A diferencia de Chateaubriand hablo frecuentemente de mis intereses, de mis emociones, de mis trabajos, de mis ideas, de mis afectos, de mis alegrías, de mis tristezas, sin pensar en el profundo tedio que el francés temía causar a los demás hablandoles de si mismo.
Todos
los años, por estas fechas, suelo despedirme hasta el otoño, en busca de descanso,
pero no del mío sino el de los sufrientes destinatarios de mis POSTS a los que
con regular frecuencia asalto con la invasión de la intimidad de sus WA con mis
escritos y mi música.
Por
mi parte seguiré leyendo, escribiendo y escuchando música, pues en mi caso esas
actividades me aportan tranquilidad, sosiego y descanso.
Llegados
a este punto quiero reflexionar acerca de estos breves opúsculos que os
transmito.
Una
de las razones por las que inicié, hace algunos años, esta ronda de escritos,
tal y como decía en mi presentación, consistía en satisfacer el deseo de
conseguir en el lector una sonrisa, una reflexión, una crítica, una alteración
de su ánimo cotidiano, y si lo consigo, aunque sea levemente, habré triunfado.
No
se si lo habré logrado, pero aunque no haya sido así, no pasaría nada, pues he
de reconoceros que mantener vivo este juego “pseudo
intelectual” y “pseudo
literario” que he iniciado, me ha permitido
superar la sensación, siempre frustrante para el escritor, de que solo escribo
para mi mismo.
Continuaré,
pues, remitiendo mis escritos a la lista de amigos a los que he decidido
castigar con mi presencia, casi cotidiana, en la pantalla de sus ordenadores,
hasta que algún día, alguien, harto ya de mis insensateces, me haga
reconsiderar mi dedicación a la escritura y me aconseje destinar mi tiempo
literario a ocupaciones menos sesudas, más propias de mi carácter y mis
habilidades.
En
definitiva, os agradezco que me hayáis permitido disfrutar escribiendo y contar
con la compañía de mis lectores, cuya benevolencia es admirable, pues nadie ha
protestado por mi ataque a su intimidad
Llegados
a este punto he tomado la decisión de dejaros descansar algún tiempo, sobre
todo pensando que durante estos días de verano va a ser difícil que consultéis
vuestros WA y no quiero que, en la terrible “reentrè”, os
encontréis con un cúmulo de papel escrito indigestible.
Y
es esta fecha del 25 de Julio, día de Santiago, Patrón de España, que
tradicionalmente, es la fecha del comienzo de las vacaciones de muchos, en la que he decidido parar hasta la “reentré” del otoño.
Así
que he pensado que sería bueno que nos concedamos unas largas vacaciones.
Cuando
vuelva el otoño, cuando recuperemos las tardes de “escopeta y perro” ―esas
tardes en las que lo que apetece es dejar la escopeta en un rincón y tumbarse a
leer con el perro echado a tus pies al calor de la lumbre, que dijera un viejo
amigo sevillano― podré continuar castigando vuestro espíritu y vuestra
paciencia con mis “Reflexiones Heteróclitas”.
Mientras
tanto os deseo a todos felices vacaciones y provechoso descanso.
Al
menos espero, con mi silencio, contribuir a ello.
Y
me despido hoy, como siempre con una pieza musical, “El Verano” de las Cuatro
estaciones de Vivaldi
He de confesar que le he cogido gusto a esto
de escribir, e incluso no me importaría, de vez en cuando, declamar las
palabras escritas.
Pero en este empeño de literatura y tentación
de oratoria, lo primero que debo hacer a cada intento es no reprocharme mi
locuacidad, como se la reprochaba Chateaubriand, pues como él puedo llegar, en
caso contrario a
“No hablar
nunca con nadie de mis intereses, de mis intenciones, de mis trabajos, de mis
ideas, de mis afectos, de mis alegrías, de mis tristezas, pues estoy convencido
del profundo tedio que se causa a los demás hablándoles de uno mismo.”
Pero también he de confesarme curado de tales
prevenciones e insolentemente decidido a importunar sin pudor a mis prójimos,
preferiblemente a los amigos, con mi manía de escribir cosas, en ocasiones
incluso fútiles, por el mero hecho de procurarme un divertimento inofensivo
consistente en trasladarles, en negro sobre blanco, mis reflexiones.
Ahora bien, llevo tiempo molestando a mis sufrientes amigos con estas "Reflexiones" que he venido en calificar de "Heteróclitas", concepto en el que, sin embargo, no me he detenido a explicar su alcance.
Así que aquí va la primera de ellas.
Diccionario de la RAE :
Heteróclito :1.- Irregular, extraño y fuera de orden
2.-
Se dice, en general, de todo paradigma que
se aparta de lo regular.
Heterodoxo: Disconforme
con las doctrinas o prácticas generalmente admitidas.
Cuenta la tradición que cuando Buda sintió la proximidad de su muerte, quiso reunir a todos los animales para dejar testimonio de su voluntad. Solo aparecieron 12: La rata , el buey, el tigre, el conejo, el dragón, la serpiente, el caballo, la cabra, el mono, el gallo, el perro y el cerdo y como premio a su respuesta, Buda los convirtió en los doce signos del zodiaco chino.
Lo cual nos lleva a la conclusión de la
escasa capacidad de convocatoria de Buda en los ambientes animales, pues al
parecer hay más de dos millones de especies catalogadas por los zoólogos,
aunque otros, más condescendientes con Siddharta “El Iluminado”, piensan que
todo se trata de una mera invención de los astrólogos que quisieron deidificar
los signos zodiacales para darles mayor “glamour”
Este no es si no un bello ejemplo de
pensamiento heteróclito.
Si alguien fuera a catalogarme
intelectualmente me gustaría más serlo como heteróclito que como heterodoxo
pues, en mis inquietudes, estoy más cerca de moverme de modo extraño o fuera
del orden regular de las cosas, que en una actitud de directa disconformidad con las
prácticas o las doctrinas generalmente admitidas por nuestra sociedad.
Es decir, que soy poco convencional aunque
dentro de una cierta ortodoxia social.
Ya se que es una cuestión de puro matiz, pero
la entiendo esencial.
Vivimos en un mundo en el que si no te estás
quieto no te sacan en la foto, aunque si lo estás demasiado pueden pensar que
te has muerto. Y te pasan por encima.
El secreto está en moverse en atención a lo
que te inspire tu libre albedrío y saber detenerse, en los momentos oportunos,
sobre todo con un gesto bonancible para no fastidiarle la instantánea al
fotógrafo.
y como siempre os traigo un nuevo video musical, hoy el concierto nº2 de Brandenburgo de Bach
Somos un permanente
conjunto de contradicciones, un cúmulo de imperfecciones, un amontonamiento de
ideas inconexas y aberrantes.
Somos humanos.
La perfección es
atributo de los Dioses, y al igual que la felicidad, Ellos tan solo nos dejan
intuirla.
Los pensadores
paganos de la antigüedad equiparaban las diferentes pasiones humanas con los
héroes imperfectos nacidos de los Dioses, y el ideal de lo perfecto solo
encontraba reflejo en los atributos de cada morador del Olimpo.
Junto a ellos
Apolo, dominando desde su morada del Parnaso el hogar de las Musas en el vecino
monte Helicón, les permitía inspirar pensamientos elevados a un pequeño grupo
de mortales escogidos, por el solo placer de ver a sus criaturas participar en
el conocimiento de lo eterno.
Pero el Mundo ha
evolucionado, los Dioses ya no existen, “Dios ha Muerto” como pretendiera el
todavía lúcido “Nietzsche” en uno de sus últimos escritos antes de entregar su mente a las
Bacantes.
¿Acaso nuestro
destino es ser pasto de la locura como recompensa a nuestros desvelos?
No lo se, pero
mientras mantenga la lucidez trataré de culminar mis reflexiones.
Todas estas cuestiones
me llevan a comentar la realidad circundante en clave de mitología y
literatura.
Así, podríamos
decir que hoy nos gobierna un hombre carente de Patria y de Bandera, que, como
si de Alcibíades se tratase, vende Atenas a Esparta y Esparta a Persia, a
cambio de la gloria instantánea y pasajera, sin pensar que su derrota no será
suya, si no que ya lo es para nuestra Patria y que la
Historia es inmisericorde con los perdedores.
El Presidente del
Gobierno, como hiciera Ulises, persigue los mitos insondables en un piélago
abrumador de contradicciones, en busca de la recompensa de los Dioses, EL PODER
ETERNO, mientras Penélope, la opinión pública, su sufrida esposa,teje y desteje su tapiz, entre ilusiones y decepciones, esperando que termine
su travesía.
De nada sirven al
navegante los augurios de Tiresias, el adivino, la experiencia histórica
acumulada, que le previene de las trampas que encontrará en su singladura, ni
los cantos de las hijas de Melpómene, las Sirenas, que cual las brujas de Macbeth
le cantan “tuya será la Gloria”,
aunque haga oídos sordos a la segunda estrofa: “Pero no lo será de tu estirpe”.
Mientras tanto el
navegante, no se sabe si por inconsciencia o superficialidad, se entretiene
entre los brazos de la bruja Circe de Elgoibar, La Santa Compaña Gallega, o
algún genio botiguer de Cataluña, que le arropan entre sus promesas, sus ensoñaciones identitarias, su hacha
ensangrentada y su emponzoñada serpiente.
Sin embargo el
moderno Ulises engendrará un hijo monstruoso, que al igual que el vástago de
Circe y Ulises, Telégono, acabará con su progenitor entre enormes desventuras.
Efectivamente
ningún hombre nacido de mujer podrá acabar con Macbeth, pero, algún día, el
bosque de Birnam avanzará hacia Dunsinane para derrotarle.
Los votos, tarde o
temprano, desplazarán al Héroe de su atalaya, y la gloria no será ya de su
estirpe, su PSOE.
Y entonces será el
llanto y el crujir de dientes.
Pero
desgraciadamente no sólo los suyos, si no los de las víctimas de sus desatinos, sus
propios correligionarios.
Mientras que todos
nosotros reiremos satisfechos.
Y como siempre
concluyamos esta “Reflexión Heteróclita” con una nueva pieza musical. Hoy la “Patria
Tradita” de la Ópera Macbeth de Verdi.
Estoy cansado de que mi perrita “Trufa” esté
desarrollando, con año y medio, su carácter Teckel y me castigue sin saludarme
durante días cuando vuelve a Casa después de haber tenido que dejarla al
cuidado de algún amigo por motivo de un viaje.
Estoy cansado de que el guardia que me pone una
multa de tráfico, además, me riña por la infracción cometida, como si la multa
no fuera ya suficiente castigo infligido.
Estoy cansado de que se venda como panacea de
los problemas de este mundo la “alianza de civilizaciones”, hasta el punto de
que el acto de entrega de los premios anuales de la cruz roja haya pasado a ser
de la cruz y la media luna rojas, sin valorar que el Islam se encuentra en un
proceso de radicalización peligroso.
Estoy cansado de que no acabe de recuperar
mi nivel de juego de Croquet anterior a mi crisis de salud, y no acabe de
cogerle el aire a la puntería, pegando habitualmente en las columnas verticales
de los aros, como si no fuera bastante penitencia, en si mismo,el golpe mal dado.
Estoy cansado de que, cada fin de semana los
responsables de tráfico riñan a los conductores por las muertes ocurridas en
las carreteras, como si esas muertes no fueran bastante castigo para la
sociedad, mientras demuestran la ineficacia de las medidas adoptadas al
respecto, y sin decirse que el lapso de tiempo de atención a los heridos en
estos accidentes, en España, duplica al de la media europea, lo cual, sin duda,
contribuye a incrementar nuestros índices de fallecimiento en carretera.
Estoy cansado de que se tache de “políticamente
incorrecta” la disensión respecto de los criterios de los partidos
mayoritarios, sin recordar que el gran valor de la democracia está,
precisamente, en la defensa de los derechos de las minorías, o de que se
considere a la oposición antidemocrática por no respetar los deseos de la
mayoría gobernante (también minoritaria), ocultando al ciudadano la verdadera
dimensión de la democracia, en la que la oposición debe hacer eso, oponerse a
los dictados del Gobierno y precisamente llevarle la contraria
Estoy cansado de que nunca me toque ni el
reintegro en la lotería primitiva, pese a que religiosamente haga mi apuesta
semanal.
Estoy cansado de que se alegue, frente a las
críticas al Islam radical, que también los Cristianos hicimos las cruzadas y
quemamos a pecadores en las hogueras con el fin de alcanzar el paraíso, sin
decir que dejamos de hacerlo hace cuatrocientos años, mientras ellos continúan
haciéndolo hoy en día.
Estoy cansado de ver como los llamados
“partidos progresistas” reinventan la historia y mienten descaradamente sobre
nuestro pasado para justificar sus erráticas posiciones políticas.
Estoy cansado de ver una situación política
dominada por un gobierno demagógico de extrema izquierda marxista y populista y una oposición del PP incapaz de ilusionar.
Estoy Cansado de ver como en Europa se
desprecia el origen Cristiano de nuestra civilización, como si nada hubiera
ocurrido en el Continente antes de la Revolución Francesa.
Estoy cansado de ver las actuaciones, siempre partidistas,
de la Sra. Armengol, Presidente del Congreso, o de su vicepresidente, otro impresentable
sanchista como Gómez de Celis, contra los diputados de la oposición, entre las
ordinarias risotadas de los miembros de los partidos que sostienen al Gobierno.
Estoy cansado de tener que aceptar que lo bueno
éticamente no sea, casi nunca, correcto políticamente.
Estoy cansado de la doble moral pública y
privada, que trata de mantener una frontera infranqueable entre los
comportamientos privados y públicos, esencialmente de los políticos, pues me
cuesta aceptar que quien sea un golfo en su esfera privada pueda ser un alma
beatífica en el ámbito público.
Estoy cansado de que los “cómicos”, la gente de
la farándula, se hayan convertido en el referente cultural de nuestro tiempo
mientras caen los índices de lectura y aumentan los del fracaso escolar. (Lo
único sensato que he oído al respecto es la letra de una canción de Enrique
Urquijo que dice “que le voy a hacer si me vuelvo vulgar al bajarme de cada
escenario”)
Estoy cansado de que se nos acuse a los hombres
españoles de machistas alegando que la prueba está en los índices de maltrato a
mujeres que se producen en España, dramáticos sin duda e intolerables,pero sin que se nos diga que más de la mitad
de las solicitudes de alejamiento fueron pedidas por mujeres inmigrantes contra
sus parejas también inmigrantes.
Estoy cansado de la permanente cantinela del
cambio climático achacable a la irresponsabilidad de las sociedades
desarrolladas, cuando las series estadísticas metereológicas no tienen más de
200 años y “Gaia”, La Madre Tierra, viene adaptando su clima a las
circunstancias favorables o adversas de cada momento nada más y nada menos que
durante los últimos 4.500 millones de años, cifra en la que los astrónomos
fijan su edad.
Estoy cansado, francamente cansado, así que voy
a dejaros descansar durante unos días, en los que voy a dormirme una larga
siesta.
Y concluyamos conforme a nuestra costumbre, esta "Reflexión Heteróclita" con el aria "Pourquoi me Reiveller" de la ópera "Werthwer" de Massenett, interpretada por Pavarotti
A veces, aunque suelen ser pocas en la vida de un hombre,
te planteas el porqué de tu propia existencia, de tu destino.
Ya lo decía León Bloy:
“No hay en la tierra un ser humano capaz de declarar
quién es. Nadie sabe qué ha venido a hacer en este mundo”.
Y ante esta perspectiva podemos afirmar dos verdades que
a la postre son indiscutibles.
Primero: El hecho de la propia existencia.
Segundo: La certeza de la propia muerte.
Sobre la realidad de la propia existencia, ha habido
diversas posturas filosóficas a lo largo de la historia, hasta que Descartes
las superó todas con su “Pienso, luego existo”.
En cuanto a la certeza de nuestro fin, de nuestra muerte,
partimos de la experiencia que nos dice que nadie ha conseguido evitarla, ni
tan siquiera el propio Dios hecho hombre, pues en el credo Cristiano, se afirma
que tras encerrarse Dios en Cristo, fue crucificado, muerto y sepultado, aunque
siendo como era Dios venció a la muerte, pues tras descender a los infiernos al
tercer día de su muerte, resucitó de entre ellos.
En todo caso, y aceptando esa dual certeza, los
pensadores occidentales han cavilado acerca de su esencia, de su razón, durante
siglos, tratando de desvelar el porqué, la razón, de ambas realidades.
En relación con la propia existencia en el famoso debate.
radiofónico, protagonizado en 1948 por el filósofo Cristiano Copleston y su
compatriota y agnóstico declarado Bernard Rusel, Copleston afirmó;
“Si parto de la afirmación yo existo, y al tiempo llego a
la conclusión de que no encuentro ninguna razón, de mi existencia que
constituya una explicación de ella misma ¿Debo concluir que necesariamente un
algo o un alguien se ha dado razón que justifique mi propia existencia? Siendo
origen de todo, en cuya propia esencia está implícita la propia existencia, es
decir que no lleva a nada ni a nadie, sino a su propia esencia, el hecho de su
existencia”.
Y con todo y con mi destino predeterminado por los hados,
me pregunto qué me deparará el futuro, pues nada más y nada menos que la
muerte, otro de los arcanos de la existencia.
Y ello nos lleva a la pregunta ¿Por qué morimos? ¿Por qué
hemos de venir a morir?
No perdamos nuestro tiempo en disquisiciones científicas
que nos expliquen el mecanismo de envejecimiento y deterioro de las células de
todo ser vivo que intrínsecamente conduce a la muerte.
Nuestro interés ha de ser exclusivamente metafísico, pues
partimos de la creencia en un ser primigenio “Creador de Todo”, y podríamos,
por qué no, pensar que si su deseo fuese que el hombre no muriese, lo había
creado inmortal.
En cualquier caso, el alma oculta sus secretos movimientos, adoptando una apariencia contraria a su Estado. Triste bajo un semblante alegre, alegre bajo un semblante triste. Tal como dijo Petrarca.
Así, todos los autores que se refieren a la muerte como fin de la existencia, lo hacen con expresiones cuajadas de seguridad y alegría, pero esconden su tristeza bajo un talante no abierto a la discusión; se mueven en el terreno de las verdades incontrovertibles.
Por el contrario, los que se refieren a la muerte como el comienzo de una nueva vida, lo hacen con expresiones sombrías considerando la incertidumbre del destino positivo o negativo del alma humana, pero con un sentimiento alegre de esperanza; y, en las Sociedades Occidentales, con vocación misionera y de expansión de la buena nueva de la resurrección de Cristo.
En relación, final , con la Cuestión
de los Arcanos de la Existencia, caben dos respuestas contradictorias.
La primera, que somos fruto de millones de carambolas seguidas, y la última carambola nos hizo aparecer en la
tierra.
Una segunda es la creencia en un ser Preexistente, Todopoderoso y Creador
del Universo.
Y como siempre concluiremos esta “Reflexión Heteróclita" con una nueva pieza musical, hoy "La mamma e morta" de la Ópera Lucia de Lammermoor, interpretada por María Callas.
Encuentro esta curiosa fotografía, en la
que aparece, al lado de Indalecio Prieto —uno de los líderes del frente
populismo extremista de izquierdas en la España Republicana de los años 30 del
siglo pasado— un tipo, el que lleva camisa negra que es igual que Pedro Sánchez.
¿Sera nuestro ultraizquierdista
Presidente en una vida anterior? o simplemente es una curiosidad que nos
recuerda el posicionamiento largocaballerista extremista de Sánchez, del que ya
os he hablado en un Post anterior.
FESTIVAL
EN EL CHIRINGUITO SANCHISTA
Pero nuestro tiranuelo no es consciente
de su posicionamiento el el lado frente polulista de extrema izquierda le ha
provocado innumerables problemas y
vulneraciones constitucionales, entre las que podemos apuntar.
1.-
La Ley de Amnistía
2.-
La ilegal conversión del Tribunal Constitucional en un nuevo Tribunal de
Apelación, contra sus propios estatutos.
3.-
La conquista meramente partidista de numerosas instituciones del Estado y de
distintas Empresas Públicas.
4.-
La ocultación de la corrupción, tanto suya como de su esposa y su hermano, y
toda clase de maniobras contra jueces y periodistas que intervienen en esa
materia.
5.-
El acoso personal contra Isabel Ayuso, que personifica el éxito de la derecha
frente a su PSOE, con el fin de desgastar su prestigio con el fin de
destruirla.
6.- La negación preelectoral de su intención de
pactar con comunistas, separatistas y herederos de ETA, que tras las
elecciones, incumpliendo esa promesa, se apoyó en ellos para lograr su
investidura.
7.- Los indultos a sus socios, previos a la Ley
de Amnistía.
8.- Los
intentos de derribo del Estado de Derecho, el desmantelamiento de la
independencia judicial y de la separación de poderes.
Etc.etc…
Sin embargo Sánchez no solo oculta esos
desmanes, sino que el sábado celebró, con toda su parafernalia demagógica populista,
el décimo
aniversario de la primera elección de Pedro Sánchez como secretario
general del partido socialista haciendo un relato triunfalista de su gestión.
En concreto, el partido conmemora la victoria de Sánchez en las primarias del
13 de julio de 2014, cuando sustituyó a Alfredo Pérez Rubalcaba.
La
celebración ha omitido que Sánchez tuvo que dimitir tras ser derrotado por el
Comité Federal del partido en 2016, cuando se eligió una gestora que estuvo
dirigiendo el PSOE hasta 2017. El propio Sánchez ignoró este hecho en un tuit
publicado este mismo sábado diciendo: «Gracias por estos 10 años. ¡A
por la siguiente década!».
El partido socialista intenta tapar con
este relato triunfalista y engañoso los seis años del Gobierno de
Sánchez, que han sido una carrea de polémicas, falsedades y traiciones a la
palabra dada, y la corrupción en que han incurrido él mismo, su esposa Begoña y
su hermano, amén de infinitos cargos y carguitos socialistas.
Esta
celebración ha producido numerosas reacciones en las que se recuerdan los
episodios más oscuros del PSOE en estos diez años, como la supuesta
manipulación de las urnas en el Congreso que dio la victoria a Sánchez en el
partido o la intervención de Koldo García en la custodia de los avales.
La
«celebración» también ha producido numerosas críticas a Sánchez por haber
acabado haciendo —permanentemente— lo contrario de lo que prometió.
En esta
celebración el PSOE —con la desfachatez que le es propia— ha construidoun
relato completamente alejado de la realidad, en el que se atribuye logros como
haber ampliado el estado del bienestar, reducido la desigualdad o haber
aumentado la justicia social. O la ya esperpéntica mentira de que los
socialistas fueron los creadores del Sistema Nacional de Salud.
LA POSICIÓN
DE VOX
Otra cuestión de
actualidad se centra en la pregunta ¿Por qué ha roto Abascal con el PP? ¿Ha
hecho bien?
En Vox, los simpatizantes
más comprometidos con el partido aplauden con énfasis la decisión y creen que
es un ejemplo de que «Vox es un partido de principios».
Consideran también que la
inmigración irregular está fuera de control —lo cual es cierto, pues el
Gobierno se esconde tras su AGITPROP— y que los llamados 'menas' están creando
serios problemas de delincuencia en muchas localidades («no vamos a ser
cómplices de las violaciones, robos y machetazos», ha llegado a decir uno de
los comunicados de Vox).
Por lo tanto, era necesario dar un sonoro
puñetazo sobre la mesa, incluso a riesgo de romperla. La explicación pública de
Abascal es que Feijóo –«una estafa», según Vox– ha roto los acuerdos entre
ambos partidos y fomenta una política de fronteras abiertas.
Parece ser que en la
decisión de VOX ha pesado, y mucho, que el partido se sentía maltratado por el
PP en los gobiernos de coalición, «ninguneado en todos sus proyectos».
Hay otras hipótesis que
manejan los periodistas “politólogos”
1.-Vox estaría convencido
de que puede haber un adelanto de las generales, por lo que desearía reforzar
su perfil propio.
2 La irrupción Alvise con
su “Se Acabó la Fiesta”, que pesca sus votos en el tradicional espectro social
de Vox, que haría necesario reafirmar su contundencia ideológica.
3.-Vox habría reparado en
que la historia demuestra que, en las coaliciones el partido mayor suele
fagotizar a los más pequeños. Así que mejor cortar ya y no correr el riesgo de
sucumbir en brazos del PP.
4.-Puede que se haya mirado
el ejemplo de Francia, donde el partido de Le Pen ha creído de modo
espectacular, sobre todo por la preocupación por la inseguridad provocada por
los inmigrantes.
5.-La última hipótesis, es
la de los que dicen que Vox está en el «cuanto peor, mejor». pues necesitarían
que la crisis política que sufre ya España se agudizase todavía más, hasta
llegar a una situación límite en la que Vox aglutinaría por fin todo el voto de
protesta de la derecha, como ha hecho el lepenismo en Francia.
Supongo que la realidad
será una mezcla, con matices, de esas interpretaciones y otras más desconocidas
¿Le saldrá bien la jugada
a Vox?
Una gran mayoría de los
votantes de derechas querrían que los dos partidos colaborasen lealmente para
afrontar la urgencia mayor: echar a Sánchez.
Pero el desprecio, los
ninguneos y la incapacidad de negociación y pacto que Feijoo y su PP han
demostrado hacia VOX, así como su ambigüedad política, propia de la
socialdemocracia, demostrada en sus acuerdos con el PSOE —como ocurre en
materia de inmigración, por ejemplo— creo que no permite despejar la duda de «a
quién votar», que afectaría, de un lado, a VOX por su excesiva beligerancia, o
llevar a los votantes más conservadores, y por lo tanto más desapegados del PP
de Feijoo, a no votar a este partido por estar, hoy en día, dominado por su ala
socialdemócrata, tan cercana a los socialistas.
Y concluyamos esta “Reflexión”
como es mi costumbre, con una nueva pieza musical.
Hoy “Brucia
La Terra” de la banda sonora de la película EL PADRINO, apodo que le viene de
miedo a nuestro aprendiz de tirano y líder del sanchismo
Lamentable espectáculo de Macron y sus adláteres apoyando a la ultraizquierda comunista y frente popular de Mélenchon, para evitar el triunfo de la Derecha de RN de Le Pen.
Ahora va a resultar que los asesinos comunistas son más respetados por esa derecha socialdemócrata, que la derecha nacionalista.
El líder de la izquierda dura argumentó que los resultados «confirman la derrota del presidente y de su coalición» y le pidió que «no intente escapar de esa derrota con subterfugios».
Jean-Luc Mélenchon, no se había visto en otra en su vida, ha quedado como primero en las elecciones y eso le permite apretar a Macron para reclamar su pedazo de poder aunque no tenga mayoría absoluta, pues su partido ha obtenido 182 escaños, aunque tan solo con el 28,1 de los votos, mientras que Reagrupamiento Nacional de Le Pen obtuvo el 33,5 % de los votos, más de un millón y medio de votos por encima del Frente Popular de ultraizquierda, aunque el absurdo sistema electoral francés la penalizó, y finalmente Macrón con tan solo el 20,7% de los votos
Mélenchon le exigió a Macrón el nombramiento de un primer ministro de la alianza de izquierdas que, según los sondeos, se impuso en las elecciones legislatvas, aunque sólo tenga el 31,7% de los escaños del parlamento, frente al 24,7 de escaños de RN.
Ante estos resultados, y con la soberbia y osadía propia de la izquierda revolucionaria, su líder Mélenchon aseguró que el jefe de Gobierno tiene que ser del Nuevo Frente Popular, la coalición de izquierdas que su partido, la radical "La Francia Insumisa", formó con socialistas, comunistas y ecologistas.
Añadiendo que «Tiene que aplicar su programa y solo su programa», y rechazando entrar en negociaciones con la coalición de Macron.
Además, consideró que el nuevo Ejecutivo tiene que aplicar su programa «por decreto», con medidas como la derogación de la reforma de las pensiones aprobada el año pasado por Macron, introducir el bloqueo de los precios de algunos productos y subir el salario mínimo.
Sí, es verdad, el «frente republicano», versión francesa del cordón sanitario, es decir la coalición de contrarios improvisada para cerrar el acceso al poder a la RN, ha alcanzado su objetivo: los resultados de la segunda vuelta de las legislativa anticipadas han dejado al partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella muy por debajo de sus expectativas, con algunos picotazos muy hirientes, como la derrota, en un distrito de la provincia de la Sarthe -capital: Le Mans- de Marie-Caroline Le Pen, hermana mayor de Marine, por un puñado de votos, a manos del candidato del Nuevo Frente Popular
Sin embargo, Le Pen, Bardella y los suyos no son los principales derrotados de esta jornada electoral. El gran derrotado de la noche reside en el Palacio del Elíseo -en principio hasta 2027, pero la incertidumbre se acelera a partir de hoy- se llama Emmanuel Macron. Ha sido el único responsable de que una coalición, encabezada por la izquierda más radical, en cuyo seno Jean-Luc Mélenchon sostiene la sartén por el mango, se haya convertido en la principal fuerza de la nueva Asamblea Nacional.
En junio de 1997, con motivo de otra desafortunada e innecesaria disolución que trajo al poder a una coalición moderada de izquierdas cuyo líder era Lionel Jospin, el diputado gaullista Patrick Devedjian, hizo uso de su humor agudo al aseverar que «Estábamos en un piso con un escape de gas y Chirac [impulsor de aquella disolución] encendió una cerilla para ver qué pasaba».
Una frase que, por analogía, podría aplicarse al Macron de 2024. Aunque con una gran diferencia: el incendio de ahora no se limita ya al «piso», sino que asola a todo el edificio. Al edificio llamado Francia.
Llama la atención el desconcierto del macronismo nada más conocerse los resultados. Por ejemplo, Stéphane Séjourné, actual ministro de Asuntos Exteriores y fundador del partido presidencial Renacimiento, ha estimado oportuno ilustrarse con un comentario propio de un tertuliano: «Mélenchon no puede gobernar Francia». ¿Solo porque él acorralado, lo diga? Por su parte, el todavía primer ministro Gabriel Attal, nombrado en enero, presentará mañana su dimisión, si bien ha avisado que «permanecerá en su puesto mientras el deber lo exija». Ya se verá.
El único, dentro de la mayoría saliente, qué ha hecho, hasta el momento, gala de lucidez, ha sido Édouard Philippe, primer ministro entre 2017 y 2020, en los inicios de la era Macron: ha pedido un Gobierno «en que no participen ni La Francia Insumisa [componente más radical del Nuevo Frente Popular] ni la Agrupación Nacional». Philippe lleva tiempo marcando distancias con el jefe del Estado. Todo está dicho: hoy empieza un nuevo ciclo político en Francia. Con un Macron acorralado.
Silenciar problemas e insultar a quienes los padecen solo sirve para distanciarse de la política y buscar soluciones en otros consultorios
Hasta aquí los hechos, así que pasemos ahora al análisis de lo sucedido.
Es inconcebible que decenas de millones de europeos en Hungría, Polonia, la República Checa, Francia, Alemania, Finlandia, los Países Bajos, Italia o España puedan de repente volverse fascistas y que para lograr definirlos como tales sólo se tenga en cuenta el sentido de su voto, y no por razones ideológicas, sino meramente por la real amenaza que suponen para los partidos conservadores de tinte socialdemócrata, o socialistas extremos que hoy gobiernan en la UE y en la mayoría de los países que la conforman.
El ascenso de Le Pen, al fin y al cabo, de Meloni, Orbán, Farage y Abascal, que no se parecen ni siquiera entre sí, hace que los políticos y los medios de comunicación de izquierda los meten en el mismo saco para crear una dialéctica que los devalúe y justifique la antidemocrática costumbre de formar frente a ellos un llamado “Cordón Sanitario” convirtiéndoles en “Odiados y Peligrosos Enemigos”.
Esta pelea se centra en impedir que esa derecha nacionalista pueda decidir en tres cuestiones de las que el poder establecido huye como focas de los osos blancos: la inseguridad, la inmigración ilegal y la identidad nacional, y cuestiones que afectan a cada una de ellas.
Hoy en día, el ciudadano europeo medio, sin importar fronteras, recibe, entre otras cosas, del catálogo de joyas del "club de los puros", la ideología de la ecología, los hábitos de consumo o la igualdad de género.
Por ello los ciudadanos europeos se sienten acusados y criticados, cuando no directamente condenados, por ser responsables de males que ellos no han causado o que no existen en la dimensión a la que fueron reducidos para justificar la penitencia financiera, moral o política que se le impone, como si todavía estuvieran endeudados y marcados por un pecado original que no recuerdan haber cometido y del que nunca serán redimidos.
Pero nadie les explica por qué el barrio en el que viven se ha deteriorado hasta un punto insoportable, y por qué tienen que convivir con la afluencia de inmigrantes cuyos proyectos de vida se limitan a la “supervivencia” y no a la “existencia digna laboral y moralmente” y que siendo su origen musulmán difícilmente se integran a nuestras sociedades y sus principios.
Sólo los valores europeos básicos de libertad, igualdad y fraternidad se imponen a quienes ya los poseen, como excusa para instaurar en su nombre una especie de doctrina aburrida que nunca será perfeccionada.
Esto, a ojos de ese poder intervencionista, justificaría la adopción de medidas, cada vez más estrictas, encaminadas a destruir la libertad individual y la autonomía en la expresión y manifestación de sus principios y a fortalecer su poder político cada vez más invasivo, volátil e intervencionista.
Ésta es la reacción política de los países que controlan la Unión Europea, que no quieren verse expulsados de este poder intervencionista por partidos nacionalistas de derecha que los amenazan con cada vez más fuerza.
Convertir a las víctimas en agresores y luego negarse a investigar y tomar medidas contra quienes en realidad pueden ser agresores, no hace más que criminalizar y radicalizar injustamente a la gente común y corriente, que, cuando se enfrenta a rituales que borran y afirman sus sentimientos, abraza a quienes lo hacen.
Pero el nacionalismo identitario se está fortaleciendo en respuesta a la extrema izquierda cada vez más corrupta y extrema, que también está respondiendo a una agitación global que requiere respuestas distintas a las habituales, a través del silencio o los gritos.
Mientras los políticos en el poder no den solucionen ak los problemas de los ciudadanos, y su acción política sea reemplazada por insultos baratos y un abandono generalizado, los "fascistas" seguirán creciendo y no les importará mucho cómo los llamen aquellos políticos.
Y concluyamos esta "Reflexión Heteróclita" con una nueva pieza musical, hoy "¿Oyes al pueblo cantar?" de la banda sonora de la película "Los Miserables"
Vivimos en una sociedad absolutamente igualitaria,
que valora a los sujetos por responder a un estereotipo identitario
“políticamente correcto”.
Ya Schopenhauer nos decía que
"Lo que más odia el rebaño es aquel que piensa de modo distinto, no es tanto su opinión en si, como la osadía de querer pensar por si mismo, algo que ellos no saben hacer"
Ser diferente no es solamente un atentado al uniformismo ideal creado por
la mayoría política, si no que se califica, incluso, de antidemocrático.
Por eso de lo que se trata —ya que no podemos hacer a los hombres iguales—
es de perseguir no la diferencia, sino el trato distinto a los diferentes.
Ya comenté, en otro de mis post, las palabras de Tomas Jefferson al
respecto, quien advertía —en 1781—que:
“Reiterados intentos de establecer
uniformidad —ideológica, material o de ambos tipos— han atormentado a
incontables seres humanos desde el principio de los tiempos. El resultado ha
sido hacer de una mitad del mundo estúpidos, y de la otra mitad hipócritas;pedir otra igualdad distinta de la “Igualdad ante la Ley” tan solo conduce
al lecho de Procusto[1],
pues como hay peligro de que los hombres
grandes ganen a los pequeños hágase a todos del mismo tamaño, estirando a los
segundos y cortando a los primeros”.
Así pues, partiendo de esa
imposibilidad de igualar a los hombres, los “progresistas dogmáticos
intolerantes” que conforman la secta que tiene secuestrado al PSOE, pretenden
proscribir la diferencia de trato a los distintos.
A esto responde La Ley de Igualdad
de Trato que prepara el Gobierno para evitar seis tipos de discriminación por
razón de: sexo, religión, edad, discapacidad, orientación sexual y origen
étnico, aunque un estudio de la Fundación Socialista Ideas Para el Progreso propone
al Gobierno que la nueva Ley dé un golpe de efecto ampliando los aspectos
susceptibles de discriminación a otras cinco barreras: características
genéticas, apariencia física, patrimonio, origen nacional y lengua.
La pretensión del gobierno no deja de ser “utópica”, otra muestra más del Pensamiento
Alicia del Sr.
Rodríguez, inspirada en ese “buenismo antropológico” que se trata de imponer a
los ciudadanos legislativamente.
En el mundo real tan solo merece la pena la defensa de la libertad sobre la
base del principio de igualdad ante la ley, pues solo ella permitirá al hombre
su completo y feliz desarrollo.
Sin embargo la pretensión no es fácil, y tal vez por ello el proyecto
cuenta con el máximo secretismo por parte del Ejecutivo, que ha venido
retrasando su presentación una y otra vez sin explicación alguna.
La mayor dificultad aparece en relación con la exclusión por apariencia
física. Son casos difíciles de demostrar ante un tribunal, cuya protección
jurídica no resulta del todo efectiva y que socialmente pueden conllevar un
alto grado de desgaste psicológico.
No se trata de que no haya gordos, feos, bajos o personas que no sepan
hablar castellano, sino que cualquiera de ellos no sea discriminado por razón
de serlo.
En cualquier caso no me parece mal la pretensión, pero solo en tanto y
cuanto que lo que se trate de evitar sea la discriminación legal, es decir que
por cualquiera de aquellas razones se vulnere el principio de “igualdad ante la
Ley” de un ciudadano.
Y que además impere el sentido común en su aplicación, lo cual no es
sencillo.
Imaginémonos algunos
supuestos:
En Londres, y
como consecuencia de la violación de varias mujeres por taxistas, se creó una
compañía de coches de alquiler con conductor, “Pink Taxi”, conducidos
exclusivamente por mujeres con la finalidad de minimizar aquel riesgo. ¿Podría
un varón considerar que es discriminado por la referida compañía como
consecuencia de su sexo al no ser contratado como conductor precisamente por
ser hombre?
“Victoria Secret”
una de las firmas más famosas de lencería del mundo selecciona cada otoño a las
modelos que participan en su famoso desfile anual, y este año ha rechazado
contratar a algunas candidatas por su obesidad.
¿Existe
discriminación a las gorditas o mero sentido comercial en tal actuación?
Lo cierto es que
siempre habrá seres humanos altos y bajos, gordos y delgados, guapos y feos,
calvos y peludos, atractivos y repelentes, y no por tratar de evitar que nos
refiramos a su existencia, van a dejar de existir, o tener mejores alternativas
vitales, ni ser mejor o peor aceptados por el resto de sus semejantes.
Pero eso parece
que no les basta a nuestro Gobierno, Dios me
libre de que la discordancia pueda ser considerada también discriminatoria en
tanto y cuanto no sea conforme a la “opinión mayoritaria” de la Sociedad según
el criterio, claro está, de nuestro gobernantes en precario.
En cualquier caso si grave es tener que
establecer el “igualitarismo” por ley, más lo es desde el punto de vista
técnico jurídico, la inversión de la carga de la prueba que establece el Artículo 28 del anteproyecto de Ley, al
establecer que:
De acuerdo con lo previsto en
las leyes procesales y reguladoras de los procedimientos administrativos,
cuando la parte actora o el interesado alegue discriminación y aporte un
principio de prueba sobre su existencia, corresponderá a la parte demandada
o a quien se impute la situación discriminatoria la aportación de una
justificación objetiva y razonable, suficientemente acreditada, de las medidas
adoptadas y de su proporcionalidad.
Es decir que el
discriminado tan solo con alegar la existencia de una “presunción razonable” o
mero “principio de prueba” de la existencia de una discriminación el
perjudicado no está obligado a su prueba, sino que el acusado debe probar que
no ha existido discriminación frente a la presunta víctima.
El
mundo al revés.
[1]En la mitología griega,
Procusto era un hermoso bandido y posadero del Ática que invitaba a los
viajeros solitarios a tumbarse en una cama de hierro donde, mientras el viajero
dormía, lo amordazaba y ataba a las cuatro esquinas del lecho. Si la víctima
era alta, Procusto la acostaba en una cama corta y procedía a serrar las partes
de su cuerpo que sobresalían: los pies y las manos o la cabeza. Si por el
contrario era más baja, la invitaba a acostarse en una cama larga, donde
también la maniataba y descoyuntaba a martillazos hasta estirarle.
Y concluyamos, como siempre, con una nueva pieza musical, hoy "Prosa pro mortis: Dies Irae I" de Giovanni Legrenza