Me plantean un
amigos cuestiones que son difíciles de contestar y que se refieren a la
existencia de la fe, posiblemente tras repasar los post de mi blog, y con la siguiente misiva:
“Querido Jesús:
Cuan angosto es el camino hacia el paraíso, Quien sabe, tal vez tengamos la hoja
de ruta grabada en nuestro subconsciente, pero que enorme grito de angustia cerrar
las puertas a la fe y acabar en la descreencia. En cualquier caso, crea o no,
no estoy dispuesto a aceptar a un Dios vengativo que entrega la gloria quienes
secundan sus mandamientos y cantiga,, en un juego retributivo del bien y del
mal a quienes le desobedecen.”
Cuan angosto
es el camino hacia el paraíso....
Quien sabe, tal
vez el libro de instrucciones venga grabado en nuestro subconsciente cual el
software de los cachivaches que llenan nuestras vidas.
Los filósofos
clásicos partidarios del “iusnaturalismo” consideraban que determinadas
“potencias” espirituales eran consustanciales al hombre, implícitas a su propia
existencia, inspiradas desde la naturaleza propia de las cosas, por el Creador
o por la propia Evolución de las especies según construcciones más tardías,
como un código genético indeleble a modo de evolución de los instintos
animales.
O tal vez se
nos grabe, a sangre y fuego, en el subconsciente por la propia sociedad en la
que nos desarrollamos, desde el momento mismo en que se nos inflige la vida.
¿Por qué el
rechazo de la fe habría de ser un grito de angustia....?
La angustia es la descreencia misma....: ¿Qué mayor angustia que vernos huérfanos en
la inmensidad de nuestra propia existencia?
No pienso que
el rechazo de la fe pueda ser
considerado desde las perspectivas de la culpa o el victimismo, salvo en cuanto reacción anímica
frente a una situación “anómala” que se plantea en el círculo más intimo de
cada individuo, pues algo de “antinatural” tendrá cuando da lugar a una
situación anímica tan peculiar de “pugna interna”.
Si la falta de
fe, la descreencia, fuera algo adecuado
a la naturaleza del hombre, al igual que la respiración o el sueño, no daría
lugar a debates intelectuales tan intensos.
Y no quiero
circunscribir mis reflexiones al ámbito
de la fe conforme a las doctrinas de los credos imperantes, ya sean cristianos, budistas, animistas
mahometanos...., si no a la consideración de la existencia “trascendental” de
ser humano, de la existencia de su espíritu entendido como algo más que el
resultado de una afortunada conjunción de conexiones neuronales..... y de la
creencia en un más allá que exista por encima de consideraciones retributivas.
El alma es y
existe y su destino es reunirse con el sumo hacedor, en la glorificación de su
esencia y si negamos esta “verdad” no nos queda más consuelo que pensar que el
fin de nuestra existencia es tan absoluto, que al fin y a la postre, no somos más
que materia absurda destinada a su desaparición y que solo los genios tendrán futuro
en nuestro mundo conforme a lo expresado por CICERON: La vida de los muertos perdura,
tan solo, en la memoria de los vivos
Pilar dijo: Y hasta los genios son olvidados...
ResponderEliminarFernando Dijo:
ResponderEliminarDe tus reflexiones, probablemente sea la que más me ha gustado.
Veo tristemente que la vulgaridad en el idioma se sigue extendiendo ("hoja de ruta" sin duda es mucho más EFICIENTE que el "libro de instrucciones" que tu empleas.
La lucha es la de siempre; el todo vale, el bien no se premia ni el mal se castiga, la moral, la ética, la virtud, el esfuerzo, la voluntad, el sacrificio de la filosofía cristiano-judaica no valen (yo prefiero hablar de los valores del catolicismo, que son el pilar de nuestra civilización desde hace más de dos mil años; ya nadie tiene ni idea de cuales son las virtudes cardinales y teologales, fundamento de la caridad cristiana, hoy sustituida por la mucho más eficiente acción social)
Bueno, no sigo, que si no, no paro....