define la codicia en sus acepciones 1ª y 2ª como “Afán excesivo de riquezas” ó “Deseo vehemente de algunas cosas buenas”.

    En su acepción más popular la codicia se traduce como el ansia desmedida por la acumulación de bienes y riquezas, teñido de egoísmo y desconsideración hacia los demás y de desprecio a todo lo que no implique atesoramiento de bienes materiales.

    Con lo que se asemeja mucho a la Avaricia, definida por el mismo diccionario como “Afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para atesorarlas”.

    Y ¿a cuento de que viene esa disquisición sobre el concepto de la codicia y su sinónima avaricia?, se preguntarán ustedes; pues al simple hecho de que esta reflexión heteróclita de hoy voy a dedicarla al manido tema de la “CRISIS”, ese leviatán que destroza la economía de tirios y troyanos y respecto de cuyas causas, consecuencias y desenlace no se ponen de acuerdo ni sabios ni profanos, pero en cuya gestación, nacimiento o eclosión si que ha tenido mucho que ver aquel pecado capital tan propio del ser humano.

   
    Y un conjunto de todas estas cosas y algunas más, son las que han venido sucediendo en nuestro mundo desde la superación de la crisis económica del 92-93, y de esos polvos vienen, ahora, estos lodos.

    Superada la crisis de los 90 el mundo occidental y los países en desarrollo —los famosos BRIC (Brasil, Rusia, India y China)— entraron en un período de crecimiento sostenido y en cifras francamente elevadas, de dos dígitos en el caso de China por ejemplo, sin que al mismo tiempo se introdujesen en el sistema los elementos correctores estructurales que permitiesen hacer frente al irremediable frenazo que tal situación, más tarde o más temprano, habría de producir y el frenazo se ha producido y las medidas estructurales no se han adoptado.

    Esas situaciones de crecimiento descontrolado han dado lugar a lo que los economistas llaman “Burbujas” y así hemos vivido en los dos últimos decenios tres enormes “Burbujas”: la “Burbuja tecnológica”, en donde los valores de las compañías tecnológicas, fundamentalmente desarrolladas en torno a internet, se realizaban en base a sus expectativas de crecimiento y no sobre sus ganancias reales de las mismas, lo que llevó al primer pinchazo; la “burbuja inmobiliaria” fruto de las denominadas “hipotecas subprime” que produjo un crecimiento de la actividad constructiva sin precedentes en donde la compra de casas, en occidente entero, se financiaban con tasaciones y créditos bancarios superiores al valor de las propias viviendas y en favor de los llamados ninjas —no incom no job—, lo que produjo la segunda gran burbuja, la “inmobiliaria” con un parque de viviendas construidas y vacías muy superior a las necesidades del mercado real; y finalmente y muy ligada a esa “Burbuja Inmobiliaria” la más temible de todas, la “burbuja financiera” que se ha llevado por delante a firmas tan emblemáticas como el banco estadounidense “Lehnmann Brothers”, y que amenaza, como nunca en la historia reciente, la estabilidad del sistema financiero mundial.

    Vuelvo a insistir que la “CRISIS”, ese leviatán que está destrozando la economía de tirios y troyanos, no encuentra explicación convincente en los análisis relativos a sus causas, consecuencias y desenlace ni de los más sabios, ni de los más profanos, pero de lo que no me cabe ninguna duda es que en su gestación, nacimiento o eclosión sí que ha tenido mucho que ver aquel pecado capital de la codicia o la avaricia, tan propios del ser humano.

    Un
 ejemplo: 

    En España la financiación de los ayuntamientos y las comunidades autónomas, dado el crecimiento de sus competencias y el gasto en que han incurrido, es inviable con los impuestos locales que gestionan; Solución: la manipulación y especulación con la gestión del suelo.

    Yo ayuntamiento u organismo autonómico competente, recalifico un suelo rustico a urbano a cambio de una cesión de parte del mismo que pasa al patrimonio municipal, y de paso cobro unas escandalosas comisiones ilegales por hacerle el favor al promotor de turno, así que se enriquece el ayuntamiento que venderá los pisos que construya en el terreno adquirido, y se enriquece el munícipe corrupto que cobra la mordida, y se enriquece el promotor, que al fin puede construir en un terreno que adquirió como rústico y que ha logrado recalificar a urbano, y después sí, viene eso de la cantinela de que “cada español tiene derecho a una vivienda digna” y otras zarandajas populistas del mismo pelaje.

      Pero no nos extrañe, con la doctrina moral de la Iglesia de Roma, que dice en el mandamiento 2445 de su catecismo:

El amor a los pobres es incompatible con el amor desordenado de las riquezas o su uso egoísta.”

O como dijera Santiago en su epístola (5.1.):

Vosotro, ricos, llorad y dad alaridos por las desgracias que están para caer sobre vosotros. Vuestra riqueza está podrida y vuestros vestidos están apolillados; vuestro oro y vuestra plata están tomados de herrumbre y su herrumbre será testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado riquezas en estos días que son los últimos.”

    Y estos ricos presas de sus codicias, tal y como nos cuenta el evangelio de San marcos nos dirán en su momento:

Mi nombre es Legión porque somos muchos".

    Ahora bien, lo más grave de todo esto es que la "corrupción de los políticos" se ha generalizado de modo escandaloso, de modo y manera que afecta directamente al Presidente del Gobierno Sánchez, su esposa Begoña, su hermano y su circulo del PSOE más cercano al sanchismo.

    Así cada día nos enteramos de las implicaciones de personajes como el exministro Ábalos o su hombre de confianza Koldo, ex portero de un puticlub, la Presidenta del Congreso Armengol en su época de Presidente del PSOE en Baleares, Marlaska, el propio Fiscal General del Estado, imputado por el Supremo, y un largo etc. de colaboradores, Ministros y exministros sanchistas, todos ellos corruptos que han hecho de la política el modus vivendi para su enriquecimiento a costa de los ciudadanos.

    Pero pese a las noticias diarias sobre corrupción en torno al PSOE y Sánchez, este no ha dado ninguna explicación sobre estos casos, limitándose a decir que todas las denuncias son meramente "bulos" y que la verdad ―su verdad― acabará imponiéndose frente a las mentiras y conspiraciones de la "extrema derecha" cajón de sastre donde incluye a todos los que se oponen a él.

    Y concluiremos, como siempre, con una nueva pieza musical, que he tratado de encontrar lo más adecuada posible a esta "Reflexión Heteróclita". Hoy "Il cavaliere avaro" de Sergei Rachmaninov.



© 2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA



viernes, 15 de noviembre de 2024

VICTORIA DE TRUMP, O DERROTA DE LO WOKE

 


La victoria de Trump en las recientes elecciones presidenciales de EEUU, no es un éxito del complejo, y en ocasiones inaceptable personaje, que es el presidente electo Trump, sino la derrota de la filosofía WOKE que tiene hartos a los ciudadanos norteamericanos.

Trump no es un monstruo ni un desequilibrado. Es un pragmático bastante superfluo y excéntrico, pero con enorme olfato político y que, a diferencia de sus rivales demócratas, ha sabido conectar con las inquietudes de buena parte de la sociedad americana

Trump ha barrido a los demócratas que han perdido más de 10 millones de votos respecto de las últimas presidenciales, a los medios de comunicación clásicos, a los numerosos opositores que tenía en el partido republicano y a las élites culturales de todo el mundo.

En definitiva ha vencido a la izquierda política, sociológica y cultural.

Todos los presidentes republicanos —y Trump no va a ser la excepción— han sido tildados de fascistas en algún momento. Es la técnica de AGITPROP habitual de la izquierda: quien no comulga con sus dogmas, inmediatamente se convierte en un peligro para la democracia. Trump ha pulverizado esa propaganda.

A todo esto, ¿me cae simpático Donald Trump? No, es engreído y le tiene manía a España pero... ¡menos mal que ha ganado él y no la 'woke-gender' Harris!

La victoria de Trump pone en cuestión, indudablemente, al Partido Demócrata y al fracaso de su deriva identitaria izquierdista radical de los últimos años, pero también debe servir de reflexión al conservadurismo clásico.

Aprender de Trump su perspicacia para detectar las inquietudes de la sociedad y su valentía para no aceptar los dogmas de lo políticamente correcto, no puede significar dar por buenos sus excesos populistas.

Y en España, particularmente, también deberíamos reflexionar sobre lo difícil que resulta vencer a un demagogo sin respeto por la institucionalidad democrática y que ha hecho de la polarización su principal activo electoral.

Pero su mayor mérito ha sido la “cancelación de la cultura e ideología «woke» que venía ganando terreno en todo occidente con el empuje de su fuerza en EEUU.

Así, por ejemplo, no deberíamos pasar por alto —por absurdamente correcta woke—La reciente decisión del bar del Parlament de Cataluña de retirar los “conguitos” por supuestas “connotaciones racistas”, junto a la campaña que llevó a Cola-Cao a eliminar su “jingle” del “Negrito del África Tropical”, ilustran la intromisión de la ideología woke en la vida cotidiana de España.

El concepto «WOKE», originario de Estados Unidos, es un término que se podría traducir como estar “despierto o consciente” de las discriminaciones, inicialmente en el contexto de las injusticias raciales.

Este concepto ganó notoriedad internacional gracias a movimientos como “Black Lives Matter”, que lo utilizaron para visibilizar problemas de la violencia policial y la discriminación racial, extendiéndose luego a otros ámbitos, como los derechos LGBTQ+, la igualdad de género, con el lenguaje “inclusivo”, la “diversidad”, el cambio climático y los derechos de inmigrantes y refugiados.

Sin embargo, el fenómeno woke conlleva una excesiva corrección política, que no sólo favorece una vigilancia del lenguaje que puede limitar la libertad de expresión, sino que también está relacionado con la cultura de la “cancelación”, una presión social que busca castigar públicamente a quienes expresan opiniones o comportamientos considerados inadecuados.

En Alemania, la presión sobre el lenguaje para evitar el “machismo” del “heteropatriarcado” se viene ejerciendo desde hace años, con el objetivo de poner fin al masculino genérico. A pesar de que, según las encuestas, entre el 70 y el 80% de la población lo rechaza e incluso algunos Estados Federados ha suprimido el uso de este “lenguaje inclusivo”, principalmente los medios de comunicación siguen insistiendo en “educar” a la población para que utilice dicho lenguaje.

La ideología woke se está extendiendo a un número creciente de sectores. Recientemente, Susanne Schröter los ha examinado en un libro titulado La nueva guerra cultural [Kulturkampf]. Cómo una izquierda woke amenaza a la ciencia, la cultura y la sociedad (Herder).

En el prólogo, menciona a “activistas que actúan con extrema agresividad contra aquellos que desafían su ideología política. Los métodos utilizados por la izquierda woke incluyen nuevas normas lingüísticas, el tabú sobre quejas sociales, especialmente en el ámbito de la migración y el islamismo, la reducción de la ciencia a un mero instrumento de la política woke y la máxima denuncia de los oponentes. Sin fundamento alguno, se tacha a las personas de racistas, sexistas, islamófobas o transfóbicas. Para que el ostracismo sea perfecto, también se asigna la etiqueta de 'derecha' en el sentido de 'radical de derechas'”.

La creciente imposición de la ideología woke plantea, pues, serias preguntas sobre la libertad de expresión y el futuro del debate público.

Pero el gran problema —y la queja— de los ciudadanos americanos que han votado contra lo “WOKE” y a favor de Trump, es el hecho de las ingentes cantidades de dinero público que se invierten en ese malhadado wokismo, perjudicando a las clases medias y trabajadoras que ven menguados sus economías.

La situación de inflación que sufren los EEUU, llevará necesariamente a una política de recortes, especialmente en los gastos sociales, en el intento de reducir los desequilibrios presupuestarios o seguir con la política de déficits crecientes y, por tanto, con el aumento de su endeudamiento.

Y los ciudadanos americanos han manifestado claramente su deseo de que esos recortes afecten al wokismo y no a sus derechos sociales.

Para evitar los efectos desestabilizadores de los recortes presupuestarios, los EEUU solamente tienen un camino: definir una gran reforma interna e internacional del sistema financiero, libre de especulación.

Será inevitablemente necesario regresar a incentivar el desarrollo de los sectores tradicionales e innovadores de la economía real, mediante el relanzamiento de modernas estructuras de crédito productivo.

EE. UU. No es la economía, es el disparate woke, lo que ha llevado a Trump a la Casa Blanca. La Casa Blanca no está en las mejores manos pero sí en mejores manos que ahora.

En cuanto a la inmigración ilegal, el argumento de Trump es que quita trabajo a los ciudadanos más desfavorecidos, y por lo tanto hay que acabar con ella.

En cualquier caso, no ha sido la economía sino el disparate woke, con el 'derecho al aborto' por bandera, lo que ha llevado a Trump a la Casa Blanca.

Por lo de siempre: porque hay inmoralidades, como esta del aborto, que revuelven las conciencias, pero ya, cuando el infanticidio se eleva a 'derecho al aborto' (Derecho de una mujer de asesinar a su propio hijo en sus propias entrañas, ¿esto es un derecho) no es que se remuevan las conciencias, es que se revuelven los estómagos.

Y lo malo es que en Europa también ha cundido el disparate woke del Nuevo Orden Mundial (NOM)... sólo que mientras América se resiste a la idiocia woke, en Europa la entente Socialistas/consevadores la han bendecido. Ahora, aquí, a la estupidez woke la llamamos "nuestros valores" los "valores de Europa", lo que nunca fueron, por mucho que sus propagandistas nos quieran hacernos creer sus patrañas ideológicas.

Donald Trump ha ganado por las mismas razones por las que pierde aquí Pedro Sánchez, aunque luego lo apañe negociando su cargo en el extranjero con un prófugo o en el fango con Otegi, Junqueras y los amigos de Maduro.

Trum ha ganado porque el 'progresismo' mundial habla en esa modalidad vulgar del arameo que es el lenguaje woke, libra batallas contra enemigos secundarios o inexistentes, coloca a la cabeza de la agenda pública asuntos menores impuestos por la industria ideológica para hacer fortuna y absorber poder, deforma otros como el cambio climático, se niega a abordar problemas objetivos como la inmigración irregular, la confiscación fiscal o el empobrecimiento de las clases medias trabajadoras o apuesta por la victimización de todo el mundo con un catálogo de fobias masivas que solo una minoría residual padece o perpetra.

 Mientras que Trump habla de cómo llegar mejor a final de mes, cómo defenderse de la delincuencia, cómo sostener una identidad nacional que ofrece un asidero frente al vértigo global y cómo, en definitiva, conservar un modelo de vida que el americano medio añora y tiene miedo de perder definitivamente. 

Quizá la respuesta de Trump a las preguntas que se hace el americano corriente, que son las mismas que se hace el europeo de andar por casa y también el español, sean demasiado simples como para poder resolver de un plumazo problemas necesariamente complejos.

Pero que se atreva a responderlas es ya una diferencia sustantiva frente a quienes habitan en ese mundo mitológico donde no existe inseguridad, no tiene efectos negativos la llamada 'multiculturalidad', no hay problemas laborales severos, no existe una galopante pérdida de poder adquisitivo y una incipiente presión fiscal y no se ha hecho insoportable el aleccionamiento de las mayorías con respecto a sus costumbres, educación y eso que comúnmente llamamos forma de vida y no es más que la preservación de la familia como eje conductor de la sociedad.

A Trump le votan, como a Meloni en Italia, a Milei en Argentina o a Bukele en El Salvador, porque no acusa ni descalifica al ciudadano, cargándole de todo tipo de pecados cuya penitencia ha de hacer en vida, pagando un precio insoportable y eterno que le encapsula en un infierno ideológico, económico e intervencionista en todo menos en aquello que de verdad le asusta. Porque le habla en su idioma, sin más.

En EEUU, el movimiento DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) se está encontrando cada vez con más oposición, siendo criticado incluso dentro del propio movimiento woke y fracasando en sus intentos de lograr mayorías.

El enfoque en la inclusión, a menudo considerado forzado, ha sido calificado por muchos expertos como un error fundamental en la estrategia de cualquier empresa o servicio público. Mark Littlewood, director del Institute of Economic Affairs, señaló en su artículo «Obsessive woke posturing will cost companies dearly» que el constante enfoque en las políticas de inclusión no solo ha generado un gasto considerable en muchas empresas, sino que también ha tenido un efecto negativo doble: al desviar recursos hacia estas iniciativas, las empresas pierden de vista su producto final, lo que reduce la confianza de los consumidores.

La política woke ha seguido, en gran medida, las mismas líneas que en las empresas, mostrando resultados igualmente poco efectivos.

Con la victoria de Trump como un claro ejemplo, la presunción de tratar de satisfacer a la mayor cantidad de minorías no sólo no ha logrado formar una mayoría electoral, sino que ha radicalizado aún más las posturas de muchos respecto a las políticas consideradas «woke».

Ipsos, una de las principales casas de estudios sociales a nivel mundial, publicó en marzo de 2023 un interesante estudio titulado «Americans divided on whether ‘woke’ is a compliment or insult». En este informe se revelaba que el 56% de la población estadounidense consideraba inadecuados los enfoques censores de las políticas woke.

Si bien creían que se debía evitar las injusticias, estaban radicalmente en contra de lo que denominan «políticamente correcto».

Estos mismos datos fueron confirmados en el estudio de Data for Progress titulado «Voters Are Tired of the ‘‘War on Woke’’» de junio de 2024. En este informe, el 57% de los estadounidenses expresaba que el estado no debe aprobar leyes que limiten la libertad en nombre de la inclusión.

Es decir, que esta inclusión forzada ha generado la ira del público que, en principio, podría haber estado a favor de estas ideas.

Al final más que de una victoria de Trump, debemos hablar de una derrota del izquierdismo radical Woke por el hartazgo de la población media norteamericana.

Y para concluir esta “Reflexión Heteróclita”, os incluyo, como siempre, una nueva pieza musical. Hoy "El Cielo" de la banda sonora de la película "Gladiador II" cuyo autor es Martin Fromwald.




©2024 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA





martes, 12 de noviembre de 2024

MAS CENSURA

 



    En el mes de julio escribí un post sobre la CENSURA, que hoy quiero ampliar y mejorar.

El Gobierno del Tirano Sánchez quiere imponer la censura con una nueva Ley Audiovisual que pretende regular los contenidos que se difundan en base a unos criterios establecidos por el propio ejecutivo, para asegurarse de que no incumplan el lenguaje de lo políticamente correcto ni los criterios ideológicos de la agenda política que defienden el PSOE y Podemos.

     Así, el Gobierno del Tirano de España, convertido en Juez y Parte, ya no dejaría ni que te puedas expresar libremente.

     Según el proyecto de Ley, se multará a aquellos que difundan información considerada por los estamentos reguladores como falsa, algo que afectará de lleno a todos los protagonistas de canales que disienten de los dogmas progres que pretende implantar el Gobierno de España entre la sociedad vía imposición ideológica.

El proyecto, a mi juicio es inconstitucional, pues restringe los derechos fundamentales a la libertad de pensamiento y de expresión.

 Una manifestación más de la deriva totalitaria en la que se ha instalado el Gobierno del Tirano Sánchez.

 Y si le consentimos que prosiga avanzando por el camino de la Tiranía, acabaremos esclavizados, privados de libertad y condenados a una vida miserable.

 

En la UE se está apostando por más libertad frente a la censura que busca la Moncloa para los medios de comunicación que ponen blanco sobre negro las lagunas de su gestión, critican sus pactos de investidura o denuncian la presunta corrupción que rodea a Sánchez y a una buena parte del PSOE, como la compra de mascarillas sin control durante la pandemia; el presunto tráfico de influencias que afecta a la mujer de Sánchez, Begoña Gómezo los escándalos que rodean a la contratación de su hermano, Pablo, por la Diputación de Badajoz.


 Sánchez ha anunciado la aprobación de una norma reguladora de los medios de comunicación, y ha asegurado que en las normas comunitaria se plantea que los ciudadanos deben conocer las fuentes de financiación de los medios de comunicación, el nombre de sus accionistas y las cifras de audiencia de forma honesta, para evitar fraudes en la inversión publicitaria por parte de gobiernos de nuestra democracia lo cual es FALSO.


Sin embargo, omite cómo el Reglamento Europeo de Libertad de los Medios de Comunicación se adoptaron medidas para proteger a los periodistas y a los prestadores de servicios de comunicación de las injerencias de los poderes públicos de turno como más «transparencia, independencia, pluralismo y seguridad». O cómo, quien ha situado a un ex secretario de Estado de comunicación en la agencia EFE de noticias o a una militante socialista en la Presidencia y Consejo de Radio Televisión Pública (RTVE) de todos los españoles es, precisamente, quien hoy por hoy está incumpliendo en gran medida el contenido de dicho texto.

 

Sánchez ha defendido la necesidad de limitar la financiación de las administraciones públicas para que no haya medios de comunicación que tengan más financiadores públicos que lectores y asegurar que no haya partidos políticos que compren líneas editoriales con el dinero de todos los contribuyentes.

 

Pero, al mismo tiempo y acto seguido anunciaba un paquete de 100 millones de euros para la digitalización de los medios de comunicación, en una era en la que, todos ellos, se ha adaptado al formato de las «páginas web» a las que Sánchez señalaba como creadoras de los 'bulos' que, sin embargo, nunca ha llegado a desmentir.

 

También ha afirmado en el Congreso que Las fake news o bulos, no son causadas por accidente, hay alguien que las fabrica para deteriorar la democracia y sus instituciones y están directamente ligadas con el voto a la ultraderecha. “Es un vínculo probado”, ha asegurado, mintiendo de nuevo, mientras paga publicidad en redes para culpar a Mazón de la mala gestión de la DANA y señalar a periodistas críticos con Moncloa.

 

Entre los planes de Sánchez, están poner en marcha mecanismos para evitar «la concentración de medios de comunicación en pocas manos» y proteger el derecho de los ciudadanos frente a los medios y las grandes plataformas digitales de recibir información veraz.

 

El líder del socialismo sanchista, ha concretado, además, que ampliará las funciones y capacidades de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para garantizar la supervisión y el cumplimiento de todas sus propuestas, es decir que será vigilante de lo que son o no bulos contra el sanchismo, genéricamente, a un organismo de pendiente del propio sanchismo.

 

Así que, creo apropiado para concluir esta “Reflexión Heteróclita” el video musical del “Coro de los Esclavos” de Nabucco de Verdi.

 

 

 

©2014 JESÚS FERNÁNDEZ-MIRANDA Y LOZANA

 

 

 

domingo, 10 de noviembre de 2024

ALBERT CAMUS Y EL TESTIMONIO DE LOS CRISTIANOS

    Hoy no soy yo quien os escribe, sino mi padre Torcuato, cuyo 109 aniversario de su nacimiento celebramos en esta fecha.

       Y lo hago a través de un folleto en el que se recoge una preciosa conferencia por él pronunciada en 1963, hace ya 61 años, y cuya lectura os recomiendo. 
    El ensayo/conferencia en cuestión se llama "ALBERT CAMUS Y EL TESTIMONIO DE LOS CRISTIANOS" y podéis abrirlo para su lectura, a quien le interese, presionando con el ratón en la frase que aparece resaltada.
 
    Ahora bien, para daros acceso a ALBERT CAMUS Y EL TESTIMONIO DE LOS CRISTIANOS, el procedimiento utilizado ha sido el de  crear un enlace a Google Drive, y como es la primera vez que lo hago, no se como funcionará.

    Así que si no podéis abrirlo, y si tenéis interés en leerlo, solo tenéis que pedírmelo a través del email de contacto o de mi WA que aparece en la columna lateral de esta bitácora, que se abre pinchando en la línea, al final, que dice ver en versión web y estaré encantado de enviárselo a quien lo quiera y por el procedimiento que me indique.

    Espero que os resulte interesante.

    Y para terminar, os traigo la bellísima "Canzonetta Sull'aria" (Sobre la brisa) de la ópera "Las Bodas de Fígaro" de Mozart. 




©2024 Jesús Fernández-Miranda y Lozana