A diferencia de Chateaubriand hablo frecuentemente de mis intereses, de mis emociones, de mis trabajos, de mis ideas, de mis afectos, de mis alegrías, de mis tristezas, sin pensar en el profundo tedio que el francés temía causar a los demás hablandoles de si mismo.
Hoy vamos ha "desengrasar" un poco con un vídeo para disfrutar.
En ocasiones el genio humano alcanza cotas difícilmente superables, como en esta animación de autor, para mi desconocido, que se ha realizado sobre la deliciosa música del "Choeur Bohemiens" de
la Taviata de Verdi
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