Algunos
de mis amigos lectores me han comentado, en relación con mi última reflexión HOLOMODOR, EL HOLOCAUSTO OLVIDADO, que porqué hablo de la independencia
de Ucrania si esta ha sido siempre, al igual que Crimea, parte de Rusia.
Con
esa pregunta, mis lectores no se dan cuenta de que están asumiendo las tesis de
los nacionalistas catalanes, que insisten en que no entienden porqué la
comunidad internacional defiende la pretensión de respeto a la independencia de
Ucrania y no la pretensión de defensa de la independencia histórica de
Cataluña.
La
razón fundamental está en que conocen la verdadera historia de ambos
territorios europeos y no sé dejan influenciar por la falsa historia inventada
por los separatistas, sobre la, en realidad, inexistente independencia de Cataluña, pues a diferencia de
Ucrania, Cataluña es una región española que nunca fue ni independiente ni soberana.
En
mis reflexiones HISTORIA DE CATALUÑA y LA MARCA HISPÁNICA VERDADERA HISTORIA DE CATALUÑA cuento la verdadera historia de esta región
netamente española y hoy voy a contaros la de Ucrania para que se conozcan las
diferencias.
Durante
el s. V a.C. se produjo la migración hacia los territorios que hoy son Ucrania, de
diversas tribus eslavas que fueron integrándose unas con otras durante los
siglos siguientes hasta formar el estado medieval de la Rus de Kiev en el año
882, en la llanura europea oriental.
Después de la invasión de la Rus de Kiev por parte del kanato Mongol de la Horda de Oro,
en 1240, tras la desintegración del Imperio Mongol, el Rus se desintegró y
fragmento en diversos feudos como el reino Ruteno.
Las
tierras occidentales de la Rus, en adelante Rutenia, como se llamó a Ucrania,
fueron reunificadas por el Gran Ducado de Lituania, que, buscando aliados en la
lucha contra los moscovitas (actuales rusos) y los alemanes del Báltico, se
unificó dinásticamente con el Reino de Polonia; tras esto Rutenia formaría
parte de la Mancomuniad lituano-polaca.
Ante la necesidad de protección de Rutenia de las incursiones tártaras en el sur, se formó un bastión militar ruteno, los cosacos, que mantuvieron a raya a las tropas tártaras frente a la Mancomunidad lituana-polaca.
En 1648, Bogdán Jmelnitskyi, con el
apoyo de la población ucraniana y los cosacos, se rebeló contra Polonia reclamando
el reconocimiento de un Estado independiente.
La rebelión
ucraniana triunfó y se estableció el “Hetmanato” cosaco con la Sich de
Zaporiyia como su centro administrativo.
Durante un corto
período de tiempo la nación ucraniana disfrutó de independencia pero se encontraba
en una situación delicada entre los tártaros de Crimea, en el sur; los polacos,
en el oeste y los moscovitas (Rusos), en el este.
Ante la incapacidad
de defenderse ante tres potencias, el Hetmanato se vio obligado a firmar un
tratado de vasallaje con el Zaráto moscovita. El Hetmanato fue perdiendo
gradualmente su autonomía hasta que los moscovitas, en adelante rusos, anexionaron
completamente su territorio en 1764 y Ucrania pasaría a ser dividida entre
Polonia y Rusia.
La cultura
ucraniana fue desarrollándose paralelamente y de forma diferente en las zonas
ocupadas por el Imperio ruso y el Reino polaco, más tarde imperio austriaco.
Pese a la
rusificación y los intentos de asimilación de la población ucraniana, la
República Popular Ucraniana declaró su independencia de Rusia en 1917 y la
República Popular Ucraniana Occidental declaró su independencia de Austria y
Polonia en 1918; dando inicio la guerra de independencia de Ucrania, en el
transcurso de esta, las dos Ucranias se unificaron en el acta de Zluky.
A pesar de ello,
igual que en el pasado, Ucrania se encontraba entre dos potencias, la República
Polaca y la Rusia bolchevique. Teniendo que ceder la región occidental y
aliarse con Polonia, Ucrania perdió la guerra de independencia, fue nuevamente
dividida y Rusia se anexionó varias regiones del norte y este de Ucrania,
además de los territorios de Kubán y Crimea, asignando el territorio restante a
la República Socialista Soviética de Ucrania.
La Unión soviética
instauró la ucranización para ganar la confianza de la población escéptica
hacia el comunismo, pero tras la llamada “Gran Ruptura” se intensificó la
rusificación de Ucrania prohibiéndose el idioma ucraniano en las escuelas y produciendose el Holodomor de 1932-1933 del que os he hablado en mi anterior
reflexión ya citada.
Tras 70 años de
rusificación e intentos de independencia, Ucrania renació una vez más como una
república independiente el 24 de agosto de 1991. Sin embargo, a raíz de la
caída del gobierno del traidor proruso Víktor Yanukóvich, resultante de la
revolución ucraniana de febrero de 2014, una crisis de secesión comenzó en la
península de Crimea, que tiene un número significativo de ciudadanos rusófonos.
El 1 de marzo de
2014, Yanukóvich pidió a Rusia el uso de fuerzas militares «para establecer la
legitimidad, la paz, la ley y el orden, la estabilidad y la defensa de las personas
de Ucrania», sólo le faltó decir que le repusieran en el poder que había
perdido.
El mismo día, el presidente ruso, Vladímir Putin, solicitó y recibió la autorización del Parlamento de Rusia para desplegar tropas rusas en Ucrania, tomando el control de la península de Crimea ilegalmente al día siguiente.
Occidente no hizo nada frente a la agresión Rusa y el 18 de marzo de
2014, Rusia y Crimea firmaron el tratado de anexión de la República de Crimea y
Sebastopol a la Federación Rusa.
Mientras tanto, comenzaron disturbios pro rusos en las regiones del este y del sur de Ucrania. En varias ciudades de las regiones de Donetsk y Lugansk se organizaron milicias locales pro rusas que se apoderaron de los edificios policiales, gubernamentales y de las comisarías de policía especiales.
Cuando se hizo evidente que el candidato Petró
Poroshenko había ganado las elecciones presidenciales la noche electoral del
25 de mayo de 2014, Poroshenko dijo: «mi primer viaje presidencial será a
Dombás», donde los rebeldes pro rusos armados habían declarado la autonomía de
las repúblicas separatistas de la República Popular de Donetsk y la República
Popular de Lugansk, y tomado el control de una gran parte de la región.
El 11 de
mayo, fueron realizados referéndums sobre el estatus político de Donetsk y
Lugansk.
No obstante, el conflicto continuó y, tras el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines el 17 de julio por misiles antiaéreos —según la OTAN misiles rusos disparados por las fuerzas pro rusas de Donetsk o Lugansk— la Cruz Roja de Ucrania consideró que había estallado la guerra civil.
"Entre el fúsil del combatiente y el sórdido degolladero, los ucranianos han elegido.
Entre esas dos tragedias se juega el tenue margen de la libertad humana. O de la dignidad: son lo mismo."
Nos recuerda Albiac en su artículo Libertad de Ukrania, publicado en EL DEBATE el pasado día 12 de diciembre de 2022.
El compositor Mikaylo Verbitski hizo
la música en 1863 y el poeta Pavló Chubinski (1839-1884) se
encargó de la letra, titulada “Ucrania aún no ha muerto”. La letra habla sobre
la lucha de los ucranianos por la independencia y contra sus enemigos.
Las palabras del himno reivindican la fuerza del pueblo y la identidad de Ucrania como pueblo.
Una idea que contrasta con el mensaje lanzado por el presidente Vladimir Putin en su discurso del 24 de febrero para justificar la invasión del país vecino, en el que dijo que la idea misma de Ucrania es una ficción.
Creo que la Historia de Ucrania que os he relatado desmiente la afirmación de Putin, Ucrania, desde su nacimiento medieval como Rus de Kiev y hasta nuestros días, ha luchado permanentemente por su independencia, reiteradamente conquistada y reiteradamente arrasada por sus enemigos.
Así, vemos como Rusia no conquistó las regiones del este ucraniano hasta principios del siglo XVIII y su parte occidental hasta 1939, zona en la que el ejercito insurgente ucraniano siguió combatiendo a lo que ellos llamaban “los ocupantes rusos” hasta los finales de la década de 1950.
En 2003 se le incluyó al himno una letra con unos pequeños cambios redactados por el
parlamento de Kiev sobre la redacción de Chubinski firmada en el siglo XIX; el
cambio se hizo sobre la primera estrofa para incluir: “La libertad de
Ucrania aún no ha perecido, ni su gloria”, en lugar de “Ucrania aún no ha
muerto, ni su gloria o libertad”.
Esta es la letra
del himno de Ucrania en Español:
“La
libertad de Ucrania aún no ha perecido, ni su gloria,
Aún a
nosotros, hermanos ucranianos, nos sonreirá el destino.
Nuestros
enemigos se desvanecerán, como el rocío bajo el sol,
Gobernaremos
nosotros, hermanos, en nuestra propia y libre tierra.
El alma
y cuerpo sacrificaremos por nuestra libertad
Y
mostraremos que nosotros, hermanos, somos de la nación cosaca.
Resistiremos
la lucha por la libertad, desde el Syan al Don
No
dejaremos que otros manden en nuestra madre patria.
El Mar
Negro sonreirá y el abuelo Dniéper se regocijará
Ya que
en nuestra Ucrania la fortuna florecerá de nuevo.
Nuestro
empeño y nuestro sincero esfuerzo será recompensado
Y la
canción de la libertad resonará en toda Ucrania
Haciendo
eco en los Cárpatos, y retumbando a través de las estepas
La
gloria y la fama de Ucrania serán conocidas por todas las naciones
Aún no
ha muerto la gloria ni la libertad de Ucrania
Aún a
nosotros, hermanos compatriotas, nos sonreirá el destino.
Se
desvanecerán nuestros enemigos, como el rocío bajo el sol
Gobernaremos
nosotros, hermanos, en nuestra propia tierra
El alma
y el cuerpo sacrificaremos por nuestra libertad
Y mostraremos
que nosotros, hermanos, somos de la nación cosaca.”
Y como
video musical os traigo hoy este himno interpretado por la Orquesta y Coro de la
Ópera de Kiev
© 2023 Jesús Fernández-Miranda y Lozana
Fantástico artículo de obligada lectura para conocer el origen del actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Ehorabuena de todo corazón y muchas gracias D. Jesús, es un placer leer sus artículos siempre tan acertados.
ResponderEliminarJesús, me ha interesado tu artículo sobre Ucrania. Tu artículo me ha despertado dos temas sobre la Rusia del XVI y XVII y son : Rusia frontera de guerra con el Islam, paralelo a la historia de España. El otro, Rusia se formó una monarquía fuerte centralista soldada con la Iglesia Ortodoxa. Siendo al final Rusia frontera de la Cristiandad. Finalmente triunfando sobre el Islam. Triunfando y llegando a un Estado confesional muy potente. Y se comió a una Polonia que había sido una muy potente monarquía, pero que lleva el gusano de la degeneración por depender de un parlamento que dominaba la política cia que ahogaba el nacimiento de un Estado fuerte.
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios.
EliminarEn cuanto al segundo, t6ienes razón.
Junto a ello no se puede olvidar que la decadencia del sistema monárquico ruso tiene su fundamento en el mantenimiento de la servidumbre, casi esclavitud, hasta el s XX, con el correspondiente resentimiento social que fue abono para el comunismo.