Iglesia de los Capuchinos de Viena |
Viena , Capital del antiguo Imperio Austro Húngaro, conserva su aire
imperial en sus calles, sus monumentos y sus tradiciones, desde el restaurado palacio imperial de Schönbrunn,
con su picadero imperial, donde bailan los caballos lipizianos, descendientes
de los caballos de Lipitza, Eslovenia -aunque se dice que tienen sangre procedente de los cartujanos españoles- lo que
da lugar a que la escuela imperial de equitación se llame “Escuela Española”; hasta la misa en la
capilla privada de Palacio, en la que canta el famoso coro de los “Niños
Cantores de Viena”, o el ambiente de los jardines del Belvedere.
Por todo ello la antigua capital imperial es una de esas ciudades que no
deben dejar de conocerse.
Una de las cosas realmente apasionante de Viena es su respeto a la casa
reinante hasta la primera guerra mundial, la casa de Habsburgo, cuyo último
príncipe, entronado como tal, fue Otto de Habsburgo.
SAIR Otto de Habsburgo |
El último nieto del último emperador Austro Húngaro,
Karl I, yace en la Cripta de los Capuchinos de Viena, donde reposan los restos
de los miembros de la dinastía Habsburgo, que dominó Europa Central durante más
de 600 años.
Salvo alguna
excepción de época rococó ─como es el cenotafio del emperador Carlos VI, el
rival de Felipe V en la Guerra de Sucesión Española─ llama poderosamente la
atención la sencillez de los féretros de bronce en que se encuentran
depositados los restos de los Emperadores de Austria, como el del káiser
Fernando III que aquí reproducimos:
casado con María Ana de Austria, hija de
Felipe II de España y padre de Leopoldo I emperador que derrotó a los turcos a
las puertas de Viena con la ayuda de la coalición mandada por Juan III Sobieski
de Polonia, interesante momento histórico que dio origen al Croissant, como ya
he relatado en otro Post, que podéis leer haciendo clic AQUI
Cripta Imperial de La Iglesia de los Capuchinos de Viena |
Fue la esposa
del emperador Matías I, Ana del Tirol, quien en 1616 legó el dinero para fundar
el convento de Santa María de los Ángeles, donde se debía enterrar a ambos.
Tardaron 15
años, tras la muerte de Ana y Matías, en terminar las obras. Por fin, en la
Pascua de 1633, recibió a los mismos como primeros huéspedes imperiales,
que habían dejado dispuesto un sobrecogedor ceremonial.
El rito de
acceso a la cripta comienza con tres golpes que el Chambelán de Palacio da en
la puerta de la Iglesia. ¿"Quién
solicita entrar?" ─ pregunta un monje desde el interior─ a lo cual los
acompañantes del cortejo responden enumerando la larga lista de títulos
nobiliarios del difunto “Matías, emperador de Austria, Rey de Hungría, etc…”.
La voz desde el interior lo rechaza: "No lo conocemos". En un segundo
intento, se mencionan los logros obtenidos en vida por el difunto, pero tampoco
da resultado.
La puerta al lugar
de reposo para el más allá se abre sólo después de que el solicitante admita
"Mi nombre es Matías y soy un simple pecador".
En ese momento
la puerta se abre y los monjes capuchinos se hacen cargo de los restos del
difunto, cerrando la puerta tras ellos.
El ceremonial
ha perdurado desde entonces hasta nuestros días, como puede observarse en esta
fotografía del entierro de Don Otto.
Doce
emperadores han tenido que pasar por ese ritual de humildad antes de ser
admitidos en la Cripta de los Capuchinos, donde les hacen compañía 18
emperatrices, entre ellas Margarita de Austria, la protagonista de Las Meninas,
y más de 100 archiduques.
Destaquemos
por otra parte que Otto de Habsburgo ha sido, como príncipe Heredero y más
tarde como jefe no reinante de la Casa de Habsburgo, testigo de varios
enterramientos en la Cripta de los capuchinos, empezando por la de su Tío
Abuelo José Francisco I, con quien le vemos en la seguiente fotografía, a quien su padre Karl I sucedió en 1914 tras el
asesinato de su tío el archiduque Francisco Fernando de Habsburgo-Lorena en
Sarajevo, causa inmediata del estallido de la I Guerra Mundial. Momento en que
le vemos en la segunda fotografía de este bloque acompañando a sus padres, de niño, en su
funeral.
El
enterramiento de don Otto, tan sencillo como el de todos sus antecesores, está
indicado con esta inscripción
Cuya traducción es la siguiente:
Descanse en Paz en su Cripta el último Kronprinz -heredero formal- de
los Emperadores Austro-Húngaros. Que Dios le tenga en su gloria.
Porqué no se vé la tumba de Fernando 1 de HABSBURGO?
ResponderEliminarFernando I de Habsburgo, hermano de Carlos I de España y V Emperador del Sacro Imperio, que murió el 25 de julio de 1564 en Viena, fue enterrado en la Catedral de San Vito de Praga junto con su esposa y su hijo. Por lo tanto esa es la razón de que no esté en el Panteón de los Capuchinos.
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