Los Templarios usaban
como divisa la frase
NON
NOBIS, DOMINE, NON NOBIS, SED NOMINI TUO DA GLORIAM
NADA
PARA NOSOTROS, SEÑOR, NADA PARA NOSOTROS, SINO PARA LA GLORIA DE TU NOMBRE.
Esa
frase puede parafrasearse en referencia a la “Guerra Cultural” a la que
posteriormente me referiré con mayor detenimiento
NON
NOBIS, CIVES, NON NOBIS, SED LIBERTAS ET IURA TUUM DA GLORIAM
NADA
PARA NOSOTROS, CIUDADANOS, NADA PARA NOSOTROS, SINO PARA LA GLORIA DE VUESTRA
LIBERTAD Y VUESTROS DERECHOS.
Y ¿Qué es realmente la “Guerra Cultural”?
Para ello debemos comenzar por señalar
como la historia ha demostrado que del marxismo nada ha funcionado, ni en la
teoría ni en la práctica, lo que ha dado lugar a que la izquierda se posicione
en el postmarxismo, que se fundamenta en el concepto de “Hegemonía” creado por
Gramsci y muy bien desarrollado por el argentino Laclau.
Como nos dice Girauta
Redefinir el proyecto socialista en términos de una radicalización de la democracia; es decir, como articulación de las luchas contra las diferentes formas de subordinación – de clase, de sexo, de raza, así como de aquellas otras que se oponen los movimientos anti nucleares y anti institucionales.
Laclau
no promueve esas causas, constata que existen y entiende que van a crecer en número
y en fuerza. Lo que promueve es su articulación ─un cambio de cometido del
socialismo─ para que la izquierda obtenga la hegemonía.
Para concluir
afirmando que
Si
[las derechas] se dignaran conocer las ideas del adversario, si no eludieran la
batalla cultural, si comprendieran que las ideas mueven el mundo, no les habrían
arrebatado la hegemonía que poseían cuando Laclau escribió su obra. Una
hegemonía además, que se debería haber reforzado con el extravío sufrido por la
izquierda al caer el comunismo.
En conclusión, la “Guerra Cultural” es la
guerra contra esa estrategia de las izquierdas de lograr la hegemonía cultural
con la articulación de causas de fragmentación, generalmente identitarias, que
buscan la manipulación y el adoctrinamiento de los ciudadanos para garantizar
aquella hegemonía cultural que impida a quienes no piensan como ellos 一a los
que no forman parte de su tribu一 que puedan a su vez luchar, desde posiciones
ideológicas antagónicas, por alcanzar la “Hegemonía Cultural” en la Sociedad
que garantice la supervivencia de la democracia liberal.
Aquí cabría hacerse otra pregunta ¿La
izquierda, con su estrategia, pretende el bienestar de los ciudadanos, o
solamente la destrucción de aquel sistema de democracia liberal, con el fin de
lograr la “conquista de los cielos”, o lo que es lo mismo del poder, en frase
de Pablo Iglesias, líder de UP?
Mi opinión es que pretenden alcanzar el
poder para, desde ahí, profundizar en su espíritu totalitario, volver al
marxismo y buscar al “hombre nuevo” en regreso a la idea comunista, tal y como
dice el propio Laclau, el apóstol de la “nueva izquierda”, mucho más cercano al
comunismo de lo que él mismo cree, al promover la necesidad de crear “un nuevo
orden” mediante
“La
creación de otro individuo, un individuo que ya no sea más construido a partir
de la matriz del individualismo posesivo”
Lo que en definitiva no se compadece con
el respeto a la libertad individual, ni a los derechos propios de cada
ciudadano, sino que se acerca de modo peligroso a los postulados de Marx y
Hengel; del marxismo clásico, en definitiva.
Y es contra esa pretensión contra la que
hay que hacer la “Guerra Cultural” en defensa de nuestro sistema de “Democracia
Liberal”, hoy peligrosamente puesta en cuestión por Marxistas y Postmarxistas.
Y concluyamos, como siempre con un video
musical, y ya que no podemos “Conquistar el cielo al asalto” conformémonos con la "Conquista del Paraíso", de Vangelis, por André Rieu y su Johann Strauss
Orchestra en Maastricht.
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