Hoy, que tan en boga está la manipulación histórica
de nuestro pasado en beneficio de tesis disparatadas de la Izquierda socialista
y Comunista, que quieren hacer buena la II República y terriblemente mala la
reacción de los llamados “Nacionales”, creo que es un buen momento para que nos
acordemos de Andreu Nin.
Andreu Nin i Pérez (El Vendrell, Tarragona, 4
de febrero de 1892 - Alcalá de Henares, Madrid, 20 de junio de 1937), fue uno
de los personajes más importantes del marxismo revolucionario del ala Trotskista
en España de la primera mitad del siglo XX.
De orígenes modestos —era hijo de un zapatero y
una campesina—, consiguió llegar a ser maestro y trasladarse a Barcelona, poco
antes de la Primera Guerra Mundial. Aunque fue maestro durante un tiempo, en
una escuela laica y libertaria, pronto se dedicó al periodismo y a la política.
Si bien se integró primero en las filas del
Partido Socialista Obrero Español (PSOE) pronto abrazó la causa del
sindicalismo revolucionario, ingresando en la CNT.
En
1919 sustituyó a Evelio Boal, secretario del Comité Nacional de la CNT, que
había sido asesinado.
Vivió
durante un tiempo en Moscú. A partir de 1926, perteneció a la Oposición de
Izquierda dirigida por Trostski para oponerse al ascenso de Stalin dentro del
Partido Comunista de la Unión Soviética ─idea que compartía con Lenin─,
teniendo que abandonar la URSS en 1930.
A su vuelta a España, Nin fue clave en la
formación de un grupo de orientación troskista (bolchevique-leninista antistalinista).
Sus distintas iniciativas y gestiones
cristalizaron en la formación del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM)
en 1935.
Al estallar la Guerra Civil Española se
convirtió en el máximo dirigente del POUM, ala comunista trotskista anti
estalinista, lo que le llevaría a la muerte.
La versión del Partido Comunista ─estalinista─
es que fue liberado tras su encarcelamiento, por agentes de la Gestapo, bulo
que fue sostenido incluso por Juan Negrín, jefe del Gobierno de la República.
La verdad es muy otra, e implica a
Comunistas estalinistas, anarquistas y socialistas, que luchaban por el control
del Frente Popular.
En junio de 1937 en Barcelona, como
consecuencia del aumento de las tensiones entre comunistas estalinistas (PCE y
PSUC) y troskistas fue detenido por la policía política soviética a las
órdenes de Stalin, que actuaba clandestinamente en la zona republicana con la
connivencia de los mandos comunistas en la policía y el gobierno.
Fue trasladado a Valencia y luego a Madrid, donde
fue finalmente torturado y asesinado en Alcalá de Henares el 20 de junio de 1937, por orden del general Orlov, que actuaba
en nombre de Stalin, según documentos de la GPU dados a conocer por Mª Dolors
Genoves y Llibert Ferri en su película documental "Operació Nikolai".
Los
intentos por localizar sus restos, que posiblemente se encuentren en terrenos de
la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares, han encontrado, siempre, la
oposición de la izquierda comunista y socialista, implicados en su asesinato.
Nin es otra de las muestras de la “Guerra Interna” que se desató entre diversas facciones de la izquierda frente populista durante la guerra Civil 1934-1939 relatados en mi reflexión Guerra civil dentro de la Guerra Civil que provocaron numerosos, miles, de asesinatos, no sólo de izquierdistas españoles, sino también de, al menos, 2.000 brigadistas internacionales ─asesinatos entre los que llama la atención el de Buenaventura Durruti─ guerras intestinas que según muchos analistas, fueron una de las causas de la derrota del bloque republicano en la guerra civil.
Y ya que relatamos esta guerra intestina de la izquierda frente populista, amenicemos esta reflexión con un vídeo en que se recoge una popular canción de los milicianos, “Ay, Carmela”, a cuyo ritmo no les importaba matarse entre ellos mismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario