A veces me dan ganas de echarme a llorar. Y hoy es uno de esos días.
Resulta que la Guardia Civil ha detenidoa un Padre que había castigado a su hija de 16 años “a no salir de casa” por unpresunto delito de “detención ilegal”.
Parece ser, no obstante, que la cordura ha prevalecido y ya ha sido puesto en libertad sin cargos por el Juez de Instrucción de Úbeda.
El caso me recuerda a otro también abusivo ocurrido a una una pobre madre sordomuda de la localidad de Pozo Alcón, en la provincia de Jaén, condenada a un año de alejamiento de su hijo de diez años y a 45 días de prisión por un delito de malos tratos por haberle propinado una bofetada, con la mala suerte de que el crío apartó la cara golpeándose con el lavabo en su cuarto de baño, donde se había encerrado después de tirarle un zapatillazo a su madre y salir corriendo a encerrarse en el mismo para no obedecer la exigencia de que hiciese sus deberes escolares.
Por su parte la fiscalía ha anunciado que recurrirá contra la Sentencia por no haberse estimado la agravante de que los hechos ocurrieran en el hogar familiar, solicitando que la pena se eleve a 65 días de privación de libertad.
A todo ello, además, debe añadirse que la Sentencia se ha dictado por el Juez ¡¡¡¡dos años!!! después de que los hechos hubieran ocurrido.
Los hechos ocurrieron el 6 de diciembre de 2006 cuando María le preguntó a su hijo David, de 10 años, si había hecho los deberes. El niño le respondió, mintiendo, que sí, y cuando su madre se enteró de la verdad le riñó. David reaccionó lanzándole una zapatilla a su madre y huyendo hasta encerrarse en un cuarto de baño. La madre consiguió abrir la puerta del baño y, al entrar, agarró al niño por el cuello y le pegó un bofetón. Accidentalmente el niño se golpeó contra el lavabo, por lo que sangró por la nariz. Además, también resultó con un hematoma en el cuello.
Al día siguiente, el menor llegó al colegio y el profesor, al ver su estado, le llevó al ambulatorio del pueblo. Allí, una médico lo examinó y realizó un parte de lesiones por malos tratos.
Por su parte, María, que es sorda, aseguró que su hijo es un niño conflictivo.
Por último debe advertirse que el menor se negó a declarar contra su madre en el juicio y que ha vivido normalmente en el hogar familiar durante estos dos últimos años sin ningún nuevo incidente.
Lo cierto es que mi sensación es de absoluta perplejidad y me lleva a pensar que vivimos en un país de ESTUPIDOS ―con mayúsculas― y que lo peor de todo es que tiene mal arreglo.
Por su parte, la Confederación de Federaciones de Asociaciones de Padres de Alumnos (Confapa) declaró que la sentencia sólo puede entenderse “en el contexto de la penosa corrección política invade a nuestra sociedad”.
La confederación añadió que “la reforma presuntamente progresista del Código Civil ―promovida por el PSOE―, anuló la posibilidad de que los padres corrijan moderada y razonablemente a sus hijos y deja a las familias españolas absolutamente indefensas, como les ha ocurrido a estos padres de Pozo Alcón”
Por su parte la consejera para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Micaela Navarro, del PSOE, mostró su "inquietud" por la "repercusión negativa" que pueda tener en el menor de Pozo Halcón (Jaén) la pena impuesta a su madre por un delito de maltrato de 45 días de prisión y un año de alejamiento de su hijo, y consideró "desproporcionada" la sentencia al "producirse dos años después de que se cometiera la agresión".
Peroes que lo más grave del asunto es que resulta que si la buena señora―sordomuda― hubiese en su día abortado, por ser para ella una cargainsoportable la maternidad que se le avecinaba, la izquierda radicalintolerante, autoproclamada progresista, que hoy defiende la sanción a lamadre, hubiese aplaudido el gesto de la mujer impedida frente a ese engendroque crecía en sus entrañas; mientras que por aplicarle un leve castigo físico―pues nada más que eso es una buena bofetada dada a tiempo a un hijoingobernable― (y que venga la fiscalía a perseguirme por apología del delito)resulta que es penalmente condenada por un delito de malos tratos alalejamiento del chiquillo y a una pena de privación de libertad, y todo ellocomo consecuencia de la denuncia de un maestro, que en vez de analizar a fondola realidad de los acontecimientos y de la vida de la familia, ejerció depuritano proteccionista, cuando debería haberse metido su prurito proteccionista por donde todos ustedes se imaginan sin falta de que yo lo diga.
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